Xo, Kitty-Lynn Loud Jr

XO 010

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A FAVOR

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El día de la cena familiar con el abuelo Loud y Mick Swagger se acercaba rápidamente, y tanto Kitty como Lynn sentían la presión acumulándose sobre ellas. Aunque intentaban mantener una fachada de calma, ambas sabían que la cena sería un desafío, especialmente con la presencia de Mick y toda la familia Loud reunida.

Kitty estaba en la biblioteca, hojeando un libro que no lograba captar su atención. Sus pensamientos estaban completamente concentrados en la cena de esa noche. El nerviosismo crecía con cada minuto que pasaba, y solo una persona podía ayudarla a sobrellevarlo.

Decidida, Kitty cerró el libro de golpe y se dirigió a buscar a Thea. La encontró en el pasillo, hablando con algunos compañeros de clase.

—Thea, ¿puedo hablar contigo un momento? —dijo Kitty, tratando de sonar casual, aunque su voz temblaba ligeramente.

Thea notó la tensión en Kitty y se despidió rápidamente de sus amigos antes de acercarse.

—Claro, Kitty. ¿Qué pasa?

Kitty respiró hondo antes de responder.

—Es sobre la cena de esta noche en casa de los Loud. Ya sabes, va a estar toda la familia, incluido mi hermano Mick… Y bueno, la verdad es que estoy muy nerviosa.

Thea arqueó una ceja, notando la incomodidad de su amiga.

—¿Nerviosa? Pero si tú eres la que siempre está tranquila y relajada.

Kitty dejó escapar un suspiro, bajando la mirada.

—No esta vez. Es diferente cuando tienes que mantener una mentira frente a toda la familia. No sé si podré manejarlo sola, y… bueno, pensé que tal vez podrías venir también. No sé si podré dormir tranquila después de toda esa tensión, y tu presencia me ayudaría mucho.

Thea sonrió suavemente, asintiendo.

—Entiendo. No te preocupes, Kitty. Claro que iré contigo. No te dejaré sola en esto. Además, sería divertido ver cómo Mick se da cuenta de todo.

Kitty soltó una pequeña risa, aunque la preocupación seguía en sus ojos.

—Gracias, Thea. De verdad, no sé qué haría sin ti.

En otro rincón de la escuela, Lynn estaba en el gimnasio, tratando de distraerse con un poco de ejercicio. Sin embargo, su mente no dejaba de pensar en la cena que se avecinaba. Sabía que su familia estaría observándola de cerca, y la idea de pasar toda la noche manteniendo la farsa la ponía muy nerviosa.

Después de un rato, Lynn decidió que necesitaba apoyo para sobrevivir a la noche. Se dirigió al vestuario, donde sabía que Margo estaría descansando después de la clase de educación física.

—Margo, ¿tienes un minuto? —preguntó Lynn, asomándose por la puerta.

Margo, que estaba bebiendo agua, levantó la vista y sonrió.

—Por supuesto, Lynn. ¿Qué necesitas?

Lynn entró, cerrando la puerta detrás de ella para asegurarse de que nadie más escuchara.

—Es sobre la cena de esta noche en mi casa. Van a estar todos, incluyendo a mi abuelo y a Mick Swagger. Y, bueno, creo que no voy a poder con los nervios.

Margo se inclinó hacia adelante, interesada.

—¿Nerviosa? Eso no es propio de ti, Lynn. Siempre estás dispuesta a enfrentar cualquier cosa.

Lynn dejó escapar un suspiro, apoyándose contra la pared.

—Lo sé, pero esta vez es diferente. Tengo que mantener la mentira frente a todos, y no quiero arruinarlo. Y… necesito que me acompañes. No quiero estar sola en esto. Sé que podría perder la calma, y tenerte allí me ayudaría mucho.

Margo la miró con comprensión, asintiendo lentamente.

—Lynn, sabes que siempre te apoyo en todo. No te preocupes, estaré allí contigo. No vamos a dejar que esta cena nos gane.

Lynn sonrió, aliviada de tener a su amiga a su lado.

—Gracias, Margo. De verdad, esto significa mucho para mí.

Esa noche, Kitty y Lynn se preparaban para la cena con sus familias, ambas más tranquilas sabiendo que no estarían solas. Thea y Margo habían aceptado acompañarlas, dispuestas a apoyarlas en lo que podría ser una de las noches más complicadas de sus vidas.

Kitty, vestida de forma elegante, se miró al espejo antes de salir de su habitación. Tomó su teléfono y envió un mensaje rápido a Thea, agradeciéndole nuevamente por estar allí para ella. Sabía que la noche sería difícil, pero con su amiga a su lado, sentía que podría manejarlo.

Lynn, por su parte, ajustó su camisa mientras se miraba en el espejo. Estaba decidida a mantener la compostura, pero el hecho de tener a Margo cerca le daba la confianza que necesitaba. Sabía que, sin importar lo que sucediera esa noche, tendría a su amiga para apoyarla.

Mientras ambas chicas se dirigían a la sala para unirse a sus familias, sabían que la verdadera prueba estaba a punto de comenzar. Pero con el apoyo de Thea y Margo, sentían que podrían superar cualquier cosa, incluso la cena familiar más tensa de todas.