Man Covered.

III. An unfortunate day.

Se levanto gracias a la alarma de su celular.

Sentía sus ojos hinchados, y literalmente una zombie. Su estomago rugió en cuanto menos se lo espero, provocando en ella una mala cara, ya que tenía exactamente una hora para llegar a su preparatoria.

Fue directo al baño con su ropa varonil en manos. Estaba vez un pantalón blanco, junto con una camiseta rosa con las mangas dobladas hasta los codos y un suéter blanco sobre sus hombros. Aquella gasa era menos incomoda que hace unas horas, ya que la había aflojado demasiado. Aún así, temía el que su cuerpo estuviera expuesto y aquellas chicos la mirasen como un bicho extraño.

Se lavo los dientes, y al finalizar su rutina, prolongo maquillaje sobre sus ojeras y rostro para que se viera más decente. Eso sí... sin que el maquillaje se notará.

Comenzó a untarse crema sobre su cuerpo, y al estar preparada salió de la habitación con sus maletas. Dejando la llave en recepción, y comprar por lo menos una barra de chocolate la cual comió en el camino.

Revisó la hora en su celular, y aún le quedaban 10 minutos. Una sonrisa se apoderó de su rostro, ya que se encontraba frente a la entrada de la preparatoria, y eso significaba victoria.

El grito de varias chicas captó su atención, volteándose hacia donde se encontraban el estruendoso sonido.

Abrió sus ojos de manera exagerada al percatarse de que la multitud de chicas venía hacia ella, persiguiendo un carro lujoso color blanco.

Minutos de quedarse en shock se dio cuenta de que la camioneta se encontraba parada frente a ella, esperando que se quitara y pudiera adentrarse en la preparatoria. Pero eso fue impedido en cuanto aquella multitud de locas rodeo el carro, empujando su cuerpo junto a la multitud.

Eran varias las chicas a su alrededor, las cuales acorralaron su presencia entre las personas y el auto. Pegando su rostro sobre la ventana, acercando demasiado sus extremidades a esta.

Su esfuerzo por salir de aquel lugar fue en vano. Ya que aquellas personas se encontraban sobre Megan, sin dejarla si quiera tomar un poco de aire.

Por dentro logro ver una silueta la cual ya había distinguido algún día. Pero al tratar de verlo de la mejor manera una cortinilla se hizo presente.

En ese momento se encontraba muerta de la pena. La persona dentro del auto bajo aquel objeto para dejar de apreciar su rostro, el cual seguramente era desagradable, tomado en cuanto cuan pegada estaba en el cristal.

El automóvil avanzo en cuanto la entrada de la preparatoria se abrió, mientras que un trabajador de esta, trataba de alejarlas con un ¿Palo?.

Megan se sintió aliviada, pero no del todo en cuanto la persona desconocida se riera a más no poder por el acto anterior.

Sacudió su camiseta y acomodo su cabello. Dio un paso hacia la entrada, pero aquella persona que no permitía el paso a las persona de fuera la detuvo.

- ¡Hey, tú!. ¿Dónde piensas que vas?. -

- So... -

Calló durante un momento y aclaró su garganta al contestar de una forma femenina.

- Soy un nuevo estudiante - Contesto con la voz más grave.

Recibió una mirada del mayor. El cual comenzaba a sentirse incómoda.

- ¿Crees que pasarás tan fácil? No es nada nuevo que personas se hagan pasar por estudiantes nuevos. No entrarás. -

Megan dio un suspiro, y sacó unos papeles los cuales se encontraban en la mochila que cargaba sobre un hombro.

- ¡Ah! ¿Vienes preparado? - Dijo con asombro y una sonrisa a la vez.

Asintió con la cabeza lentamente, entregándole los papeles para que de una vez por todas entrara, y no comenzará su mala suerte, quizá mucho más mala que la de ayer.

El mayor leyó los papeles con los ojos entre cerrados, y al darse cuenta que realmente era una... un estudiante nuevo pidió disculpas, dejándole pasar a su nueva preparatoria.

Tomo las dos maletas y acomodo su mochila nuevamente en su hombro, comenzando el largo recorrido por el camino lleno de pasto verde, plantas y arboles a su alrededor. Realmente valió la pena, pues comenzaba a sonreír, esperando que dentro aún fuera igual de bonito.