/ ☆ ¿Uɴᴀ sᴇɢᴜɴᴅᴀ ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ? ☆ \ -𝐁𝐈𝐋𝐋𝐅𝐎𝐑𝐃-

Cap 3

Era un día normal en la cabaña del misterio, Soos y Melody atendían el lugar, Stan y los niños los ayudaban un poco, y Ford... El solamente continuaba investigando sobre el libro de Bill, leyendo todas las páginas que tenía aquel libro. Unas páginas después se encontró con las páginas perdidas de su tercer diario. Este tomó un leve suspiro antes de entrar, y sin dudarlo, luego de aquel suspiro se propuso leer todas las páginas. Con cada página que leía, los recuerdos volvían a su mente.

Cuando llegó a la página en donde había escrito sobre el karaoke, un leve sonrojo apareció en sus mejillas, aunque aquel sonrojo no duró mucho tiempo. Leía y leía otra vez el texto que había escrito en esos momentos. Se sentía cómo un estúpido por haber aceptado la propuesta de Bill, ¿acaso su yo del pasado había sido tan tonto? Al parecer, si.

Unas horas más tarde, todos se fueron de la cabaña para ir a hacer las compras, pero se olvidaron de avisarle a Ford, quien seguía leyendo el libro de Bill. Derrepente, alguien tocó la puerta, pero el hombre lo ignoró, ya que pensaba que los otros iban a abrir la puerta, aunque cuando tocaron por segunda vez, se dio cuenta de que estaba solo en la cabaña. Salió de su cuarto y se dirigió a la puerta, pero antes de abrirla se percató de que estaba cerrada la cabaña del misterio, por lo que por unos momentos dudo en abrir, pero luego decidió abrir, total, ¿qué podría pasar, no? A la hora de abrir la puerta, lo vio, vio a esa figura triangular flotando en el aire, con una grieta en una parte de su "cuerpo" si se podría decir.

-¡¿BILL?!-Fue lo único que dijo Stanford al verlo.-

-¡Seis dedos!, ¿me extrañaste?-Dijo con tranquilidad y soltando una leve risa.-

-¿Yo extrañarte? En tus sueños.-Comentó con voz seria.-

-Oh vamos, seguro necesitabas mi compañía, alguien que te entendiera cómo lo hacia y lo hago mi querido amigo-Continuó Bill.-

-¡No te necesitaba! Figura torpe.-Luego de decir eso, unas cadenas aparecieron en el cuello y en los pies del hombre.-¡Ugh, suéltame! M-mierda...-

-¿No te gusta, cierto Fordsy?-Dice en un tono agudo mientras soltaba una leve risa.-Extrañaba ponerte esas bonitas cadenas, ¿tú no?-Preguntó.-

Ford no quiso hablar en ese momento, y menos con Bill, con ese ser que odiaba con toda su maldita alma.

-Responde.-Dijo Bill con un tono serio, esperando a que Ford cumpla con lo que el decía. Al darse cuenta de que el contrario no respondia, decidió apretarle más las cadenas que tenía, a ver si ahora le respondían.

-Nunca extrañé tus maltratos, ¿por qué lo haría?-Respondió finalmente Ford, soltando leves quejidos por la fuerza de las cadenas.-