°•Day 1: "Porque al fin y al cabo el amor siempre triunfa"•°

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¡ADVERTENCIA!

Este capítulo contiene material explícito, osea +18. Leer vajo tu propio riesgo. También contiene Omegaverse, o "Omegaverso"; como decía en la guía.

Tema: Omegaverse

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"Porque al fin y al cabo el amor siempre triunfa"

Ambos cuerpos. Sudados y pegajosos. En una habitación bañada en feromonas dulces y embriagantes. Se sentía el calor. Ambos cuerpos generando todo tipo de sonidos obscenos. Un Alfa y un Omega que decidieron esconder su amor del mundo, por lo mal visto que era.

Cada vez que estaban juntos en público debían aparentar ser solo conocidos. Ser solo Keigo y Toya. Pero cuando estaban solos... Eran Hawks Y Dabi. Simplemente ellos dos y su infinito amor que hiba más allá de la lujuria y el placer.

¿Esto estaba bien? Pues no. ¿Esto es lo que su corazón quería? Claro que sí. Se preguntaba Keigo constantemente.

一Ya es tarde para regresar, pero no me arrepiento... -pensó Keigo mientras sentía el tacto de Toya y sus gruesas manos por todo su cuerpo-

¿Pero como fue que llegamos a esto?

Pues verán, Toya es el hijo mayor de un gran Alfa empresario y millonario, Enji Todoroki. Pero para mantener lasos, este mismo hombre le arreglo un matrimonio a su hijo. Este no podía mostrar resistencia.

Lo comprometieron con el hijo único de otra familia adinerada. Geten Himura, un omega de rasgos muy afeminados. Cabello blanco y lasio, pestañas de este mismo color y ojos grises.

Toya nunca pudo experimentar lo que era el amor de verdad. Nunca se enamoró de verdad. Oh eso hasta que conoció a Keigo, un Omega rubio, de ojos más brillantes que el mismísimo oro. Fue más que un flechazo.

Mientras que Keigo, solo era un omega común y corriente. No era alguien muy inusual. Pero si tenía una relación y una marca, de un Alfa que no amaba.

Porque su padre lo vendió cuando apenas era muy joven. Le tocó aguantar todo tipo de maltrato y humillaciones.

Pues fue como cortarle las alas a un pájaro. Fue como arrebatarle su libertad, y junto con ella, la esperanza y la capacidad de soñar. Aprendió la crueldad de este mundo a muy temprana edad. Ya que sus padres nunca lo amaron, y mucho menos ese Alfa al que lo habían vendido.

Sentía que su vida era una mierda, solo quería morirse. Porque sabe que realmente nunca le importó a nadie. Oh eso creía, hasta que conoció a Toya. Un Alfa de cabellos azabache como la noche. Ojos azules y profundos como el mismísimo mar. Un mar en el que ama perderse cada vez que lo ve.

Pero en sí, todo comenzó en una tarde de otoño como cualquier otra. Lo típico de Otoño. Tonos naranjas y amarillentos. Y las hojas secas que desprendían los árboles por aquí y por allá.

一Que frío está haciendo últimamente... -se quejó Toya, no es muy fan de este clima-

De pronto la vista de Toya se centro en una cafetería cerca de allí. Parecía acogedora, según el.

Así que decidió ir. Esta estaba principalmente pintada de tonalidades de rojo. Pero el que más resaltaba era el rojo vino. Un par de alas se verían muy lindas con ese color ahora que lo piensa bien.

Y su instinto no le fallaba, al entrar y sentir la pequeña campanita sobre la puerta sonar todo se sentía más cálido. Una pequeña sensación de satisfacción se asentó en su pecho, como una pequeña llama de fuego.

°•Hotwings - Dabihawks Week 2024•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora