FOUR

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A Xiao en serio no le gustan las multitudes y estar en el festival de las liternas, en el centro de la ciudad, no es una buena idea. Antes de comenzar su relación amorosa con el Arconte, siempre quedaba satisfecho con ver el festival desde las montañas, porque la gente en masa lo agobia.

—Por favor, sólo daremos un paseo—. Xiao quiere decir que no, realmente no quiere hacerlo, exponerse ante la multitud.

—¿Debemos? Usted sabe que no me gustan los lugares llenos—. Zhongli sonríe ante el puchero inconsciente que hace su lindo prometido.

—Hagamos esto entonces—. El ex-Arconte le extiende la mano.—Estaremos lejos de la multitud, no ingresaremos totalmente ¿bien?—. Xiao no puede decirle que no.

—Un paseo corto—. Susurra tomando la mano del pelimarrón, quien besa su frente cariñosamente.

Ante la afirmación de salir, Zhongli prepara algunas cosas, una botella de agua fría, algunos dulces para su pareja y moras para comprarle cosas aunque Xiao siempre se negara.
Caminan a paso lento, hay niños jugando, adultos decorando y alguno que otro conocido también ayudando.

Lo primero que Zhongli le compra a Xiao es un ramo de flores junto a una cajita de chocolates. El adeptus es alguien que no puede decirle que no a su prometido, este siempre encuentra razones para que él se quede con los regalos.

No obstante, con los presente en sus manos y las mejillas sonrojadas por el detalle, su cuerpo se eriza al oír el bullicio de la gente en el muelle tan transitado de la ciudad. El sudor frío recorre su cuerpo, aunque no lo expresa en sus facciones, se siente muy incómodo, demasiado y el sólo pensar que su karma pueda dañar a alguien en la multitud, le carcome la cabeza.

Sus ojos dorados se desvían al sonido de una risa dulce e infantil, una pequeña niña de unos máximo cinco o menos años juega con un cometa en forma de megaflora, un alto hombre la regaña que no corra muy rápido y una hermosa mujer se ríe junto a la niña cuidando sus pasos para evitar que se haga daño.

Una familia... tradicional y perfecta, mira los regalos en sus manos, flores hermosas, una caja de chocolate delicioso ¿se lo merece? Su mirada se desvía hacía Zhongli, el hombre perfecto para cualquier mujer ¿porqué esta a su lado? ¿Porqué Zhongli esta comprometido con él? Un adeptus con muchas muertes en sus hombros, un karma diario que lo hace sufrir, una sed de sangre que no es posible saciar y no con una hermosa mujer, capaz de darle todo lo que desea, un hogar cálido, una persona estable y una familia, la vida perfecta para un Dios como el pelimarrón ¿porqué entonces? Sus pupilas del color del sol miran hacía el suelo, parece tan... triste.

—¿Cariño?—. Zhongli cuestiona hacía el bicolor al verlo tan perdido en sus propios pensamientos.

Xiao alza la cabeza al oír la voz cariñosa del ex-Arconte hacía su persona, sus ojos se humedecen. Él no lo merecía, no merecía ser pareja de Zhongli y mucho menos estar comprometido con él a menos de dos meses de celebrarse la boda, él no puede hacerlo feliz.

—¿Qué pasa Xiao?—. El pelimarrón pregunta exaltado cuando ve los ojos vidriosos de su pareja.

—¿Te sientes mal? Vamos a un lugar sin menos gente—. Xiao quiere decir que ese no es el problema, Zhongli no le da tiempo para tal cosa llevándolo de la mano a un lugar más apartado.

Su prometido lo hace sentarse en unos escalones de una casa cualquiera, acariciándole el dorso de la mano con los pulgares, una pequeña sonrisa en su atractivo rostro, haciendo que el corazón de Xiao duela en su pecho.

—¿Qué paso amor? Siento mucho sí te presione—. Zhongli no termina de hablar cuando la voz casi rota de Xiao lo interrumpe.

—No, no fue eso, yo sólo... usted merece a alguien más—. El rostro de su prometido frente a él muestran puro disgusto y confusión ante sus palabras.

ɪɴᴇꜰᴀʙʟᴇ | zhongxiaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora