¡Las Aventuras De Zorky Y Mabel!

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Era una tarde tranquila en Gravity Falls. El sol comenzaba a ponerse, llenando el cielo con tonos dorados y rosados. Mabel Pines, con su inagotable energía, corría alegremente por el bosque, buscando nuevas aventuras mientras su hermano Dipper se quedaba en la cabaña de Misterios investigando sobre alguna otra criatura mítica. La brisa suave acariciaba las hojas de los árboles, y todo parecía estar en calma, hasta que algo inusual llamó la atención de Mabel.

Entre los arbustos, Mabel notó un resplandor verdoso que no había visto antes. Su curiosidad natural la llevó a acercarse con cuidado, apartando las ramas con sus manos. Lo que encontró la dejó boquiabierta. Allí, acurrucado en una pequeña hendidura entre las raíces de un árbol, había una pequeña criatura verde con grandes ojos brillantes y antenas temblorosas. Mabel, siendo quien es, no sintió miedo sino una oleada de emoción.

"¡Hola, amiguito!" exclamó Mabel, arrodillándose para observar mejor a la criatura. Esta levantó la cabeza lentamente, observándola con sus ojos grandes y curiosos. Mabel, sonriendo de oreja a oreja, se presentó. "Soy Mabel Pines, y tú... ¡eres la cosita más adorable que he visto!"

La criatura, todavía tímida, emitió un suave zumbido, como si intentara comunicarse. Mabel se acercó un poco más, extendiendo su mano lentamente para no asustarlo. La criatura, que más tarde sería llamada Zorky, titubeó por un momento, pero finalmente decidió confiar en la chica humana que irradiaba tanta calidez.

Mabel, al ver a Zorky, se dio cuenta de que no tenía nada especial consigo, y decidió darle un toque de Mabel. Con una rápida decisión, se quitó su diadema azul celeste y la colocó en la cabeza de Zorky. "Ahora somos amigos oficiales," dijo, mientras aplaudía alegremente. Luego, buscando en sus bolsillos, sacó dos calcomanías de estrellas que siempre llevaba consigo. "¡Esto te hará ver aún más genial!" exclamó, pegándolas con cuidado en las mejillas de Zorky.

Zorky emitió un zumbido de satisfacción y se dejó guiar por Mabel a través del bosque. Mientras caminaban, Mabel le contaba todo sobre Gravity Falls, las aventuras que había vivido, y cómo su hermano Dipper siempre estaba buscando el próximo misterio por resolver. Zorky la escuchaba atentamente, sintiéndose cada vez más cómodo con su nueva amiga.

Al llegar a la cabaña, Mabel abrió la puerta de golpe, llamando a Dipper y a su tío Stan. "¡Dipper! ¡Tío Stan! ¡Tienen que ver esto!" gritó, mientras Zorky flotaba a su lado, mirando a su alrededor con asombro.

Dipper salió del salón con su nariz aún metida en un libro, pero al ver a Zorky, sus ojos se agrandaron de sorpresa. "¿Qué es eso?" preguntó, dejando caer el libro.

"¡Es Zorky! Lo encontré en el bosque y ahora somos mejores amigos," anunció Mabel con orgullo. "Tiene poderes y es súper lindo. ¡Mira cómo flota!"

Dipper, siempre el escéptico, se acercó con cautela. "¿De dónde viene? ¿Es peligroso?" preguntó, pero Zorky simplemente flotó hacia él, haciendo un suave zumbido que parecía calmar sus preocupaciones. Dipper sonrió un poco, no pudo evitar sentirse intrigado por la criatura.

El Tío Stan, al escuchar el alboroto, salió de su oficina y observó a Zorky con una ceja levantada. "¿Qué clase de bicho has traído aquí, Mabel?" preguntó, aunque no parecía tan molesto como curioso.

"¡No es un bicho! Es Zorky, y es mi nuevo mejor amigo. Vamos a descubrir todos los misterios de Gravity Falls juntos," declaró Mabel, mientras Zorky flotaba alrededor de la sala, explorando su nuevo hogar.

Stan suspiró, pero no pudo evitar sonreír al ver lo feliz que estaba su sobrina. "Bueno, mientras no cause problemas, supongo que puede quedarse," dijo, encogiéndose de hombros.

Mabel saltó de alegría y abrazó a Zorky. "¡Sí! ¡Ahora somos oficialmente una familia!" exclamó. Zorky zumbó alegremente, sintiendo que había encontrado un lugar al que podía llamar hogar.

Esa noche, mientras Mabel y Dipper se preparaban para dormir, Zorky se acurrucó en la esquina de la habitación, observando las estrellas a través de la ventana. Mabel se acercó y le dio una suave palmadita en la cabeza. "Buenas noches, Zorky. Mañana será otro día lleno de aventuras," susurró antes de cerrar los ojos.

Zorky, ahora sintiéndose más seguro que nunca, se acurrucó en su pequeña cama improvisada, zumbando suavemente mientras se dormía. Sabía que con Mabel y su nueva familia, las cosas serían diferentes, pero de una manera buena. Y con esa certeza, Zorky se dejó llevar por un sueño profundo y reparador, listo para lo que el mañana pudiera traer.