𝟎͟𝟐

69 10 3
                                    


— ¿Cuál es la palabra de cinco letras para un hombre que se casa? —pregunta Minghao, dándose golpecitos en la barbilla con ese bolígrafo que tiene una rana en la punta. Se lo dio Junhui. O tal vez fue Seokmin.

— Taken — dice Mingyu con seguridad en inglés, mirando por encima del hombro de Minghao con entusiasmo, casi derribando la taza de café helado que Minghao tiene sobre la mesa al hacerlo.

— Es 'groom' —corrige Hansol, que ni siquiera se molesta en levantar la vista de su portátil, porque algunas personas vienen a la biblioteca a trabajar (Hansol) y otras a hacer un crucigrama en un idioma que ni siquiera hablan con fluidez (Minghao y Mingyu).

Jeonghan se encuentra en un punto intermedio. Hoy ha venido a la biblioteca porque Seungcheol y Jihoon estaban ocupando su salón para un proyecto de música, y Jeonghan no puede oír tantos ritmos de prueba y error antes de que le empiece a doler la cabeza. Así que optó por fingir que trabajaría en la biblioteca, con el portátil abierto en una hoja de cálculo Excel, pero se sigue riendo de la forma en que Minghao confía ciegamente en todas las respuestas que le da Mingyu, así que no consigue hacer mucho.

— No, creo que te equivocas, Hansol —le dice Mingyu con pesar, a lo que Minghao se limita a asentir.

— ¿Celebración de dos personas que se casan? —Esta vez Minghao mira a Jeonghan en busca de una respuesta.

— ¿Cómo voy a saberlo? —pregunta Jeonghan— Apenas aprobé inglés en la escuela de gramática.

— Tú eres el que sale con el americano la mitad del tiempo.

Jeonghan puede sentir que sus mejillas se calientan, pero no está muy seguro de por qué.

— Sí, pero no es como si...

— ¡Oh! —Mingyu interviene, lo que Jeonghan no sabe si agradece o si quería una oportunidad para explicarse o no— Fiesta.

— Es un matrimonio, gilipollas —Hansol levanta esta vez la vista de su portátil y se encuentra con dos ceños fruncidos.

— Sigue con esa actitud y nunca conseguirás un matrimonio —le dice Minghao, pronunciando el inglés muy claramente.

Mingyu suelta una risita, con esa mirada especial que siempre tiene cuando se siente especialmente malvado.

— Sí. Seungkwannie se enfadaría mucho si se diera cuenta de que eres quejica, horrible y molesto, Hansolie, no puedes hacerle eso —dice Mingyu, con dulzura y educación, a lo que Hansol ni siquiera se inmuta, con la cara fría como una piedra mientras vuelve a teclear en su portátil.

— ¿Por qué iba a importarle a Seungkwan? Ya sabe que soy horrible, me lo dice al menos cuatro veces al día —dice Hansol, distante— ¿Es su sueño de toda la vida regalarme o algo así?

— Seokminie tiene razón, eres tonto, Hansol.

— ¿Qué? —Hansol vuelve a levantar la vista y esta vez parece bastante más preocupado— ¿Por qué estáis hablando de...?

— Hey —les interrumpe una voz familiar, y Jeonghan levanta la vista de su hoja de Excel en blanco para ver a Joshua, con la estúpida sonrisa que siempre tiene en la cara— Los oigo discutir desde unos seis kilómetros de distancia. Por cierto, ¿dónde coño estaba mi invitación, Hansol? Creía que éramos compañeros de habitación.

— Oh, no te sientas tan mal Shua —le asegura Mingyu— Él tampoco nos invitó, Hao y yo sólo lo vimos sentado aquí solo así que vinimos a molestarlo.

— ¿Jeonghan? —Joshua le mira, con un pequeño arqueo de cejas y una sonrisa burlona en los labios.

— Mingyu me pidió que lo acompañara.

𝐅𝐎𝐎𝐋𝐒 𝐅𝐀𝐋𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora