Uzi's Perception
Claro... Todo era tan tranquilo...
—Cuida al niño será fácil, quédate con el niño, será fácil...—
Bufé con enojo al ver a mi hijo acostado en la cama improvisada qué teníamos, estaba temblando y tenía sobrecalentamiento ¡Se había enfermado!
Y claro qué nadie me dijo nada... Se esperaron hasta que estuviera quemando por dentro... Aunque N fue a buscar algo que pudiera servir para ayudarlo, las demás se fueron a seguir su rutina genocida.
—¿Mamá?..—
Y aunque estuviera realmente enojada no podía evitar suavizarme un poco al hablar con el, pues la frustración era mia y a el no le correspondía.
Intenté mirarlo sin severidad, no le refería la palabra, solo me dedicaba a cuidarlo, medicarlo y alimentarlo, para eso me tenían acá, era una víctima y una esclava o por lo menos asi yo me percibía.
—Ya no recuerdo tu voz mami ¿Podrías decirme algo?—
Asentí mientras lo acomodaba entre las finas sabanas, tome un respiro y hablé.
—Mmm ya...—
Si, yo realmente no quería dirigirle la palabra, el no era culpable de mi situación, pero yo no estaba de humor como para atender sus llamados de atención.
—Te amo, mamá.—
Volví a asentir, me sentía tan culpable por no poder devolverle esa muestra de afecto, ese sentimiento de culpa por descubrir que realmente no tienes un instinto materno... Ese amor nacido el día de su natalicio se había ido.
Le dí un tazón lleno de pilas, algo que le serviría para recobrar energías.
—Come o lo que sea...—
Susurré de manera casi inaudible.
El iba decir algo hasta que escuchamos a alguien aterrizar, ese sonido ya estaba grabado en mi, era N.
Lo dejé entrar, esto era tan cotidiano, tan monótono, tan frustrante, apreté mis manos, grité llena de rabía y salí rompiendo en llanto.
El me vio y me siguió hasta donde me escondí, solo era un pequeña pila de nieve, intentaba calmarme abrazandome a mi misma, hasta que sentí su presencia, sus manos me rodearon con cautela, consuelo y cariño, me aferré a el para llorar sin parar igual a un niño pequeño.
No quise cruzar palabras, solo mirarlo hasta que la culpa desapareciera, necesitaba más ayuda que eso, más acercamiento...
Besó mi mejilla y rozó mis labios, veía que el también estaba angustiado.
—Tu nunca estuviste preparada para esto ¿Verdad?—
—Nunca...—
El se había asomado, nos había escuchado...
Mamá no lo dijo enserio...
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Gracias por leer, aún quedan varios capítulos por salir, unos 6 o 5 más.
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¿Qué esperan ver en un próximo capitulo?
