Hasta que no quede ni rastro de dignidad

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James Hook había dormido poco o nada la noche anterior, los ojos no se distinguían en las ojeras que tomaban parte de su pálido rostro, resaltando incluso más que aquellas pecas que estaba salpicadas por su rostro, sin embargo tomó sus mejores rop...

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James Hook había dormido poco o nada la noche anterior, los ojos no se distinguían en las ojeras que tomaban parte de su pálido rostro, resaltando incluso más que aquellas pecas que estaba salpicadas por su rostro, sin embargo tomó sus mejores ropas, se peinó lo mejor que pudo y se puso su mejor perfume con el olor más atrayente, pulió su garfio y no se bañó porque en su mente ya se había bañado demasiado esa semana. Su misión era clara debía convencer a la dulce y hermosa Bridget para participar en su siniestro plan de tomar la academia, lo cual sabía que sería difícil porque en primera en su vida había tenido una conversación decente con Bridget por lo que pedirle un favor así como así sería incómodo y de cierto modo muuuy estúpido, segundo ella se negaría al saber que todo esto era para empezar una rebelión que terminará en él siendo el nuevo terror de la escuela, y tercero Ella, esa mujer que más de una vez has visto aterrorizar a príncipes amenazandolos con una hacha (que sabe Merlín de donde la habrá sacado) solo por intentar tocarle un pelo a su amiga.

"La verdad si perdería mi otra mano con tal de haberle tocado aunque sea un mechón de su suave cabello" pensó el pirata embobado observando una última vez en el espejo si es que se veía lo suficientemente bien para su plan.

Camino al salón se repitió una y otra vez el cómo debía de ser frente a su dulce princesa con cabello de algodón de azúcar con probabilidad de causar diabetes.

_Educado, carismático y galán_ dijo en voz alta mientras caminaba por los pasillos_educado, carismático y galán_ repitió_Educado, carismático y galán, educado, carismático y galán, educado, carismático y galán, educado, carismático y galán, educado, carismático y galán, EDUCADO, CARISMÁTICO Y GALÁN_ repetía con más y más intensidad al tiempo que avanzaba más y más rápido, a su lado la pobre Morgana tuvo que agregarle otro shot de vino a su café mañanero.

Siguió repitiendo el sagrado mantra que recién había creado hasta ver a una pelusa rosa frente que a su parecer parecía un poco menos brillante de lo que suele ser todo el tiempo, aunque claro que no lo decía porque sabía cada una de sus facciones y notaba como cuando estaba triste sus ojos perdía un brilloso o que cuando estaba enojada se le arrugaba la nariz como si fuera un conejito noo claro que no, estaba a punto de abrirle la puerta para demostrar su aclamada caballerosidad que a penas decidió que tenía, pero la muchacha entró como si hubieran 20 bestias tras de ella, no le quedó de otra más que entrar a intentar otra cosa. Intentó sentarse a lado de ella pero una morena se le adelantó y podía jurar que le lanzó una mirada de esas que parecían intentar matarlo de solo mirarlo así. Después en una actividad pensaba fingir no entender un tema (aunque bueno la verdad es que efectivamente no entiende nada de lo que se trata el tema) pero lo detuvieron por levantarse sin permiso a media clase, así que mientras tanto empezó un plan para arruinar a Ulyana dejando que papelitos volaran donde decía la razón por la que estuvieron congelados ese fin de semana, claro todo eso de forma anónima tampoco estaba dispuesto a morir ahí, ignorando el escándalo que estaba haciendo Ella en ese momento. Ya por fin llegó la oportunidad para un tercer intento, en esta ocasión quiso probar suerte al acercarse a ella en el cambio de clase pero la muchacha ya se había salido a acompañar a su amiga al baño.

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