Él es como ella

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Pasaron las horas con normalidad, no podía evitar recordar la sonrisa de mi madre pero ahora ese recuerdo se encontraba mezclando con el nuevo recuerdo de Izuku sonriéndome

Llegó la hora de receso y sin esperar a nadie salí del salón y me dirigí a los patios donde había varios árboles de cerezo, me senté en el suelo recargando me contra el tronco, cerré mis ojos recordando a mi madre como solía hacerlo cada que podía pero nuevamente la imagen de Izuku interrumpió ese pensamiento

Ambos tenían esa misma mirada llena de anhelo, ese brillo único que los hacía más especiales, su suave sonrisa llena de cariño, me di cuenta el porque quería que Izuku me viera con amor, mi madre me solía ver con amor y anhelo cuando era una niña, antes de que se fuera

Imaginar a Izuku viéndome con amor como solía hacer mi madre hizo que mi corazón se acelerará pero casi de inmediato me dolió el corazón, Izuku era como ella pero no era ella, nunca lo sería ¿Entonces porque lo quería tanto? ¿Lo necesitaba?

Ver la manera en como se veía Izuku me hizo sentir que necesitaba su cariño, tal vez así podría volver a sentirme bien pero había un problema, no sentía el coraje para hablarle, toque suavemente el parche sobre mi ojo al sentir que la herida se abría un poco haciendo sangrar mi ojos

No tuve de otra y me puse de pie, empecé a caminar buscando la enfermería, casi acababa el receso, tape el parche con mi mano no queriendo que los alumnos que pasaban por ahí vieran como el parche blanco se volvía rojo por mi sangre

Tarde un poco en encontrarla pero halle la enfermería, entre y me sorprendí un poco ver a Izuku siendo atendido por una quemadura en el antebrazo, la duda me invadió y deje de cubrir el parche viendo a Izuku

Me preocupe por Izuku, pero mi pregunta era: ¿Por qué él me hizo sentir preocupación? La única que había hecho que me preocupara en años había sido mi madre, nuevamente una nueva similitud

Cruce miradas con Izuku viendo su cambio de expresión a uno de preocupación viendo que mi parche ya no era blanco y ahora era rojo, la enferma noto la expresión de Izuku y volteo a verme, ella se asusto pero rápidamente empezó a atenderme, me retiro el parche y trato de detener el sangrado haciendo un poco de presión con una gaza, cuando el sangrado se detuvo me coloco otro parche

Izuku no se había ido, él había visto todo lo sucedido y se veía preocupado, lo mire sin ningún tipo de emociones en mi expresión

-¿Como es qué se abrió tu herida?.. tu padre si nos mensiono que tenías una herida en el ojo pero no creí que fuera a ser tan grande-  me dijo la enfermera, mi mirada no dejaba de estar en los ojos de Izuku, la enferma suspiro al notar que no tenía intenciónes de responder

-Ambos ya pueden irse..- nos dijo, no lo pensé mucho y salí de la enfermería

-Gracias- dije sin decir nada más, Izuku se quedó unos momentos antes de salir detrás de mi

-Gra-...gracias!-  tartamudeo Izuku llendo detrás de mi

-Oye! Victoria, perdón si soy entrometido pero ¿Cómo te hiciste esa herida?-  pregunto Izuku caminando a mi lado, sus ojos buscando mi único ojo descubierto, la preocupación genuina me hacía sentir...¿Bien?

-si es un tema delicado lo entiendo.. es solo que me sorprendió ver tu herida tan grande en el ojo y-..y, bueno-..-  dijo Izuku empezando a ponerse nervioso

-fue en una pelea-  lo interrumpí con un tono completamente serio, volte a verlo a los ojos

Note que iba a decir algo más hasta que la campana del final del receso sonó, empecé a caminar hacia el salón de clases mientras Izuku caminaba cerca de mi pero manteniéndome detrás de mi

-ven y camina a mi lado, es raro que camines detrás de mi... Pareces un cachorro regañado- dije voltenado a verlo mientras me quedaba parada, el sonrió ligeramente nervioso y empezó a caminar a mi lado, no dijimos nada y estuvimos en silencio pero era un silencio como para ambos

Las clases terminaron y se podría decir que mi día no fue para nada lo que yo había esperado, la sola imagen de Izuku me recordaba a ella, su expresión de preocupación era como la de ella, la sonrisa y su manera expresiva de sus ojos eran como los de ella

Izuku se veía feliz de haber hablado conmigo, yo también estaba feliz pero mi expresión no lo mostraba mucho, me despedí de Izuku en la salida con la mano y camine hasta el auto donde me empezaría a recojer uno de los tantos choferes de mi padre

Me subí al auto y me recargue en el asiento detrás del asiento de copiloto, mire la ventana sin prestarle atención al exterior, mi mente solo iba llena de la imagen de Izuku, era extraño pero era una sensación calida en el corazón

Llegué a la que ahora era mi nueva casa la cual no sabía porque era tan grande pero no podía esperar menos del poder que tenía mi padre, creí que no lo vería ese día pero mí sorpresa fue grande cuando escuché:

-¿Cómo te fue hoy, Vick?-  escuché la voz de mi padre, volte a verlo y vi como de inmediato su leve sonrisa se hizo más grande

-tienes una sonrisa, algo realmente te gustó hoy-  dijo, no me había percatado que había estado sonriendo desde que subí al auto pero solté una carcajada baja

-Bueno... Hoy no fue tan malo como pensé, un chico de mi clase llamo mi atención y creo que podríamos ser amigos..-   dije sonriendo un poco más, mi padre levanto una ceja en duda mientras su sonrisa no dejaba su rostro, río suavemente con alivio

-Me alegro, Victoria, ve a cambiarte para cenar, quiero que me cuentes como es ese chico y sobre tu primer día-  dijo mi padre con una gran sonrisa, asentí con entusiasmo y subí a mi habitación para cambiarme y ponerme ropa más cómoda

Por primera vez en años me estaba dando la oportunidad de hablar con mi padre sin que sea un regaño o una discusión, era una cena juntos, algo que ya no habíamos hecho desde que mi madre había muerto y todo gracias a Izuku, sin duda alguna Izuku había llegado a mejorar mi vida

_Tan Especial_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora