capitulo 16..

37 4 0
                                    

Cuando salgo de la recámara
la encuentro vacía, obviamente
Fren sólo se estaba burlando de
mí ¿Por qué motivo yo podría
gustarle a una vampiro? Si nos
casamos sólo fue para poder
salvar su vida, además siendo
sincera yo tampoco siento nada
especial por élla, acepto que  es
una hermosa y  atractiva mujer y hasta
demasiado sexi podría decir pero
nada más, tiene un carácter
terrible y es demasiado amargada
para mí gusto, no tenemos
absolutamente nada en común
más que mi sangre que ahora es
parte de su sistema.
Me quito las medias pero la
ropa interior sexi me la dejo
puesta ¿Qué caso tendría
quitámela? De todas maneras
nadie va a verla, así que encima

sólo me pongo una camiseta
amplia que me cubre hasta medio
muslo y que uso para dormir,
luego me acuesto e intento no
pensar en nada de lo que ocurrió
durante los últimos días. Hago un
esfuerzo por quedarme dormida
pero me resulta imposible, cada
detalle da vuelta en mi cabeza
una y otra vez, tal vez ya es
entrada la madrugada cuando por
fin me quedo profundamente
dormida.
Mis ojos se abren de forma
abrupta, estoy asustada y mi
corazón late muy aprisa, parece un
caballo desbocado galopando sin
parar. He tenido una pesadilla
espantosa  la
he sentido tan real que hasta me
cuesta respirar de manera normal,
la puerta se abre
estrepitosamente y veo a fren
entrar, enciende la luz mientras yo
lo miro sorprendida y un poco
asustada.
- ¿Por qué has gritado de esa
manera? - ni siquiera fui
consciente de eso, frunzo el
entrecejo sintiéndome algo
avergonzada, no quiero que crea
que tiene que cuidarme a cada
segundo.
- Sólo fue una pesadilla, lo
siento me encojo de hombros
mientras me cubro hasta el cuello
con la sabana - Déjame sola por
favor - le pido en un tono neutral
para que me deje sola y pueda
calmarme sin tener que lidiar con
Sus preguntas.
- Te haré el desayuno así que
será mejor que te des prisa -
asiento pero no me levanto - Tu padre vendra en un momento ,hay un asunto importante que debe hablar contigo.-que asunto le pregunto con curiosidad pero ella no parece tener la mínima intención de contarme nada eso me frustra,ahora es mi esposa pero parece que las cosas entre nosotras no van mejorar,
No me corresponde a mí contartelas,tu padre vendra y podrá darte las explicaciones que estás buscando.
- Tu eres mi esposa ahora,
dímelo tu - le digo molesta
mientras me levanto, noto como
su mirada recorre mi figura y en
ese momento recuerdo que solo
traigo una camiseta que me cubre
hasta la mitad de los muslos, miro
hacia abajo y noto que está un
poco más arriba de donde debe de
ser dejando al descubierto mis
piernas casi en su totalidad -
¿Qué miras pervertida? - élla suelta
una carcajada lo que me llena de
cólera ya que no se si se está
burlando de mí o de mi aspecto.
-¿Es que hay algo que ver? -
sonríe mientras levanta una ceja,
luego se da la vuelta y se marcha a que
Se refería con eso? ¿Es qué acaso se
estaba burlando de mí? Es una
jodida imbécil pero ya encontraré
la manera de vengarme y hacerle
tragar todas sus palabras.
Me deshago de la camiseta y
me miro en el espejo que está en
la pared, tampoco estoy tan mal a
pesar de lo delgada que soy, no
soy curvilínea pero tengo un poco
trasero y de senos, me pongo de
perfil y no puedo evitar sentir
como salen a flote mis
inseguridades, hago una mueca al
recordar lo que sufrí en el pasado
y que creía haber superado, al
parecer nunca se supera algo por
completo.
- Olvidé preguntarte... - la
puerta se abre de nuevo y me
quedo mirandola llena de sorpresa y
algo de terror, intento cubrirme
Con mis manos pero sé que es
imposible ya que solo estoy
vestida con esta ropa interior tan
pequeña.
-¿No puedes tocar la puerta?
le pregunto molesta mientras
corro hacia la cama para tomar la
sábana y cubrirme del cuello hacia
abajo - ¿Qué quieres?
- Disculpa - ahora no se que
pensar ¿Se ha disculpado
conmigo? Eso si que es algo
nuevo e interesante, tal vez debo
de andar en ropa interior más a
menudo- Sólo quería saber si
preferías tostadas o huevos
desvía la mirada hacia un punto
inexistente en la pared e intenta
evitar que nuestros ojos se
encuentren lo que me hace sentir
peor, seguro me veo tan mal con
esta ropa interior que por eso evita
mirarme o tal vez le ha gustado lo
que está mirando, me dice una
Vocecita en mi cabeza.
- Lo que sea, ambas Cosas
suenan bien –me voy directo al
baño y cierro la puerta, me quedo
unos minutos parada sin saber
que hacer ¿Por qué me pasan
estás cosas a mi? ¿Cómo voy a
poder mirarla de nuevo a la cara?
Dejo la sábana a un lado y me
cepillo los dientes, luego me meto
bajo el chorro de agua caliente y
dejo que me relaje llevándose un
poco de todo el estrés que llevo
conmigo. Cuando termino me
seco y me envuelvo en una toalla
para buscar que ponerme, primero
me aplico crema en todo el cuerpo.

