El gran omega

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IMPORTANTE: ALERTA SPOILER.

Este especial si es canon c: después del final de PNUO


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Agosto 2038.

Ojitos brillosos debido a la iluminación de las lámparas blancas en el supermercado miraban los pasillos del lugar, sosteniendo algunos empaques de ramen y algunas botellas de agua simple y otras de aguas de sabores.

Se siguió guiando, hasta que llegó al pasillo de ferretería, donde el mayor checaba algunos productos.

— Creo esto servirá para la tubería de la cocina — le enseñó el paquete.

— Son goteras menores, pero si deberías llamar a un plomero pronto.

— Tu padre fue el que dijo que llamaría hace unas semanas atrás y no ha hecho nada — se quejó, pero sonó más como burla.

— Papá...

Ambos se vieron interrumpidos por un enorme escandalo por un grupo de chicos que entraron por la entrada principal, empujándose y siendo groseros unos con otros, hasta que dieron con ellos dos.

— Sabía que el aroma dulce no procedía de una pastelería — sonrió socarronamente — Los omegas, tan ostentosos y necesitados de un alfa que meta su miembro entre ellos y tienen que esparcir sus asquerosas feromonas.

El lugar se llenó de carcajadas crueles y exageradas, haciéndolos incomodar.

— ¿Te molesté, princesa?

— Será mejor que te vayas, niño — amenazó empezando a mostrar sus colmillos.

— ¿Qué eres? ¿Su madre? — trató de tocarlo, pero el mayor le dio un manazo.

— ¿Acaso no estás demasiado grandecito para que tu mami omega te cuide, princesa? — también intentó tocarlo, pero una mano lo detuvo.

— Tu mami debió enseñarte mejores modales — habló duramente empujándolo — Tu mami debió enseñarte a no meterte con ninguna persona.

La alfa le empujó fuertemente y el chico chocó junto con sus amigos. Estaban dispuestos a empezar una pelea pero, a esa alfa se le unió otro alfa muy parecido a ella y el pequeño omega con su madre.

Se dieron la vuelta para irse, pero, otro alfa, uno más imponente y con una mirada asesina los observaba con enojo.

— ¿Puede dejarnos pasar? — trató de sonar rudo, pero la presencia del alfa dominante los hacía doblegarse — ¿Señor?

— Taehyung — habló el omega mayor — Déjalos ir, no es necesario que hagas eso.

Los ojos con leves destellos del alfa miraron a su omega y sus tres hijos y se hizo a un lado. El grupo de los chicos salieron corriendo como cachorros con la cola entre las patas.

Los cachorros de papáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora