Un soldado y un barista se conocen, Taehyung quien no confía por un pasado que le duele, no queriendo abrir su corazón, al final lo hace, pero todo se vuelve triste, al pasar del tiempo, al recibir maltrato por parte de su amado, comienza a dudar so...
"En la batalla del amor, mi corazón se desgarra entre dos fuegos: el pecado y el ángel, traicionado por la pasión y la lealtad, luchando por encontrar la paz entre la pasión y el deber."
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Taehyung se sentía observado. Estaba en el interior de la cafetería donde trabajaba, y aunque levantó la vista, no logró identificar quién lo miraba desde lejos. Al no notar a nadie, intentó seguir trabajando con normalidad, pero le era imposible concentrarse; aquella mirada pesada lo intimidaba.
Salió de su trabajo alrededor de las seis de la tarde. Al salir, un hombre alto, de cabello negro y uniforme militar, lo abordó de inmediato.
-Hola, bonito. ¿Por qué tan solito? -preguntó coquetamente, mirándolo de arriba abajo.
Taehyung lo miró con el ceño fruncido, sin reconocer al hombre. Juraba no haberlo visto antes. Intentó ignorarlo y rodearlo para irse a casa, pero fue en vano.
-¿A dónde crees que vas, bonito? -se interpuso en su camino - ¿Te comieron la lengua los ratones? -preguntó burlonamente.
-Oficial, no lo conozco y no me interesa quién es usted -respondió Taehyung con la mayor formalidad y frialdad posible.
-Pero a mí sí me interesas. Quiero conocerte. Te he visto trabajar en ese lugar por varios meses y no aguanto más por saber de ti, por estar cerca de ti -dijo el soldado con un tono posesivo.
-Le seré muy sincero, a mí no me interesan los soldados. Son despreciables, sanguinarios, fríos, no tienen nada de interesante -respondió Taehyung secamente-. Y le reitero, no me interesa conocerlo, así que evite volver a hablarme.
-Primero, no soy cualquier soldado, bonito. Soy un teniente General, uno de los rangos más altos -aclaró-. Y para no ser un desconocido para ti, me presentaré correctamente: soy el teniente Jeon Jungkook -dijo, reverenciando elegantemente hacia Taehyung.
-No era necesaria esa información. No se la pedí. No vuelva a molestarme -sentenció Taehyung.
Taehyung se marchó del lugar, muy confundido. Siendo honesto, le temía a los militares. ¿Por qué? Su padre había sido uno, y el maltrato que sufrió su madre y él fue muy fuerte. Su padre abusaba sexualmente de su madre, excusándose en que era su mujer y debía complacerlo. A él lo golpeaba por cosas insignificantes. Por esos motivos y más, los aborrecía y no quería una relación con uno.
Mientras caminaba hacia su casa, los recuerdos de su infancia lo asaltaban. Cada golpe, cada grito, cada lágrima de su madre se repetían en su mente como un eco interminable. La figura de su padre, con su uniforme militar, se superponía con la de Jeon Jung Kook, y eso lo llenaba de un miedo irracional. Sentía que cualquier soldado podría ser igual de cruel, igual de despiadado.
Taehyung deseaba poder confiar en alguien, pero el trauma de su pasado lo mantenía en constante alerta. Cada vez que veía un uniforme militar, su corazón se aceleraba y su respiración se volvía errática. Era como si estuviera atrapado en una pesadilla de la que no podía despertar. La idea de que alguien como Jeon Jung Kook pudiera estar interesado en él no solo le parecía absurda, sino también aterradora.
