𝓔𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓿𝓲𝓿𝓮 𝓮𝓷 𝓶𝓲 𝓬𝓾𝓪𝓻𝓽𝓸 © -𝑲𝑻𝑯-

𝐂𝐚𝐩₉

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Meses después

—Señora, tengo noticias, muy malas noticias— habló aquél hombre agitado

Yi Anh lo miró atentamente con el ceño fruncido

—El señor TaeHyung ha estado intentando tener un hijo con la chica y creo que ya están esperando uno— mencionó

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo es eso posible?! ¡¿Él no puede tener hijos con ella?!— gritó alterada

Aquella mujer empezó a gritar y a tirar cosas desesperada y alterada. No podía creer lo que estaba pasando

—Tenemos que adelantar las cosas. ¡Él es solo mío!—

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—Te ves más que hermosa mi yeo bo— dijo TaeHyung tomándome de la cintura

—Incluso se nota un poco este pequeño demonio— acarició mi pequeño vientre

—Lo sé— solté un suspiro

—Se que tu familia quiere conocerme pero eso será imposible. Alguien me reconocerá al instante, soy muy guapo— habló egocéntrico

—Uy, pero que egocéntrico y ególatra— me burlé

Dejé un pequeño beso en su mejilla y seguimos contemplandonos, menos TaeHyung, él no se veía en el espejo. Luego de unos minutos frente al espejo sonó el timbre

—Ya llegaron por mí— me giré para verlo

TaeHyung se agachó y besó mi pequeño vientre, luego se levantó para dejar un beso en mis labios

—Cualquier cosa me avisas— ahora besó mi frente —ya sabes como comunicarte conmigo— aclaró

Yo simplemente asentí antes de volver a dejar un casto beso en sus labios

—Le pediré a mamá que grabe todo para enseñartelo cuando regrese— sonreí alejándome un poco

De pronto el volvió a juntar nuestros cuerpos, teniendo cuidado de no hacerle daño a nuestro hijo

—No te has ido y ya te extraño— bajó su mano a mi vientre —ya los extraño—

De pronto empecé a sentir el claxon del auto de papá

—Ya tengo que irme— me alejé y tomé mi cartera

Cuando estaba frente a la puerta, volví a girarme para dejar un beso en su mandíbula

—No nos extrañes tanto, pronto estaremos aquí— me dí la vuelta y salí de la habitación

Una vez fuera de la casa me dirigí a la auto de papá

—Hola mi princesa— dijo en cuanto me senté a su lado

—Hola papi— besé su mejilla

—¿Y cómo está mi nieto?— posó su mano en mi vientre antes de empezar a manejar

—Se ha portado bien, aunque siento como se mueve un poco cuando escucha la voz de su padre a través del teléfono— sonreí

—No va a venir, ¿Verdad?—

—No. Le hubiera encantado venir pero se complicaron las cosas allá— lo miré —su padre sufrió un preinfarto—

Mi padre asintió entendiendo la situación. Mientras íbamos en el camino un semáforo se puso en rojo y mi padre intentó frenar pero no lo logró por lo que chocamos con el auto del frente