Capítulo 1

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1. El comienzo

Ximena

Levantarme temprano a veces no es nada agradable y más cuando la noche anterior tuve mucho trabajo pero bueno así es la vida y yo tengo que ir a estudiar.

Me levanto con algo de flojera me meto a la ducha a darme un baño con agua fría para despertarme. Al salir del baño voy a mi armario a ver que me pongo a la final decido ponerme unos vaqueros ajustados y una camisa azul cielo y unas sandalias negras, me hago un maquillaje sencillo y me dejo mi cabello suelto me detallo en el espejo cuerpo completo que tengo en mi cuarto y me doy cuenta de lo hermosa que quede, tengo que admitir que mi cabello es una de las cosas que amo de mi ya que es del mismo color que lo tenía mi mama castaño claro y mis ojos son del color de mi papa marrones, mis abuelos dicen que soy una combinación perfecta de ellos dos y solo de recordarlos hace que se me agüen los ojos, bueno me limpio rápido los ojos y me termino de arreglar para bajar a desayunar.

Mi abuela me preparaba el desayuno como todas las mañanas, agarro mi mochila para bajar y me doy cuenta que me falta un cuaderno lo empiezo a buscar pero no lo consigo así que decido bajar a preguntarle a mi abuela si no lo ha visto. Llego a la cocina abrazo y le doy un beso a mi abuela antes de preguntarle si ha visto mi cuaderno, mi abuela no es muy alta, es de piel clara pero arrugada, ya tiene el cabello blanco y los ojos son de color negro.

-Hola Abu bendición no has visto mi cuaderno no lo encuentro.

-Hola hijita dios te bendiga no lo he visto debe de estar en tu cuarto lo buscaste bien- me dice mientras termina de preparar el desayuno.

-Sí, bueno lo volveré a buscar otra vez- volví a mi cuarto, busque y busque hasta que por fin encontré mi cuaderno debajo de mi cama se me debe a ver caído anoche cuando me quede dormida del cansancio.

Baje de nuevo a la cocina y ya mi abuela me tenía el desayuno servido en la mesa me había preparado un sándwich y un café con leche.

-Ay abu que haría yo sin ti, gracias se ve rico el desayuno pero ya te dije que puedo prepararlo sola no tienes que preocuparte por eso, al contrario tienes que descansar-le sonríe mientras empiezo a desayunar la verdad es que tengo mucha hambre ya que anoche no comí bien.

-Ay mija es lo menos que puedo hacer por ti trabajas, estudias y te encargas de casa apenas te da tiempo de dormir, es mi manera de ayudarte un poco- me sonríe con una tristeza notable en su cara, al verla no pudo evitar preguntarle.

-Ey que pasa por que tienes esa carita todo bien- la miro seria para que me diga que es lo que pasa ella suspira y me vuelve a sonreír.

-Ay mija no te había dicho nada porque no quería preocuparte pero tu abuelo ya está empezando a olvidar las cosas y me preocupa mucho no quiere tomarse sus medicamentos y no quiero que se ponga mal y ya sabemos que si no se toma sus medicamentos no recuerda las cosas y me pone triste porque sé que algún día tu abuelo ya no me va a recordar- verla triste me parte el alma porque se lo mucho que está sufriendo con esto.

Al abuelo le detectaron Alzheimer hace un año y desde entonces he trabajo duro para que no falte su medicina y así nos pueda recordar y no se olvide de nosotras aunque sé que eso va pasar tarde o temprano, desde que nos dieron la noticia de que el abuelo sufría de alzhéimer empeze a investigar sobre el tema y descubrí que las personas que sufre esta enfermedad se les va borrando la memoria poco a poco hasta llegar al punto de no recordar nada.

No quería que eso le pasara a mi abuelo él ha sido fundamental en mi vida gracias a su crianza y sus consejo soy la mujer que soy ahora y no podría vivir sin él porque él es mi fortaleza y mi refugio y de pensar que algún día ya no me va a recordar me parte el corazón en mil pedazos, por eso he logrado pasar más tiempo con él porque cada minuto que paso con él es especial para mí.

Como si el mundo me trajera de nuevo a la realidad escucho la voz de mi abuelo.

-Vieja ya tienes listo el desayuno muero de hambre- entra a la cocina con su alegría contagiosa.

-Ya viejo la comida esta lista ven a sentarte ya te sirvo- mi abuela le sirve el desayuno se sienta al lado mío y me sonríe con esa sonrisa tan bella que lo define, mi abuelo es alto, ya tiene el cabello blanco, tiene los ojos negros y una piel clara pero arrugada.

-Mi nietecita linda siempre tan guapa como su abuelo- me da un abrazo y un beso en el cachete y no sabe lo feliz que me hace verlo así de alegre.

-Ay abuelito y tu siempre tan cariñoso no sabes cuánto te quiero viejito testarudo, pero quiero que te tomes las pastillas que te da mi abuela es por tu salud me prometes que te las vas a tomar- el mira a mi abuela con cara de pocos amigos y luego voltea a mirarme a mí con una sonrisa.

-Aja ya te fue con el chisme tu abuela, pero bueno está bien te prometo que me voy a tomar esas pastillas contar de que mi nietecita no se preocupe- le doy un abrazo al escuchar eso solo hace que mi corazón se arrugue mas al darme cuenta que mi abuelo es lo más valioso que tengo en la vida y que si lo pierdo me muero.

-Okey voy a confiar en ti, bueno ya me voy bendición adiós abuelos los amo-les doy un beso a los dos y luego me voy rumbo a la universidad.

Salgo de mi casa me dirijo a la parada de bus y tomo uno camino a la universidad, hoy cuando termine las clases voy a pasar la tarde con mi abuelo ya que no tengo el día libre en la cafetería.

Buenas mis amores

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Buenas mis amores...bueno esta es mi primera historia espero que les guste mucho. Es un borrador, es la primera vez que escribo y espero que le den mucho amor a la historia...por fi déjenme sus votos y sus comentarios que me ayudan mucho.

Besitos y abrazos 🥰😘

Amargamente DulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora