Cinco

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Chigiri toco el timbre de la gran mansión de los Mikage, le abrió la nana de Reo y al verlo con un pastel en sus manos, supo lo que significaba así que lo dejo pasar con una sonrisa.

-Buen día, Joven Chigiri.-Le dice la señora.

-Buen día.-Saludó el y entró a la vivienda.

-Reo está en su habitación, puedes subir.-Le indica la mujer y Chigiri asiente para luego subir las escaleras.

Abre la puerta de la habitación de Reo y lo ve tirado en su cama viendo el techo fijamente con una cara sin expresiones, Chigiri al verlo se sienta en la cama al lado de el.

-¿Estas muerto?-Pregunta con una sonrisa.

-Semi.-Responde Reo sin voltear a verlo.

-¿Y eso? ¿Que pasó?-Pregunta mientras ve como Reo se sienta en la cama y se talla la cara.

-Nagi... El me envió un mensaje de feliz cumpleaños en la pura media noche.-Dice con la mirada baja.

-Ay, Reo... pues supongo que le respondiste, ¿no?-Se cruza de brazos.

-Si, no podía ignorarlo, sería muy inmaduro de mi parte.

-En eso tienes razón, ¿Pero no hizo para sacarte más plática?-Pregunta mientras juega con su propio cabello en su dedo.

-No, solo fue el "Feliz cumpleaños", nada más, tal parece que solo lo hizo por obligación por los años de amistad.-Hace un ligero puchero.

-Bueno, por lo menos solo fue eso, quizás el también lo entendió.-Pone su mano en el hombro de Reo para intentar reconfortarlo.

-Si, tal parece que también tuvo la madurez de entenderlo.

•••

Nagi estaba sentando en su habitación mientras abrazaba sus rodillas, el siempre había estado solo y estaba acostumbrado, más nunca se había dado cuenta lo que era sentirse solo.

Miraba y miraba su teléfono donde tenía el mensaje de felicitaciones que le había mandado en la noche, también el día anterior espero hasta que llegara la media noche para mandarle el mensaje y solo recibió un "gracias, Nagi", todo eso lo estaba haciendo sentir mal.

Ya ni siquiera le había respondido a Isagi debido a lo que había pasado, se sentía estúpido por no darse cuenta y se sentía solo por haber perdido a Reo, y más ese día que era el cumpleaños de Reo, en sus anteriores cumpleaños solían salir a comer, jugaban videojuegos o incluso se iban de viaje en carretera, pero hoy estaría fuera de este.

Pero Nagi iba a hacer algo, el regalo que había estado preparando para Reo desde una semana antes de su discusión y de que se hubieran dejado de hablar. Su regalo era una pulsera que el había hecho con cuarzos blancos y morados, para ser Nagi le había costado bastante hacerlo y por eso no quería que su esfuerzo fuera en vano.

Se metió a bañar, se puso una camisa blanca que le había regalado Reo junto con unos pantalones negros cargo que también le había regalado el peli morado al igual que el perfume que se puso.

Salió de su casa y tomó un taxi hasta la casa de Reo, una vez bajo y se paró frente a la puerta, tembló un poco antes de tocar el timbre. Espero unos momentos y luego le abrió la puerta la nana de Reo.

-Oh, hola, joven Nagi, tenía tiempo que no te veía por aquí, pasa, Reo está en su habitación con Chigiri.-Le dice la mujer que aún no estaba enterada de nada.

-Si, gracias...-Nagi pasa a la casa y se sienta en el sofá.

-¿No subirás?-Pregunta la mujer.

-No, de echo... ¿podría hablarle a Reo por favor?-Dice con nerviosismo.

-Si, claro, voy por el.-La mujer comienza a subir la escaleras.

Arriba, Reo y Chigiri estaban en una llamada con Zantetsu el cual llamó para felicitar a Reo y también para reclamarle de que el guion que le había hecho Reo para que pudiera confesarse a Niko había fallado porque estaba escrito en letra cursiva y se le complicó mucho poder estudiarlo.

Mientras se reían, la nana de Reo toco la puerta y Reo le abrió, se le hizo extraño verla subir ya que la mujer nunca iba a su habitación y menos cuando tenía visita pero aún así le sonrío.

-¿Que pasa, nana?-Pregunta.

-El joven Nagi te espera abajo, Reo.-Reo se quedó helado al escucharla y Chigiri casi suelta un grito.

-¿Q-que hace el aquí?-Pregunta tartamudeando, claramente en shock.

-No lo sé, creo que es por su cumpleaños, creo que debería ir a verlo.-Reo suelta un suspiro cuando su nana dice eso y asiente.

-Voy.-Comienza a bajar la escaleras y ve a Nagi sentando en el sillón.

-Hola, Reo.-Se pone de pie nomas lo ve.

-Hola, Nagi, ¿que haces aquí?-Pregunta mientras se pone frente a el.

-Vine a darte algo.-Le dice mientras Reo lo veo con curiosidad.

-¿Que cosa?-Pregunta.

-Es un regalo... pero antes, ¿puedo darte un abrazo de cumpleaños?-Nagi extiende sus brazos.

-Nagi...

-Por favor.-Lo mira a los ojos, en serio se veía que quería.

-Bueno...

Reo se acerca a Nagi y este lo envuelve con sus brazos en un abrazo necesitado, sentir el olor del otro les hizo que les doliera un poco el pecho y sintieran también algo de nostalgia y melancolía.

-Feliz cumpleaños, Reo.-Dice en el abrazo.

-Gracias, Nagi.-Reo se separa del abrazo y ambos se sientan en el sofá.

-Bueno, el regalo que te quería dar.-Saca de su bolso la pulsera y se la entrega, al verla, Reo se queda sorprendido ya que Nagi odiaban esforzarse y que hiciera eso era muy sorprendente.

-Gracias, Nagi.-Le dice Reo.

-De nada, y pues... también quería pedirte si podemos hablar mañana en algún lugar, hoy no porque no quiero interrumpirte más en tu visita.-El pelo blanco pone sus manos atrás de su espalda.

-Oh, si, lo veré.-Le responde Reo.

-Bueno, nos vemos, Reo.-Se acerca a el y le da un abrazo que Reo apenas y alcanza a corresponder.-Nos vemos luego, feliz cumpleaños.-Nagi se dirige a la puerta y sale de la casa.

-Adiós...-Es lo único que dice Reo mientras lo ve irse.

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⏰ Última actualización: Aug 11 ⏰

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