Maegelle Velaryon, primogénita de la princesa Rhaenyra y su primer esposo Ser Laenor Velaryon; era la única dentro de sus hijos con apariencia Valyria. Siendo también su heredera.
Al crecer la princesa Maegelle creyó que sería comprometida a su mel...
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Después de lo ocurrido la tarde de ayer la princesa fue enviada a sus aposentos, en compañía de su hermano Jacaerys. En todo el día de hoy se había mantenido aislada, todavía en sus aposentos pero está vez sin compañía, ya que su hermano se retiró llegada la noche a sus aposentos.
Se encontraba tranquila, bajo sus propios pensamientos, tejiendo lo que parecía ser una capa color azul. Sus puertas fueron abiertas por la dama de compañía de su madre la hizo una reverencia.
— Mi princesa — Hablo Elinda, recobrando la postura — Su madre, la princesa Rhaenyra, solicita su presencia en el salón del consejo.
La princesa Maegelle supuso que se trataría de su compromiso con Jacaerys, por lo que su sonrisa se entendió más en su cara. Sin embargo, la pobre no se imaginaba nada de lo que sucedería, sin duda se le anunciaría su matrimonio con un hermano, pero no su hermano sino que sería Ser Gwayne Hightower hermano de la reina consorte.
— Gracias Elinda, enseguida iré — Contesto aún con la gran sonrisa en su rostro, sonrisa que en tan solo minutos desaparecería.
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La princesa Rhaenyra apretaba cada vez con más fuerza la falda de su vestido, su impotencia la estaba consumiendo; sacrificar la felicidad de su dulce niña la estaba carcomiendo por dentro. A su lado se encontraba Jacaerys, quien solo se encontraba ahí para que Maegelle no sospechara nada, el príncipe mostraba una cara seria y una postura recta; no estaba de acuerdo con dicho compromiso y nunca lo estaría.
Ser Gwayne mantenía contacto visual con el príncipe Daemon quien, desde que llegó no le quitaba la mirada de encima.
— La princesa se está tardando — Dijo la reina Alicent, llamando la atención de todos.
— Jace, ve por tú hermana — Hablo la princesa Rhaenyra, aún jugando con la tela de su falda.
Antes que el príncipe se levantará de su asiento las puertas del salón se abrieron, dejando ver la cabellera rubia de la princesa Maegelle. Una vez dentro tomo asiento a lado de su padrastro Daemon quien le sonrió dulcemente.
