𝚇𝚅 ࣪い. 𝕭𝒖𝒓𝒂𝒕𝒕𝒊𝒏𝒂𝒊𝒐 ❜

𝆑𝅾o𝈺혼 ━━━ 𝐒𝐀𝐏𝐄𝐑𝐄

𝆑𝅾o𝈺

( ... ) " No recuerdo mucho.. solo sé que ese día él se fue.

Amaba las avionetas, jugamos una última vez pero solo fue un juego de niños que me costó la vida.

Perdón Arthur. "

( ... )

ㅤ ▬ִֺֽ 𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐑 ▬ִֺֽ

Charles Lecrerc, edad : 11

Arthur Lecrerc, edad : 6

... 

Era una mañana fría y tranquila, los rayos del sol invernal apenas lograban atravesar las ventanas polvorientas del comedor iluminando con una luz tenue la mesa donde la familia se había reunido para desayunar. 

El aire estaba impregnado con el aroma cálido y dulce de los panqueques que Sebastian había preparado con dedicación.

La mesa estaba decorada con un mantel de lino ligeramente arrugado y algunos platos de porcelana fina que habían logrado rescatar en su mudanza junto con una jarra de leche fresca y un tazón con mermelada casera ocupaban el centro, junto a una bandeja con más panqueques apilados. 

Charles estaba sentado en una de las sillas de madera frente a su plato.

Con el tenedor en la mano jugaba distraídamente con su comida, haciendo pequeños surcos en el panqueque con la punta del utensilio. No tenía mucho apetito. 

Arthur estaba sentado al otro lado de la mesa con la cabeza inclinada sobre una libreta de dibujos desgastada con concentración mientras su pequeño lápiz de grafito se movía rápidamente sobre el papel trazando líneas y formas que solo él podía comprender. De vez en cuando levantaba la vista para observar la habitación pero rápidamente volvía a sumergirse en su trabajo.

Del otro lado de la mesa, Mark, su padre, estaba inmerso en la lectura de un periódico extranjero con una expresión seria con el ceño fruncido mientras leía las noticias del día. Aunque la familia hablaba principalmente en francés, Mark y Sebastian solían conversar en alemán o italiano cuando no querían que los niños entendieran completamente lo que decían. 

De vez en cuando, Mark murmuraba algo en italiano, y Sebastian, que estaba organizando la cocina, respondía en el mismo idioma, con un tono que revelaba una cierta preocupación.

El sonido de las páginas del periódico al pasar y el rasgueo del lápiz de Arthur eran los únicos ruidos en el comedor, aparte del ocasional susurro entre los padres. Charles se sentía inquieto pero no lograba ponerle nombre a esa sensación; con sus ojos que se desviaban constantemente hacia Arthur.

Mientras Mark leía en silencio, Sebastian terminaba de servir el café en una pequeña cafetera de latón antes de llevarlo a la mesa. 

De repente, Charles se dio cuenta de algo extraño. 

Había sentido que Arthur estaba demasiado silencioso. 

Cuando levantó la vista, notó que la silla de Arthur estaba vacía.