COTE Reacciona a Debates y Videos SCD (PAUSADO)

Vol 1. Cap 2: Despues de una reaccion

El salón se había llenado rápidamente. Los estudiantes ya estaban formando conexiones, como Kushida, quien, con su habilidad social innata, había reunido un grupo de amigas en poco tiempo. Otro ejemplo era Hirata, rodeado de chicas que parecían competir por su atención.

¿Qué debería hacer? ¿Debería aprovechar la oportunidad para conocer gente ahora, o sería mejor dejar que las cosas sucedan naturalmente? No debería preocuparme demasiado por eso; al fin y al cabo, hacer amigos es algo que puede darse con el tiempo, y no es necesario apresurarse de manera tan desesperada.

Observé a varias personas que podrían ser posibles amistades, pero decidí que no era necesario dar el primer paso. Si todo va según lo que anticipo, algún estudiante probablemente sugerirá que todos nos presentemos. Lo más probable es que esa propuesta venga de Hirata o Kushida. Cuando llegue ese momento, haré la presentación que he estado ensayando desde que bajé del autobús, así que eso no será un problema.

No pude evitar preguntarme: ¿qué son realmente los amigos? ¿Por qué se buscan amistades? ¿En qué momento exactamente alguien se convierte en amigo? ¿Es la afinidad por intereses comunes lo que define una amistad?

Cuanto más reflexiono sobre el tema, más preguntas surgen. En realidad, es algo mucho más profundo que unas simples palabras; implica una serie de acciones y experiencias compartidas para que se forme una verdadera amistad.

Mientras seguía sumido en mis pensamientos, noté que alguien se había sentado a mi lado. Era mi vecina de asiento, Horikita Suzune.

—Así que estamos en la misma clase, ¿eh? Soy Ayanokouji Kiyotaka. Encantado de conocerte —dije, esforzándome por dibujar una sonrisa en mi rostro. Aunque era falsa, logré que pareciera convincente.

—Horikita Suzune —respondió, de manera cortante y fría.

Ni siquiera me miró al responder, así que todo el esfuerzo por intentar sonreír fue en vano. Sin embargo, no podía rendirme tan fácilmente. Decidí intentar crear una conversación con ella, esperando que tal vez, con el tiempo, pudiera romper esa barrera de frialdad.

—Espero que nos llevemos bien, al fin y al cabo, seremos vecinos, ¿no? —dije, esforzándome por sonar amigable. Aunque mi tono resultó algo monótono, todavía tengo mucho que mejorar en estas situaciones.

Horikita me observó durante unos segundos, como si estuviera evaluando mis intenciones, y finalmente decidió hablar.

—Voy a ser directa contigo. No deberías juntarte conmigo, ya que no me encontrarás interesante, y además, prefiero estar sola —dijo con un tono serio, su expresión confirmando su desinterés en hacer amigos.

—Pero vas a estar sola durante toda tu vida escolar —respondí, intentando fingir preocupación por su situación.

Ella suspiró largamente, como si mi intento de acercamiento fuera una molestia más en su día.

—No deberías preocuparte por mí. He estado sola la mayor parte de mi vida; tres años no serán nada para mí —dijo, dejando claro que mis intentos de entablar una conversación no habían funcionado. Decidí rendirme por el momento, dándome cuenta de que seguir insistiendo sería inútil.

En ese instante, un ruido captó la atención de todos en el salón.

—¡El equipo en esta clase parece estar en orden! ¡El salón de clases se parece a lo que dicen los rumores!

Koenji había llegado al aula, y con su ruidosa entrada, logró captar la atención de todos. Sin embargo, no parecía interesado en interactuar con nadie. Sin siquiera mirar a su alrededor, se dirigió con calma a su asiento, marcado con su nombre, y con total indiferencia, subió las piernas al pupitre.