Amargamente Dulce

Prólogo

Mi vida al principio era como un cuento de hadas tenía a los padres perfectos y todo era increíble. Hasta que un día todo se acabo, cuando yo apenas tenía 10 años mis padres tuvieron un accidente que les arrebato la vida y desde entonces vivo con mis abuelos maternos ya que nunca conocí a mis abuelos paternos, papá siempre solía decirme que ellos eran algo complicados y que por eso nunca nos visitaban, eso a mí nunca me importo porque yo era feliz con mi mama y mi papa, pero ahora solo tenía a mis abuelos y con el amor que ellos me daban era suficiente.

Desde que mis papas murieron mis abuelitos siempre se esforzaron por darme una buena vida no llena de lujos pero no me quejo porque siempre estuve rodeada de mucho amor, me dieron una buena educación y se esforzaron para que yo pudiera estudiar la carrera que siempre quise.

Por mis buenas calificaciones obtuve una beca para estudiar Psicología y ser una gran psicóloga algún día, todo iba de maravillas yo vivía enfocada en mis estudios hasta que un día a mi abuelo le detectaron Alzheimer y tuvo que dejar de trabajar, entonces me toco a mi tomar las riendas de la casa.

Trabajo desde los 18 años en una cafetería a medio turno para ayudar a mis abuelos y pagar mis gastos de la universidad tengo que admitir que estudiar y trabajar al mismo tiempo no es fácil pero al final tiene sus recompensas.

Además yo nunca me iba a imaginar que por trabar en la cafetería iba a conocer al amor de mi vida.

Ese idiota de ojos verde que me hace suspirar cada vez que lo veo y no me culpo está buenísimo (enfócate Ximena) bueno como les decía, Alessandro Monrroy el odioso y muy atractivo chico que conocí en mi trabajo en la cafetería por un accidente algo chistoso ya que le eche dos cafés enzima. Y quien diría que desde ese día mi vida cambiaria, ¿Para bien? ¿O para mal? Ya lo veremos. Mi nombre es Ximena y esta es la historia que comenzó desde un pequeño accidente o mejor dicho un complot del universo.