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Conner lleva a las tres niñas a las ambulancias que se encuentran en el lugar, su padre llega corriendo con un grito de alegría desesperada y todas se lanzan a abrazarse.

El hombre susurra un "gracias" por encima de las cabezas de las chicas y Conner simplemente asiente, sin querer arruinar el momento.

Se necesita una rápida coordinación con el camión de bomberos para subir la manguera hasta los pisos superiores y apagar el fuego. Sin temor a una falla estructural inmediata o incendios de gas, los bomberos acuden en masa para verificar y despejar oficialmente el edificio.

Pero el breve momento de alivio se interrumpe cuando escucha un metal deslizándose contra el concreto, seguido de madera astillada y gritos de sorpresa.

¡¿Ya volvio?!... Suena como Hob's Bay.

Al despegar hacia los muelles, Conner encuentra al cíborg subiendo con dificultad por una de las rampas. Justo a su izquierda, cinco personas nadan a través de los restos de dos muelles destrozados hasta las escaleras de la base de cemento. Conner se encorva hacia atrás en una mueca de desprecio sabiendo que Metallo lo hizo "solo porque sí".

O tal vez porque Conner lo cabreó más.

La piel sintética de Metallo ya casi había desaparecido, su rostro estaba completamente libre de ella, con solo un resto de su ropa de antes de sobrevivir al brutal golpe y al chapoteo.

-Supongo que es reconfortante saber que los tres son predecibles... En cierto modo -gorgotea mientras su modulador disipa el agua.

-Lo mismo te digo, boca de metal -espeta Conner, cada vez más molesto por tener que lidiar con tanta grandilocuencia-. Ambos dicen que eres pura palabrería.

Los engranajes en la mandíbula de Metallo rechinan mientras se tensa, expulsando vapor mientras su temperatura central aumenta y Conner no puede evitar sonreír, contento de que ambos estén igualmente molestos.

Pero no se detiene allí.

En el fondo sabe que fue una decisión equivocada, pero cree que tiene derecho a atribuir esta única vez a la influencia de Kara y Wally mientras dice:

-Como un tren de vapor-Su tono era más que condescendiente.

El grito de rabia resultante es un agudo y silbante chillido que domina la mayor parte del tiempo mientras el cyborg carga hacia adelante, con ambas manos extendidas para agarrarlo. Al salir de su alcance a gran velocidad, Conner se encuentra en un edificio medio demolido con solo las herramientas adecuadas que necesitará. Con una sonrisa perezosa, recoge la barra de refuerzo de acero y carga, balanceándose alto y descuidado hacia su izquierda, mientras Metallo se agacha sin esfuerzo para esquivarlo.

Todo es parte de su plan.

Completando el seguimiento con gracia, Conner envía a Metallo a navegar hacia Hunter's Isle como lo había deseado al principio. Sonriendo por el éxito fácil, Conner sale tras el cyborg para asegurarse de que llegue a tierra, jurando que puede escuchar a Kara diciéndole con orgullo: "Buen jonrón, bateador".

Ahora sólo falta que sea un grand slam.

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ℂℝ𝕀𝔸ℕ𝔻𝕆 𝔸 𝕀ℂ𝔸ℝ𝕆 𝔻𝔼 𝕌ℕ𝔸 𝕄𝔼𝕁𝕆ℝ 𝕄𝔸ℕ𝔼ℝ𝔸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora