Han Seo-jun (parte 1)

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Nota de su besti: me dio un coraje escribir esto, la re viví, pero no importa.
* Las letras cursivas son pensamientos de los personajes en el momento * disfruten!

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POV Kim Ji-eun

No era la primera vez que sentía algo como esto, algo a lo que se conoce como soledad, porque eso es lo que sentía después de la muerte de Se-yeon. Algo en mí se rompió ese día, pero a los que más les afectó fue a mi hermano y al que consideraba mi mejor amigo. Intenté ayudarlos a salir adelante, claro que lo hice, pero la única que acabó destrozada y desilusionada fui yo.

Mi hermano mayor por un año, Lee Su-ho, siempre había estado conmigo. Cualquiera que nos hubiera visto en esos tiempos habría pensado que éramos inseparables y que nada nos podía separar. Qué ingenua fui
Después de la muerte de Se-yeon, él se volvió distante y frío, convirtiéndose en prácticamente un fantasma en mi vida.

Y luego estaba Jun-jun, o bueno, Han Seo-jun, el chico que siempre había sido mi refugio cuando Su-ho no estaba. Éramos inseparables, los cuatro unidos. Pero todo cambió aquella noche. Desde que Se-yeon nos dejó, Seo-jun también lo hizo; se alejó de mí, al igual que mi hermano. Estaba atrapada en un vacío, sin saber a quién recurrir.

Cuando Seo-jun volvió a la escuela, mi mirada se iluminó por primera vez en meses. Al inicio solo me ignoró, como pensaba que lo haría, pero con solo verlo me bastaba, hasta que un día, de la nada, se acercó a mí. Creo que fue el día más feliz que tuve después de meses, aunque algo era diferente, algo en él había cambiado. Su sonrisa era diferente, sus palabras tenían un tono que no reconocía. Pero, aun así, cuando me habló, cuando volvió a estar cerca de mí, sentí que algo en mi interior despertaba. Era como si una parte de mí que había estado dormida volviera a la vida después de tanto tiempo.

Con el pasar de los meses, sus miradas se hicieron más intensas, sus gestos más dulces, y aunque sabía que algo no estaba del todo bien, me dejé llevar y terminé enamorándome profundamente de él, del que consideré durante toda mi vida mi mejor amigo. Estaba enamorada, lo sabía, lo sentía en cada fibra de mi ser, y ya no había nada que lo cambiara.

Pero entonces, la verdad salió a la luz. La razón por la que había vuelto a hablar conmigo, la razón por la cual me enamoró. Cuando lo supe, sentí como si me hubieran arrancado el corazón. Todo había sido un juego, un simple plan para molestar a mi hermano. Jamás en mi vida me había sentido tan traicionada. Todo mi amor, toda mi esperanza, habían sido una mentira. Y así, estaba de vuelta en mi habitación en profunda soledad. Las lágrimas ya ni siquiera caían; ya estaba harta de llorar. Solo me quebré, y ya no sentí nada.

POV de Han Seo-jun

Desde la muerte de Yoon Se-yeon, todo cambió. El dolor, la culpa, el enojo... todo se mezclaba, y no sabía cómo lidiar con ello. Y en medio de todo ese caos, solo había una cosa clara: tenía que hacer que Lee Su-ho sufriera por lo que causó.

Fue entonces cuando pensé en Kim Ji-eun. Sabía que Su-ho la adoraba. Aunque se mostraba distante y frío con todos los demás, siempre tenía un lugar especial para su hermana menor. En ese momento, pensé que la mejor forma de herirlo era a través de ella. Cómo me arrepiento de ese estúpido plan.

Me acerqué a Ji-eun con la intención de usarla. Al principio, fue sencillo. Conocía sus gustos, sus debilidades, y cómo hacerla sonreír. Ella confiaba en mí, y eso me facilitó las cosas. Pero, a medida que pasaban los días, algo en mí comenzó a cambiar. Las conversaciones que tenía con ella dejaron de ser solo un medio para un fin. Empecé a disfrutar de su compañía, de su risa, de la manera en que su rostro se iluminaba cuando hablábamos de cosas triviales.

No me di cuenta de cuándo, pero en algún momento mi corazón comenzó a latir más rápido cada vez que la veía. La chica que una vez solo veía como un peón en mi juego de venganza se convirtió en alguien en quien no podía dejar de pensar. Sus palabras me consolaban en noches de insomnio; su presencia me daba una paz que no había sentido en mucho tiempo.

Pero la realidad siempre estaba ahí, acechando en la sombra. Sabía que todo lo que había construido con Ji-eun estaba basado en una mentira. La culpa me carcomía, pero cada vez que intentaba alejarme de ella, sentía que algo en mí se rompía. Al final, me di cuenta de que me había enamorado de ella, pero para entonces ya era demasiado tarde.

El día que supo la verdad, vi cómo toda la confianza y el afecto que había construido entre nosotros se desmoronaba en un instante. Su rostro se llenó de dolor y traición, y fue entonces cuando comprendí la magnitud de lo que había hecho. No solo había herido a Su-ho, también había destrozado a la única persona que había comenzado a devolverme la luz en medio de tanta oscuridad.

Las palabras se atascaban en mi garganta, incapaz de explicar lo que realmente sentía. Quise decirle que todo había cambiado, que ya no era un juego, que realmente me importaba. ¿Cómo podía esperar que me creyera? Yo mismo había causado esto; tal vez merecía no tenerla. Ella merece algo mejor.

Después de ese día, Ji-eun comenzó a actuar de otra manera, una manera tan distinta, como si fuera otra persona. Ya no era la dulce chica que ayudaba al que lo necesitara, la chica que esparcía alegría a todos y que con su risa los contagiaba. No, esa chica ya no estaba. Ahora era fría y distante, casi como una copia de Su-ho, pero mucho más fría. Todos notaron su cambio, pero nadie hizo nada, solo la vieron apagarse cada vez más.

Quería acercarme a ella, pedirle perdón, rogarle que me diera otra oportunidad, pero sabía que no era tan simple.

El tiempo pasó, y mientras veía cómo Ji-eun se apagaba cada vez más, me di cuenta de que mis sentimientos por ella eran reales. Tan reales que dolían. Dolía no tenerla cerca, dolía no sentir su risa, su presencia, todo ella. La necesitaba. Pero ahora, solo por una estúpida venganza, la perdí, y tal vez para siempre.

 Pero ahora, solo por una estúpida venganza, la perdí, y tal vez para siempre

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⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

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