🌹✨Las reinas de los reyes✨🌹

💜💚una tarde tranquila💜💚

Luego de desayunar las chicas salieron a tomar el sol con un par de bebidas, cortesía de Sanji. Se sentaron en las sillas que usan y comenzaron a hablar de diferentes temas, siendo el principal tema lo que podrían hacer en la isla, pensaban en comprar ropa, accesorios, ir a un spa, arreglarse para la ocasión, y un pensamiento las tenía un poco avergonzadas, no podían sacar de su cabeza la imagen de los chicos en trajes de fiesta, pensamiento que les generaba un pequeño sonrojo y una risa a la par.

Mientras ellas reían, a lo lejos un pelinegro y su amigo sonreían al verlas reír, a sus ojos, eran las mujeres más bellas que podrían existir en todos los siete mares, debían proteger eso que amaban tanto.

Luffy: Nunca me había puesto a ver a detalle pero, Nami tiene una nariz muy bonita.

Zoro: Solo vez eso?, mira a Robin, tiene unos movimientos lindos y refinados, es delicada pero eso no le impide ser buena en combate.
Luffy: Jaja, supongo que tienes razón, aún que nami también es muy delicada, siempre que mi sombrero se rompe ella lo arregla con mucho cuidado.

Zoro: cuando ella leé se vé muy concentrada y tan inteligente, a veces me cuenta sobre lo que leé.

Y así siguieron hablando sobre las cosas que les gustan de las dos chicas hasta el punto de que parecía una competencia, una escena graciosa entre ellos dos.

Luego de un rato de hablar, Zoro se despidió de luffy y se fue a la torre de vigilancia a entrar un rato. Acto que fue presenciado por Robin, la cual no desaprovecharía la oportunidad de tomar delantera otra vez.

Robin se despidió de nami, y siguió a Zoro con mucho cuidado de no ser descubierta, dejo que su plan era que Zoro entrara antes para poder seguirlo, lo que no contaba era que antes de que pudiera pensar en algo, Zoro la tomo del brazo, la puso en frente de la puerta de la habitación, y la acorraló con su cuerpo contra la puerta. La miro fijamente con una expresión seria y profunda, esa mirada junto a la acción repentina del hombre provocaron que se estremeciera por completo.

Zoro: Dime Robin, que planeabas hacer?.

Robin: No se a que te refieres espadachin, solo iba al mismo lugar que tú. (Dijo con una sonrisa lo más natural posible).

Zoro: Entonces por qué no hablabas ni mostrabas señal de presencia?.

Robin: Oh no pienses tanto en eso por favor, mejor dicho, si ya sabías que estaba aquí ¿Porque no dijiste nada?.

Zoro: Quería ver que planeabas, pero soy impaciente. (Dijo mientras se acercaba lentamente al rostro de Robin).

Robin: Entiendo. (Dijo desviando la mirada de la de Zoro).

En el momento en el que Robin giró su cabeza a otro lado, zoro tomo su barbilla para que lo viera directamente a los ojos, el corazón de Robin latía con fuerza, esto definitivamente no era parte del plan, aún que no le disgustaba del todo.

Zoro: Por favor mujer, no dejes de verme con ese par de ojos encantadores.

Robin: Zoro...

Antes de que Robin pudiera decir algo rápidamente los labios de Zoro cubrieron los suyos, empezando un beso dulce, con toques de deseo y felicidad, era algo que los dos indudablemente querían desde hace tiempo. Las manos de zoro se posicionaron firmemente en las caderas de Robin, al mismo tiempo la pelinegra enredo sus brazos al rededor del cuello de su acompañante con la intención de profundizar y alargar el beso.

Pasados unos minutos sus labios se separaron, seguían manteniendo el agarré mutuo, se miraron a los ojos y sonrieron de manera cómplice.

Zoro: Eres simplemente otra cosa mujer.

Robin: Lo sé, por eso te atraigo tanto.

Zoro: Jajaja, tienes razón.

Robin: Entonces...

Zoro: Shhh... Tranquila, si quiero que seas mi pareja, pero te lo pediré de una manera más especial, no sé me hace correcto el ser tan seco en este tipo de cosas.

Robin: jajaja, está bien, te tomaré la palabra Zoro.

Sonrieron y entraron a la habitación, Zoro entrenaba mientras Robin leía un libro, era un silencio cómodo para ambos y disfrutaban de la compañía mutua que se brindan, y cuando Zoro termino su seción de entrenamiento se quedaron hablando por mucho tiempo antes de salir y volver con los demás.