Abusos.

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💐 Capítulo 4. 💐

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El clon de Reiko se lanzó hacia Akaza con una velocidad impresionante, sus movimientos eran un reflejo perfecto de la original. Akaza, con una sonrisa desafiante, bloqueó el primer ataque con facilidad, pero pronto se dio cuenta de que "Reiko" no era una oponente común.

Mientras tanto, la verdadera Reiko observaba desde su escondite detrás de las puertas, su corazón latiendo con fuerza. Sabía que cualquier error podría ser fatal, tanto para ella como para su clon. La tensión en el aire era palpable, y cada golpe resonaba como un trueno en la silenciosa noche.

El clon de Reiko desató una serie de ataques rápidos y precisos, obligando a Akaza a retroceder. Sin embargo, Akaza no era alguien que se dejara intimidar fácilmente. Con un rugido, contraatacó con una fuerza brutal, rompiendo el suelo bajo sus pies.

Reiko, desde su escondite, apretó los puños. Sabía que debía intervenir en el momento justo, pero también comprendía que su clon necesitaba demostrar su valía. La batalla continuaba, cada movimiento era una danza mortal entre la vida y la muerte.

El clon de Reiko, con una determinación feroz, esquivó el ataque de Akaza y contraatacó con una patada giratoria que impactó en el costado del demonio. Akaza gruñó, sintiendo el dolor, pero su sonrisa no desapareció. Al contrario, parecía disfrutar del desafío.

-Impresionante.- dijo Akaza, limpiándose un hilo de sangre de la boca. -Pero necesitarás más que eso para derrotarme.-

El clon de Reiko no respondió con palabras, sino con acciones. Sus movimientos eran fluidos y precisos, cada golpe dirigido a los puntos vitales de Akaza. La verdadera Reiko, observando desde su escondite, sintió una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que su clon estaba dando todo de sí, pero también conocía la fuerza abrumadora de Akaza.

De repente, Akaza cambió su táctica. Con una velocidad asombrosa, se acercó al clon de Reiko y lo atrapó con un agarre bastante fuerte. .-Veamos cuánto puedes resistir.- murmuró, apretando con fuerza.

El clon de Reiko luchó por liberarse, pero la fuerza de Akaza era abrumadora. La verdadera Reiko, sintiendo la desesperación de su clon, supo que era el momento de intervenir. Con un movimiento rápido, el clon se convirtió en humo, desapareciendo dejando a Akaza confundido.

Reiko, con el corazón latiendo con fuerza, se preparó para la batalla. Sabía que enfrentarse a Akaza no sería fácil, pero estaba decidida a ganarle y demostrar su fuerza.

Akaza, estaba listo para continuar la batalla, pero antes de que pudiera moverse, una presencia abrumadora llenó el lugar.

Muzan Kibutsuji apareció de la nada, su aura oscura y poderosa hizo que el aire se volviera pesado. -Suficiente.- ordenó con una voz fría y autoritaria. Akaza se detuvo de inmediato, inclinando la cabeza en señal de respeto.

-Has hecho bien, Akaza.- dijo Muzan, sus ojos rojos brillaban con satisfacción. -Has logrado que Reiko muestre su verdadero poder. Pero ahora, la pelea termina aquí.-

Reiko, aún temblando por la pesadez que la presencia de Muzan emitía, sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que esta solo significaba problemas. Con un gesto de su mano, Muzan hizo que Akaza se retirara, y luego se acercó a Reiko.

-Tu potencial es interesante.- murmuró Muzan, observándola con una mezcla de curiosidad y desdén. -Pero necesitarás mucho más que eso para ser útil para mí.-

[...]

Pasaron los meses, y la vida de Reiko se convirtió en un infierno constante. Muzan, junto con las lunas superiores Kokushibo, Douma y Akaza, la sometieron a un sinfín de torturas físicas, mentales y lastimosamente, sexuales. Cada día era una nueva prueba de resistencia, y cada noche, un recordatorio de su fragilidad.

Kokushibo, con su mirada penetrante, la obligaba a entrenar hasta el agotamiento, criticando cada error con dureza y castigando con azotes en su espalda por cada equivocación que ella cometia.

Douma con su sonrisa cruel, jugaba con su mente, llenándola de dudas, complejos y miedos, abusandola sexualmente disfrutando de los llantos y quejidos que Reiko hacía cada vez que él la dominaba.

Akaza, por su parte, no perdía oportunidad de demostrar su superioridad, golpeándola sin piedad y torturandola en cada enfrentamiento.

Muzan observaba todo desde las sombras, evaluando cada progreso y cada fracaso, participando de los abusos por momentos con tal de liberar el estrés.

Para Reiko, cada día era una lucha por sobrevivir, pero también una oportunidad para fortalecerse y encontrar una forma de escapar de su tormento.

Muzan, intrigado por la resistencia, velocidad y fuerza de Reiko, decidió que ella sería el sujeto perfecto para sus experimentos. A pesar de no haber consumido humanos, Reiko mostraba habilidades excepcionales, y Muzan estaba decidido a descubrir el secreto detrás de su poder.

Cada día, Reiko era llevada a una cámara oscura y fría, donde Muzan la sometía a una serie de experimentos dolorosos. La inyectaba con diversas sustancias, algunas de las cuales causaban un dolor insoportable, mientras que otras la dejaban en un estado de confusión y debilidad. A veces, las inyecciones parecían fortalecerla, pero otras veces, la dejaban al borde de la muerte.

-Tu resistencia es notable.- murmuraba Muzan mientras observaba sus reacciones. -Pero aún hay mucho que descubrir.-

Reiko soportaba el sufrimiento con una determinación férrea. Sabía que cada día que sobrevivía era una pequeña victoria, aunque el precio fuera su propio dolor. Los experimentos no solo afectaban su cuerpo, sino también su mente. Las constantes inyecciones y torturas la dejaban en un estado de vulnerabilidad, pero también la hacían más fuerte de maneras que ni ella misma comprendía.

Con el tiempo, Reiko comenzó a notar cambios en su cuerpo. Su fuerza aumentaba, y su velocidad se volvía aún más impresionante. Sin embargo, también había efectos secundarios. A veces, su visión se nublaba, y otras veces, sentía un dolor agudo en sus extremidades. No sabía si estos cambios serían beneficiosos o perjudiciales en el futuro, pero estaba decidida a sobrevivir y encontrar una manera de escapar de su tormento.

Muzan, por su parte, continuaba con sus experimentos, cada vez más fascinado por los resultados. -Eres un espécimen único, Reiko.- decía con una sonrisa fría. -Y descubriré todos tus secretos, sin importar cuánto tiempo tome.- dijo mientras tiraba a Reiko al suelo y empezaba a despojarse de sus ropas.

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⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

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𝐑𝐞𝐬𝐩𝐥𝐚𝐧𝐝𝐨𝐫 𝐍𝐨𝐜𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨. ☽ [Kimetsu no Yaiba +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora