The Serial Killers

Capitulo 10

—¿Si tuvieras la oportunidad de pedir un deseo que pedirías?. —Pregunta un chico de cabello negro.

—Estar contigo hasta el día de mi muerte. —Dijo Kafka mirando a aquel chico.

—Eso no tiene sentido. —Respondió el chico en un tono indiferente.

—Para mi sí, estar contigo es todo lo que necesito en este mundo.

—Entonces a partir de hoy, hay que estar juntos hasta que la muerte nos separe. —Mencionó volteando a verla.

—Noah...

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—Mhm...—Kafka abrió sus ojos para luego bostezar. —Me quedé dormida...—Mira la tumba frente a ella. —Debería volver, prometo que vendré a verte más seguido. —Se levantó para empezar a retirarse del lugar.

—Así que te fuiste solo por ir a ver su tumba. —La voz de Yasir se escuchó a sus espaldas.

Ella se dió la vuelta para verlo.

—¿Y que si así fue?. —Mencionó en tono serio.

—Deberías superarlo, su muerte ya pasó. —Se cruzó de brazos.

—A mi eso no me importa, no es mi culpa que tú nunca te llevarás bien con el. —Ella dijo con enojó.

—El amor que tuvo hacia ti lo cegó, por eso murió. —Dijo con un tono indiferente.

—Puedo soportar cualquier comentario de mierda de tu parte. —Se acercó a el. —Pero hablar así de el, jamás.

—El ya no está, olvídalo. —Contestó con brusquedad.

—Creeme que eso nunca va a pasar. —Se dió la vuelta para luego irse de ahí.

—Sigues siendo la misma, Kafka. —Yasir la miraba irse.

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Estuve pensando en lo que dijo Félix en la mañana, ¿Será cierto que ella y ese grupo estén relacionados?. Pensé mucho las cosas y me acordé que Asher no me habló tanto ayer ni hoy.

Decidí levantarme para ir a la habitación en donde estaba y toqué la puerta, al recibir respuesta de el, entre a la habitación cerrando la puerta detrás.

—¿Sucede algo?. —Asher me miró mientras se incorporaba en la cama.

—¿Por qué me estuviste ignorando?. —Pregunté.

—No te estaba ignorando. —Hizo un gesto con burla y se levantó. —Lo que pasó en ese lugar me dejó pensando demasiado sobre los planes de mi hermano, lamento si no te pude hablar.

—Entiendo eso, pero, si me sentí mal.

—Lo siento...—Bajó la mirada. —A veces puedo ser un idiota, perdóname. —Se levantó para ir hacia mí. —No era mi intención hacerte sentir mal por mis acciones.

—Esta bien, no te preocupes. —Le sonreí un poco.

Asher se quedó callado y levantó una mano para poner un mechon de cabello detrás de mi oreja y acariciar mi mejilla.

—¿Estás segura?, no te veo convencida, ¿Que puedo hacer?, Para que me perdones. —Me miró.

—Te dije que está bien. —Lo miré.

El no dijo nada y solo me miró, la yema de su dedo rozaba mi mejilla acariciando mientras me miraba.

Aquella diferencia de altura era muy visible para ambos, pero no le importaba. Se acercó a mi para poder depositar un beso en mis labios y simplemente correspondí.

Aquel beso era cálido y lleno de afecto, demasiado como la primera vez que nos besamos, y me gustaba.

Asher me gustaba.