Para vestirme elijo un
pantalón de franela de color rojo a
juego con una sudadera, el cabello
me lo cepillo y lo dejo suelto para
que se seque de manera natural,
en los labios me aplico un
bálsamo con color y olor a fresa.
Cuando me siento lista decido
salir a la cocina, allí me encuentro
con fren quien está ensimismada
preparando no se qué, estoy
segura que ya se ha dado cuenta
que estoy aquí pero decide
ignorarme y realmente creo que es
lo mejor, no tengo ni idea como
vamos a poder sobrellevar este
matrimonio si no nos soportamos.
- En un momento te sirvo -
me dice mientras lo veo tomar un

plato.
- Gracias - no me atrevo a
decir nada más, aunque no lo
demuestre me siento muy
avergonzada, nunca nadie ha visto
mi cuerpo semidesnudo, con mi
exnovio jamás llegué a algo más
que unos cuantos besos, me
aterraba la idea de que cuando me
viera desnuda no le gustara el
como me veía. Las inseguridades
físicas siempre son algo muy
difícil que superar  es algo
que me acompaña día a día, creí
que todo eso lo había dejado atrás
pero han vuelto a surgir de nuevo y
eso me aterra demasiado.
- Aquí está - sonrío pero
evito verla a la cara, no quiero
encontrarme con esa mirada de lástima que muchas personas
ponían cuando se referían a mí
extrema delgadez cuando era
pequeña - ¿Prefieres jugo o café?
¿0 tal vez un chocolate caliente?
- no comprendo por qué razón
está siendo tan amable conmigo,
tal vez le doy lástima.
- Jugo está bien, gracias
agradezco que élla no ingiera
alimentos porque no soportaría
tener que compartir la mesa
- Voy a salir a hacer algunas
Cosas e iré a buscar a tu papá asi
que vuelvo en un par de horas
yo asiento sin voltear a mirarla
No intentes salir porque es
imposible y lo sabes.
Por supuesto ¿A dónde iría?
¿Voy a visitar a mis suegros? -
digo con ironía.
- No tienes - creo que me he
pasado aunque dudo mucho que
los vampiros tengan emociones.
Escucho la puerta cerrarse y
suelto el aire que tenía retenido,
me siento más tranquila ahora que
estoy sola, me apresuro a comer y
luego a limpiar todo, después voy
a la habitación para tender la
cama y limpiar todo. Cuando he
terminado me recuesto en el sofá
para mirar televisión, me aburro
con facilidad ya que no es lo mío
sentarme y estar sin hacer nada.
Cuando la puerta se abre me
apresuro a sentarme en el sofá
para evitar que mi padre me
regañe pero me sorprendo cuando

veo entrar solamente a fren y de
un salto me levanto para correr
hacia élla ya que está bañada en
sangre.
- ¿Que te ha pasado? - le
pregunto completamente aterrada,
pensé que los vampiros eran
inmortales.
Tranquila, estoy bien - la
ayudo a llegar hasta la recámara,
vamos al baño y hago que se
siente sobre el excusado.
Dime que tengo que hacer
- le pido aún asustada, nunca
había visto a alguien así y mucho
menos a alquien como élla.
- Sal por favor, voy a
limpiarme - Su voz está llena de
dolor así que no me atrevo a hacer
lo que ella me pide.
- No te voy a dejar así, ¿Dime
qué necesitas por favor?- élla me
mira con el ceño fruncido y niega
con la cabeza - Cómo quieras
respondo y comienzo a quitarle la
chaqueta, fren no pone mucha
resistencia ya que no tiene fuerzas
suficientes para negarse. Con
mucho cuidado le quitó la
camiseta oscura y veo cortes profundos
en el abdomen y otra en el
costado İzquierdo, tomo una toalla
y la humedezco para poder
limpiarlo y ver en qué estado se
encuentran sus heridas, ella toma
mi mano y la aprieta un poco.
- Detente - lo veo a los ojos
y nuestras miradas chocan- Sólo
necesito sangre y estaré bien.
- Yo te daré un poco de la
mía - élla niega enseguida.
- No, no lo harás- responde
con dificultad, está demasiado
débil.
- Tómala – hago mi cabello
a un lado, me acerco a ella y le
ofrezco mi cuello, ella me mira
sorprendida y parece poner
resistencia pero la necesidad que
tiene por beber es más fuerte.
Siento su aliento caliente sobre
la.piel de mi cuello y no puedo
evitar sentir como una descarga
eléctrica recorrerme de pies a
cabeza, de pronto siento sus
colmillos clavados en mi piel
causándome un pequeño dolor
que, a pesar de ser molesto.
puedo soportar sin quejarme.

boda sangrienta(frenbecky)..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora