En el año de 1950 una vez vivió un joven llamado Miles este tenía los ojos más hermosos que alguna vez hallas visto y el cabello rubio que podría ser más valioso que el oro mismo.
Su vida comienza como un cuento de hadas lleno de felicidad, bondad y...
Bueno continuamos con las hermosas aventuras de nuestros dos caballeros que les prepara el destino en su próxima velada lo veremos. Pero antes una pregunta.
¿Cómo se llama el príncipe de Cenicienta?. Asi sin más....
¡¡¡COMENZEMOS!!!
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Miles continuaba con su rutina, levantarse antes que el sol, limpiar, soportar los maltratos de su familia adoptiva y así. Aunque no todo era tan miserable tenía los bellos recuerdos de su velada con Sonic, no esperaba que su siguiente velada fuera tan pronto,(que por cierto ya había pasado una semana desde esa velada).
Así que fue una gran sorpresa viendo a un chico con cabello azul llamándole mientras se escondía en un arbusto.
Sonic: Miles....Miles! Estoy por aquí.
El rubio se quedo un poco en shock metió la basura en el basurero y se acercó al arbusto hablante, allí miro como el pelo-azul le sonreía de una manera emocionada como una mascota cuando ve llegar a su dueño.
Miles: Sonic ¿qué haces aquí? Y sal de ese arbusto te puede picar algo.
Sonic refunfuño pero se puso su capucha y salió del arbusto como le había indicado el rubio.
Miles: bueno ¿qué hace aqui? Y ¿Cómo supiste donde vivo?.
Sonic: pues quería volver a verte ademas tengo mis trucos. Entonces quería ver si querías ir a caminar esta tarde conmigo.
Miles: e-esta tarde?
Sonic: solo si puedes si no puedes esta bien solo volveré a mi aburrida y desdichada vida...
Sonic dio la vuelta alejándose lentamente mientras hacía un drama, Miles sonrió mientras rodaba los ojos divertido puso su mano en el hombro de Sonic y este volteo a verlo.
Miles: claro que quiero ir.
Sonic sonrió mientras sus ojos se iluminaban, abrazo a Miles lo cual este ni supo como reaccionar y se fue ya que escucho que lo buscaban, el rubio se quedó allí sorprendido pero feliz hasta que recordó que tenía que hacerles el té a su madrastra e hijastras. La sonrinsa de Miles durante el día creció junto con una mirada soñadora imaginando que harían en esta caminata.
El sol subió a lo más alto indicando que era las doce del medio día en otra palabras ¡Almuerzo!. Miles sirvió el almuerzo y arreglo la mesa y llamo a su familia lo cual está bajo pero un poco más arregladas de lo normal.
Adela: mil disculpas Miles es que nos invitaron a una fiesta, entonces...
Cristin: qué hoy no vamos a comer tu asquerosa comida!.
Ranzela: sshh Cristin, aun que es cierto bueno no volveramos hasta tarde, termina de limpiar y planchar la ropa.
