𝟎͟𝟖

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— No digas "te lo dije" —fue lo primero que había dicho Joshua justo antes de dejar que Jeonghan le metiera la lengua en la boca, siendo un completo egoísta y hambriento y todo lo que no debía ser.

Jeonghan prometió que no lo haría, le prometió a Joshua que le haría sentir bien, mejor que el tipo con el que Joshua se había enrollado ayer mismo.

— Era tan malo.. Sólo necesito saciarme.

Era todo lo que Jeonghan necesitaba oír.

— Jeonghan.. —Joshua está diciendo ahora, todo entrecortado y distante. Jeonghan piensa que se siente como a mil millas de distancia, no como si estuviera bajo las yemas de sus dedos en la habitación de Joshua— Tócame.

Normalmente, Jeonghan discutiría. Le haría trabajar un poco más, le besaría el torso de arriba abajo durante unos minutos más hasta que Joshua se lo suplicara, pero ahora mismo, quiere que Joshua consiga lo que ha estado deseando. Quiere ser el mejor. Quiere que Joshua lo pruebe tanto que se dé cuenta de que no puede tener a nadie más que a Jeonghan. Quiere arruinarlo.

— De acuerdo —accede Jeonghan, amistosamente por una vez, mordisqueando el cuello de Joshua mientras baja, con su aliento caliente mientras recorre la piel del abdomen del más joven— Te la chuparé. Me dejarás, ¿verdad —Joshua asiente, un pequeño gemido se escapa de sus labios mientras lo hace.

Mete las manos en el pelo de Jeonghan, ya sea una sugerencia para bajar más o simplemente necesita algo a lo que agarrarse. En cualquier caso, Jeonghan se desliza más abajo por su cuerpo, con sus manos suaves, pero deseando mucho más: tocarlo, cogerlo y abrazarlo.

— Deprisa —gimotea Joshua, impaciente. Antes de que Jeonghan pueda responder, Joshua lo hace en su lugar— Tu boca es siempre mucho mejor cuando está demasiado llena para decir algo sarcástico.

Jeonghan, por supuesto, escucha. Hunde su boca poco a poco, usando cada uno de los gemidos de Joshua como empujón para ir más lejos, más caliente, más rápido. Está atrapado en un extraño punto intermedio, bueno, muchos de ellos estos días, pero el de ahora es principalmente que quiere tomarse su tiempo, quiere separar a Joshua uno a uno, capa a capa, hasta que esté desnudo y saciado, pero también siente que tiene que trabajar rápido como si Joshua fuera a cambiar de opinión, mandar a Jeonghan a la mierda y no volver a verle nunca más.

— Hazlo otra vez —dice Joshua, gime, en realidad, dando un tirón al pelo de Jeonghan mientras lo hace.

Jeonghan, a pesar de su miedo previo a que Joshua le mande a la mierda, piensa que el fuerte agarre que tiene sobre su pelo es lo suficientemente tranquilizador como para que Jeonghan pueda tomarse un minuto para burlarse de él. Son los mejores en eso, de todos modos.

— ¿Te ha gustado algo, Shua? —Su voz suena rara. Ya rasposa. Le dolerá la garganta mañana, tal vez incluso más tarde, pero por ahora, parece lo suficientemente gratificante.

Joshua le estrecha los ojos, haciendo pucheros. Jeonghan siente la necesidad de querer comérselos.

— Dije que me gustabas más cuando tenías la boca llena, ¿recuerdas?

— La comunicación es la clave —razona Jeonghan. Lame el lado de la polla de Joshua, intentando no sonreír cuando Joshua se estremece visiblemente— Sólo intento averiguar qué parte te ha llamado la atención.

— Y una mierda. Sabes de sobra lo que me gusta —Joshua se burla, despreocupado— Sólo quieres que acaricie tu ego.

El aire entre ellos es espeso, pesado donde se asienta con toneladas de implicaciones y palabras no dichas y deseos. Es sofocante. Intoxicante. Jeonghan no puede soportarlo.

𝐅𝐎𝐎𝐋𝐒 𝐅𝐀𝐋𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora