Oh Good~

Las celebridades también usan el transporte público

¡Que nombre tan largo! el mas largo que he escrito en toda mi vida xDD

Esto es lo que he estado haciendo después de que salí de clases xD Disculpen por no actualizar las demás historias. 

De todas formas, espero no me odien y le den amor a esto :33

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No llegaba tarde, pero ciertamente me preocupaba la hora. Ya me había ganado una amonestación por llegar dos horas tardes en mi trabajo, incluso si tenía una buena excusa; aunque la realidad es que los entiendo perfectamente, ahora que el café se está haciendo tan popular necesitamos más personal, que atienda las mesas, y prepare las bebidas o postres.

Subí al bus y tome asiento en el único puesto vacío, revisé la hora, llegaría con incluso algunos minutos de adelanto. Deje salir mi respiración en un suspiro, un poco de vaho me abandonó y con ello algo vino a mí, siendo más específica, sobre mí.

La cabeza del chico a mi lado cayó sobre mi hombro. La reacción que supongo debí haber tenido es de apartarlo de mí y quizás insultarlo en el transcurso, pero lejos de eso, pensé en lo incómodo que parecía estar, por lo que puedo ver (que no es mucho) es endemoniadamente alto y yo soy exageradamente baja, no creo que la posición en la que está, con su cuello tan inclinado por culpa de la diferencia de altura, sea cómodo; además probablemente está muy cansado y si fuera yo no me gustaría que me empujaran bruscamente mientras duermo.

Lentamente me senté más derecha, dejando atrás mi usual joroba (lo que resaltaba mi pequeñez). Observé al chico, lleva un suéter tejido hasta el cuello y sobre el un abrigo, un tapabocas y una bufanda tejida roja envuelve su cuello.

Suspiro de nueva cuenta, relajándome y poniéndome cómoda en mí asiento, tomando en cuenta al chico sobre mí. Él se mueve un poco también, se acurruca un poco más y ¡Bam! La comodidad llegó. Saqué mi reproductor y conecté los auriculares.

Poco después pasó un chico alto, cobrando el pasaje, le mostré mi tarjeta de estudiante. Miró al chico y lo señaló indicándome que quería su pasaje. Hizo un gesto para despertarlo, pero negué, iba a hacerlo yo, pronto cambie de idea; busqué en mi mochila y pague por él. El otro chico simplemente siguió su camino cobrando a los demás pasajeros.

El resto del camino estuvimos así, prácticamente acurrucados el uno con el otro, y la verdad es que no me molestaba, había mucho frío y la calidez que él desprendía me hacía sentir bien, pero nada es eterno en el mundo. Mi parada se aproximaba.

Lentamente y tratando de no despertar al chico, me separé, me arrepentí al instante, estaba demasiado cómoda. Debido yo estaba del lado de la ventana, pase lentamente rozando sus largas piernas para salir.

Cuando iba exactamente delante de él, entre sus piernas, despertó.

Me congelé.

Se movió un poco antes de abrir los ojos y se quitó el tapa bocas. Miró al asiento donde antes estaba sentada, al no encontrar a nadie busco al frente. Me miró con sus ojos sonmolientos y lentamente me sonrió. Quedé estupefacta en mi lugar.

El chico era nada más y nada menos que Kwangmin, uno de los gemelos de la famosa banda Boyfriend.

Sentí mis mejillas calentándose. Con quien estaba acurrucada hace unos minutos era...

—Hola —me dijo. Mis piernas flaquearon, casi caigo sobre él. Salí rápidamente de entre sus piernas y pedí disculpas.

El bus paró. El conductor me hizo señas, preguntándome si me bajaría, ya me conoce y sabe que esta es mi parada. Asentí y mis piernas corrieron fuera del vehículo. Dejé salir todo el aire que no sabía que retenía. ¿Ese realmente había sido Kwangmin? El autobús detrás de mi avanzó y volví a suspirar.

— ¿No me digas que estabas huyendo de mí? —dijo una voz a mi espalda, cuando voltee, él estaba ahí. ¿Esto es real?, negué lentamente, él sonrió—. Qué bueno.
Miró detrás de mí, el café donde trabajo.

—Me gustaría agradecerte de alguna manera; dormí de maravilla gracias a ti —me sonrió—. ¿Te invito un café? —Asentí quedamente—. ¿Hablas? —Asentí.

Carraspee un poco: —Uh, sí.

Él volvió a sonreír. Entramos al café y se sorprendió al enterarse que trabajaba allí, pidió por favor ¿podrías dejar que esta linda señorita cuyo nombre aun no sé, se siente conmigo? y ya que es fan del grupo no pudo negarse.

—Neul Yang Mi —dije y volvió a sonreírme.

—Lindo nombre.

Estuvimos allí un rato, hablando, conociéndonos mejor, me agradeció el no haberlo aventado lejos cuando se durmió y me dijo que no había podido dormir bien esos días, y que esa pequeña siesta le cayó excelente, además que dijo que era suave. Luego de unas horas se despidió, pero antes de irse, pregunto:

— ¿Puedo volver algún día? —Asentí, él sonrió—. Cuando vuelva, quiero que seas tú quien me atienda —Guiñó un ojo y desapareció por la puerta.

Desde entonces ha estado yendo casi todos los días. Sonriéndome encantadoramente y matándome de amor.