Por ti, por mí... por ella

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Hello people!!

La verdad es que tenía este one shot escrito desde hace mucho, nació a raíz de un post hecho en el grupo de fb que es donde lo publiqué en primer lugar, no sé por qué no me había animado a dejárselos por aquí también.

Advierto que es algo pequeño, mega fluff y quizás un poco controversial si aprueban la relación entre Max y Kelly...

Espero que les guste, y si es así no duden en darle un poquito de amor ^^

Publicado 11/08/2024

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Por ti, por mí... por ella

Sergio exhaló un hondo suspiro, esbozando una sonrisa nostálgica, mientras recordaba aquella noche de domingo, tras el Gran Premio de Singapur, en que su relación con Max rebasó los límites de una bonita amistad.

Recordó aquel balcón de su habitación de hotel, bañado por los tenues rayos de la luna, la maravillosa vista que tenían de la ciudad, el eco de aquella confesión escapando atropelladamente de los labios del neerlandés...

—Te amo, Checo...

Su voz temblorosa, sus labios cálidos y tersos contra los propios, su cuerpo delicioso apretándose contra el suyo, sus entrecortados jadeos ahogados en su boca... cada detalle de esa noche se grabó a fuego en la memoria del mexicano, guardándose en su corazón como el más preciado e invaluable tesoro.

A partir de entonces construyeron un vínculo sólido, reforzado con amor y complicidad...

Pero en secreto.

Aunque Max estaba en una relación "estable" con Kelly Piquet, no la amaba. La razón por la que seguía con ella era Penélope, ya que el neerlandés había desarrollado un vínculo increíble con la niña desde su nacimiento, sanando sus propias heridas de infancia y a la vez llenando el vacío constante dejado por la negligencia de la brasileña. Sabía que si se alejaba, la pequeña quedaría aún más sola y vulnerable.

El tres veces campeón, se desvivía por colmar de atenciones a baby P.

Leía para ella todo tipo de cuentos antes de dormir con voces divertidas, cambiando los finales para hacerla reír. La llevaba al parque a jugar a sus juegos favoritos, persiguiéndola por los toboganes y columpiándola hasta que se mareaba de risa. La ayudaba con sus tareas preescolares, explicándole con paciencia la etapa inicial de las matemáticas y dibujando coloridos mapas para enseñarle a ubicarse en el mundo.

Penélope, a su vez, lo adoraba. Había comenzado a llamarlo "papá", buscando su consuelo y aprobación en todo momento. Sus ojitos brillaban de felicidad, cada vez que el rubio la abrazaba y le decía lo importante que era para él.

Su padre biológico, Daniil Kvyat, mantenía una relación cordial con la niña, pero había rehecho su vida lejos de ella y sólo cumplía con verla en sus cumpleaños o en ocasiones especiales. Ambos hombres no tenían problemas entre ellos, de hecho el ruso agradecía lo mucho que Verstappen la quería y la cuidaba. Una vez incluso, al despedirse luego de una videollamada de rutina con su hija, éste se sinceró:

—Me siento tranquilo, porque sé que Penélope te tiene en su vida, Max. Te agradezco tanto por nunca dejarla sola, por ser el padre presente que yo nunca he podido ser. Sé que la amas como si fuera tuya, y que nunca permitirás que nada malo le suceda.

—Es imposible no amarla, Daniil. Es una niña increíble y me siento afortunado de tenerla en mi vida —respondió el neerlandés, esbozando una cálida y sincera sonrisa.

Por ti, por mí... por ella (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora