Un Bebé En La Tripulación [ZoSan]

12. Habitación del bebé.

Sanji sentía que iba a caer en la locura de continuar más tiempo de aquella manera, sentía que llevaba toda una vida estando embarazado, sus pies solían hincharse y necesitaba asistencia cada vez que se daba un baño (aunque eso tenía una sola ventaja, como era Zoro quien lo asistía para ayudarlo a lavarse los pies, lo hacia que se diera un baño de una vez), pasaba varias noches en vela y tenía a varios de sus nakamas sobre él tocando su barriga cada dos segundos.

—Oye, Sanji —lo llamó Franky, llegando hasta la silla de descanso en la que estaba comiéndose unos pepinillos.

El rubio miró el cielo, después hacia su compañero, supuso que tenía hambre ya que estaba comenzando a desaparecer el sol y debía comenzar a preparar la cena.

—En un momento iré a preparar la cena, me duele un poco la espalda.

—No es por eso, quiero mostrarles algo a ti y a Zoro. Le pregunté a Luffy si podía hacerle unas modificaciones al barco y lo aceptó —contó mientras iban hacia las habitaciones—, no es algo extravagante comparado a otras cosas que suelo hacer, pero estoy seguro de que esto les ayudará mucho.

Al llegar al cuarto de chicos Sanji pudo notar que había una puerta que antes no estaba, Franky lo invitó a pasar así que así lo hizo. Dentro ya estaba Zoro, que parecía observarlo todo.

—¿Esto es..?

—El almacén vacío que estaba detrás de los cuartos, si —respondió el cybor, orgulloso de su trabajo y como ambos padres miraban todo el lugar—, me tomé la molestia de hacer una cama para ambos ya que dormir como ambos lo han venido haciendo se ve un poco incómodo. No es que quisiéramos echarlos de la habitación, pero como son pareja necesitan algo de privacidad.

Sanji y Zoro se miraron el uno al otro y asintieron, a ninguno le molestaba la idea de tener un espacio para ellos mismos.

—Pues, tenemos mucho que agradecerte, adaptaste muy bien el espacio para nosotros —dijo Zoro, llegando hasta su novio para abrazarlo por la cintura, como una señal de que agradecía por los dos.

—Eso no es todo. Como el almacén era algo grande le hice un cuarto adyacente, no es del mismo tamaño sino un poco más pequeño, pero creo que por el momento eso estará bien —abrió una puerta para dar paso a otra habitación, ahí había una cuna y nada más—, este será el cuarto para su bebé, me tomé el atrevimiento de hacer una cuna para él. No le puse nada más para que sean ustedes quienes decidan como van a decorar este lugar. Los dejaré a solas para que puedan hablar.

El lugar se quedó en silencio una vez que Franky se fue, canturreando una canción que había escuchado en la isla en la que habían estado hacia dos semanas.

—Creo que nunca pensé en decorar una habitación —murmuró Zoro.

—Yo tampoco, en lo único que pensé fue en la ropa del bebé, supongo que podríamos intentar algo pero ninguno de nosotros sabe pintar tan bien.

—De todas maneras vamos a intentarlo, ¿si?

Con esa promesa pudieron zanjar la conversación y dejaron pasar los días hasta que llegaron a una nueva isla, compraron algo de pintura de colores claros y un poco más de ropa para el bebé, en las tiendas les recomendaban comprar más de un biberón así que lo hicieron.

—No entiendo por qué Torao ha insistido en permanecer en el barco desde hace varios días —comentó Zoro mientras salían de la última tienda.

—Ha usado mi embarazo como excusa, dice que planea ayudar a Chopper cuando llegue el momento del... del parto, aunque yo creo que hay muchas más razones que solo eso: permanece en el Sunny por Luffy.