Actualidad.

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Freen: Vamos, papá, muero de ganas por ver a mis amores, los extraño tanto. (Tome mi maleta caminando hacia las puertas corredizas del hotel para subir al auto).

Sr. Eliam: Vamos, princesa (tomé las maletas y las subí al auto).

Freen.- Unas horas más tarde nos encontramos en el pequeño restaurante del aeropuerto donde estábamos desayunando mi padre y yo, en espera de que los custodios nos dieran luz verde para subir al avión.

___ Señora Chankimha, todo está listo, en el momento que usted diga nos podemos ir.

F: Gracias; en unos minutos más nos vamos. (Solo terminaríamos de desayunar y partiríamos).

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Becky.- Desperté algo aturdida, mi brazo me dolía mucho más de lo que me dolía apenas hace unas horas atrás. Mire a mi alrededor y pude observar a mi hermano Richie recostado a un lado de mi camilla y a mi hermana Jisoo pasando la puerta de mi habitación.

J: Hola hermanita (me acerqué y le di un pequeño beso en su frente) ¿Ya estás un poco mejor? Anoche te tuvieron que sedar, ya que no podían controlarte. ¡Valla que les diste pelea!

R: (Algo adormilado bostece; no había sido la mejor de las noches, pero cuando nos llamaron y nos dijeron todo lo que mi hermana hizo, decidí venir a cuidarla por si volvía a querer asesinar a esas enfermeras otra vez). ¡Hey, por fin despertó la señora, yo puedo sola contra todo el hospital!

B: Si me haces enojar no respondo, Richie… (Lo apunté con mi dedo índice, de la única mano que podía mover).

R: (levante mis manos en son de paz) ¡Está bien, está bien! Solo estaba jugando, hermanita, mejor dime ¿cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Quieres que te ayude en algo?

B: ¿Saben algo de mi esposa?

J: Sí, hermanita, justo acabo de terminar la llamada con ella. Estuvo esperando como una hora para que despertaras para hablar contigo, pero no despertaste y ella tenía que subir al avión.

B: ¿Qué es lo que te dijo? Y aún más importante: ¿Qué le contaste, tú? (Entrecerré mis ojos para verla; ya me imaginaba lo que le contó).

J: Me dijo que no te preocupes, que todo va muy bien y dentro de unas horas estaría aquí, primero para verificar que estuvieras bien y segundo para regañarte y castigarte un buen tiempo.

B: ¡Oh, Jisoo, pues que le contaste!

J: Solo la verdad, hermanita. Que en un ataque de nervios, o no sé yo… Casi asesinaste a las enfermeras, y no solo eso, sino que facturaste más tu brazo, perforando tu piel con tu propio hueso, teniendo que sedarte para poder controlarte.

B: ¿Yo hice todo eso? (Mi cara era incrédula, ¿cómo es que el personal no pudo con una mujer convaleciente?) Yo creo que tenía mucha adrenalina en mi cuerpo… Pero ¡Jisoo porque me tiraste al matadero así! Va a ser muy difícil contentarla.

R: Ahora sí, hermanita, date por muerta.

B: Ni me lo digas… Solo de pensarlo, quiero pararme e irme, pero para perderme y que no me encuentre.

J: Ahora nosotros nos quedaremos aquí en lo que mi cuñadita llega, por si te vuelve a dar otro ataque de esos, espero que ¡No! Rebecca.

B: Ya estén tranquilos, mientras sepa que mi Freen y mi peque están bien, yo estoy bien. 
Mejor díganme como está mi Eitan.

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F: Bien, papá, ya es hora de abordar; tengo un par de cosas que ir a arreglar con mi esposa.

Hasta mi último suspiróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora