Agosto

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No sé nada de él, ni él de mí, el proceso de aceptar qué él ya no forma parte de mi vida es difícil. Lloré demasiado, me dolía el cuerpo, el alma.
Cuando dejas de sentir el sabor a la comida.
Cuando estás tirada en cama y enfermarte.
Cuando sueñas con la persona y despiertas llorando porque no está.
Cuando entras en crisis.
Cuando tienes que trabajar mientras tienes el corazón roto, lloras en los baños del trabajo y toca limpiarte las lágrimas y seguir cumpliendo con tu horario laboral.
Cuando sales a reconectar, piensas en él, y lo sigues haciendo.
Y otras cosas más
¿Por amar?

Al salir a las calles del centro lo deliraba y a veces siento verlo pero es mi cabeza que todavía no ha podido olvidar y superar, pero sé qué estaré bien.
Ahora toca recoger los pedazos rotos de mí y reconstruirlos aunque ya no sea lo mismo, y seguir mi vida como era antes de conocerlo.

Y al pasar los días pienso todavía en él pero me resigno a sentir, por eso escribí lo siguiente....

Mi dulce estación de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora