STUPID BOSS [Pavelpooh]

✧ Capitula 09 ✧

Pavel se sujeta del volante, mirando desde
el espejo retrovisor la escena de padre e hijo riendo y conversando animadamente, ambos en su propia burbuja. Pavel escuchaba atentamente todo lo que Pooh y su pequeño hijo conversaban y se permite mirar el brillo en los inocentes ojos del menor al escuchar a su padre prometerle que le compraría algodón de azúcar y que ganaría cientos de peluches para él. El alfa sonríe inconscientemente, junto con una extraña sensación cálida en el pecho.

—¡Señor gruñón! — Dao le llama con una animada sonrisa—. ¿Ya llegamos?

Pavel sonríe y niega lentamente. Realmente prefería mil veces el apodo de “Phoom”.

—Aún no, pequeño —dice sin dejar de mirar al frente y sin borrar su sonrisa—. La feria está un poco lejos, está fuera de la ciudad — explica.

Dao asiente ante la respuesta con un ligero puchero en sus labios, pues aunque el realmente está emocionado por llegar ya a la feria, sabía que debía ser paciente.

Tal y cómo su papi le ha enseñado.

El camino no era para nada silencioso, había música infantil sonando en el auto, a petición del pequeño Dao quien con un simple puchero logró convencer a Pavel para poner música. Pooh tarareaba y miraba con una sonrisa brillante a su pequeño hijo, quien disfruba de la música y cantaba a todo pulmón con su vocecita ligeramente chillona.

Pero pronto el alfa da un ligero brinco desde su asiento al escuchar al omega y al pequeño chillar de emoción.

— ¡I got a ponytail, I got a pony tal! — comienza a cantar Dao con una gran alegría, mientras intentaba bailar desde su asiento la coreografía que su tío Topten le había enseñado.

—I got a p-p-p-p-p-p-p-ponytail — Pooh continuó agitando los brazos hacia el aire con Dao imitandole y siguiéndole cómo podía.

—¡Vamos señor gruñón! ¡Cante! —le dijo el pequeño Dao y sin pensarlo mucho Pavel se les unió, mientras reproducían una y otra vez aquella pegajosa canción infantil que el menor le comentaba una y otra vez que su tío Topten le enseñó.

Cuando finalmente llegan, Pavel apaga la música y estaciona su auto memorizando
en que fila del estacionamiento se estacionó. El alfa es el primero en salir y con grandes pasos rodea su auto para abrir la puerta del copiloto, ignorando la mirada confundida
de su asistente y simplemente le sonríe inocente. El pequeño Dao ya los espera con los brazos abiertos y con su bonito rostro expresando toda la emoción que sentía, pero esta vez no extiende sus brazos en dirección a su padre, si no hacia Pavel y este mira al omega pidiendole su permiso, pues el pequeño quería ser cargado por él.

—Está bien, puedes hacerlo — Pooh le da luz verde y el alfa asiente con una ligera sonrisa.

Pavel toma al pequeño en sus brazos después de desatarle el cinturón de seguridad a Dao. El menor suelta una risita al ser llevado por el alfa en sus hombros y prenden marcha hasta la entrada de la feria, con Pavel jugando con Dao al avión mientras que el pequeño extendía sus bracitos por los lados y el alfa hacia soniditos de avión con su boca. Pooh sólo iba detrás de ellos asegurándose de que su hijo no cayera de espalda, listo para extender sus brazos y salvarlo. El alfa paga las entradas y Pooh se compromete a pagar la cena, pese a saber que la invitación había sido hecha por el alfa.