- de que me estás hablando, claro que te amo. - grite desesperada ya no podía con esto.
Estaba cansada de intentar explicarle a mi esposo porque todo lo que estaba haciéndole a mi madre estaba completamente mal.
- si me amaras no te irías, no me dejarías no me alejarías de mi hija. - me grito devuelta.
Ambos estábamos llorando ya para este punto y es que me partía el corazón irme sin él. Dejarlo. Pero no pensaba traicionar a mi madre por más que lo amara. Aun así no me daría el lujo de ponernos en peligro, mi hija era lo primordial para mí.
Al ser la heredera de mi madre, la iban a querer quitar del camino y de paso a mí. Si el quedaba como rey nos matarían.
- si tú me amaras no harías todo esto sabiendo que le pertenece a mi madre, Aegon por los dioses, te amo con cada uno de mis respiros. - dije acercándome a él para tomar sus manos. - pero ambos sabemos que mi abuelo nunca hubiera cambiado a mi madre.
Vi como su cara cambiaba por completo, soltando mis manos.
- crees que él nunca me dejaría como heredero? fui su primer hijo varón.
- mi amor, no lo digo con intención de lastimarte, me duele decirlo, pero ambos sabes la verdad, tu madre y Otto te están llenando la cabeza de mentiras.
Me aleje de él, dispuesta a ir por mi hija y largarme con mi madre, antes de que todos se enteraran y no nos dejaran ir ni a mí ni a Rhaenys.
- si te vas, se tomará como traición a tu rey.
Me detuve en seco.
- y que harás? - lo encare.
Podía ver como sus ojos se le llenaban de tristeza o coraje la verdad no lo distinguía. Lo que si podía ver era que esos ojos bonitos de los que me enamore no reflejaban amor.
- sabes todo el poder que tiene el rey.
- claro que lo se mi madre me ha preparado lo suficiente para cuando sea mi turno de subirme a ese trono, pero a diferencia de ti yo esperare mi turno, cosa que tú no tienes.
- yo soy el rey ahora y mañana. - sentencio dando un paso hacia mí.
- y que harás cuando mi madre venga por lo que es suyo.
- por eso te necesito a mi lado, para pelear por mi reinado.
- te estas escuchando Aegon, ni en mi último día aceptaría pelear contra mi madre.
- Daemyra, te necesito.
- yo también te necesito, tu hija te necesita. Quieres que crezca sin su padre, ella también te ama, se diferente Aegon demuéstrale a todos que no eres un usurpador.
Dio un último paso estando cara a cara, podía sentir como nuestra respiración se mezclaba como su mirada era tan intensa que me temblaban las piernas. Me iba morir sin él, nunca nos habíamos separado desde niños, cuando mi hermano le arrebato el ojo al suyo.
Pero aun así nos mandábamos cartas, hasta que ya más grandes decidimos unirnos antes los dioses, todos creyeron que estaría bien ya que según ellos seria más un acuerdo de paz que una boda por amor, pero nosotros nos casamos por el inmenso amor que sentíamos el uno por el otro. Yo lo adoraba con todo mi ser y sabía perfectamente que el sentía los mismo conmigo.
- Aegon te lo ruego, por favor ven conmigo, no les des el gusto de decidir tu vida amor, eres más que esto y lo sabes nunca has querido esto. - le dije tomándolo de la cara con mis manos, el directamente puso sus manos en mis caderas.
- pero y si mi madre tiene razón, y mi padre cambio de opinión. - dijo soltando una lagrima, sabía que su madre le había dicho que tenía que poder orgulloso a su padre, aunque fuera por una salo vez, yo había escuchado toda su conversación.
- mi amor, Viserys nunca hubiera quitado a mi madre, tal vez él no te dio el amor suficiente que merecías, pero estoy dispuesta a dártelo yo. Te daré todo el amor que alguna vez te falto y más, demuéstrale a nuestra hija el hombre que eres.
De verdad pensé que esto lo había hecho entrar en razón, ya que me acerco más y me beso, era un beso cargado de sentimientos los que yo creía que eran de amor y por fin resignación para él era de despedida. Para él era un adiós.
Nos separamos y me miro por unos segundos para después soltarme y alejarse girándose camino a la ventana- vete.
- que?... Aegon, amor...
- dije que te fueras, si no estas de mi lado, estas de lado del enemigo. Yo no quiero traidoras. - me dijo entre dientes sin darme la cara.
- Aegon...
- soy tu rey, así que llámame como tal.
Sentía como toda la ira se acumulaba por todo mi cuerpo, no iba a negarlo me estaba muriendo, él me estaba matando. No le permitiría esto ya no. Menos cuando el nunca aceptaría la verdad.
- eres una mierda es lo que eres. Sera mejor que te olvides de mí y de tu hija. - dije caminando a la puerta, pero girándome antes de salir. - y no olvides que te ame más que a mí misma, pero no nos engañemos tu nunca podrás ser rey, solo eres su marioneta espero no te des cuenta muy tarde.
Sali y cerré la puerta detrás de mí, aguantando las ganas inmensas de derrumbarme, tenía que ser fuerte por mi hija, caminé rápidamente a su habitación intentando actuar normal. Aun nadie sabía lo de la coronación de Aegon, su madre pensaba que el me convencería.
Rhaenys y yo nos veríamos en la fosa, para irnos en Meleys y Moonfire, el pequeño dragón de mi hija que estaba en roca dragón gracias a los dioses no iba a poderme llevármelo de estar aquí y eso la destruirá más que estar sin su padre.
- Vis. - dije entrando al su cuarto, cuando la vi jugando con unos dragones que le habia regalado su tía Healena. Volteo a verme con sus grandes ojos lilas. - estas lista mi amor? vámonos, iremos a volar en moony te parece.
MI hija se paró rápidamente saltando en mis brazos, gritando de alegría. Mi pequeña bebe no tenía la culpa de los errores de los demás ella era una alma pura y limpia. A sus pequeños 5 años no tenía idea de todo lo que se venía por culpa de su tonto padre.
- mami, y papi vendrá. - me pregunto tomándome las mejillas con sus manitas.
- no mi amor, pero lo más probable es que nos extrañe tanto que vuele hacia allá con nosotras. - le dije con una sonrisa, esperaba que fuera así que se arrepintiera y volviera a nosotras.
La cambie por ropa más cómoda para volar, y nos dirigimos a los pasillos secretos de mi habitación, rogándole a los dioses que Aegon ya no estuviera ahí.
Por suerte no lo estaba, así que nos adentramos rápidamente para irnos y encontrarnos con Rhaenys.
La salida no fue tan fácil como Rhaenys la planteo ya que interrumpimos la coronación de Aegon que no despegaba la vista de nosotras, mientras Meleys le rugía, ella fue la primera en salir volando, cuando fue mi turno solo pude ver como Aegon retenía las lágrimas y por más que me doliera no me iba quedar a ver como lo coronaban.
Así que me fui, solo pude salir de ahí con mi hija y mi dragón camino a encontrarme con mi madre.
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House of the dragon one shots
FanfictieHistorias de los personajes de house of the dragon. Pedidos y sugerencias abiertas;)