002; el primer sueño.

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POR SÍ NO LEYERON, jeje, LA MAYORÍA DE LA NOVELA SERÁ COMO UN FLASHBACK Y ASÍ😋 LOVE YA
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- ¡Alexis! -gritaron mis pequeñas hermanas.

- Que bueno que ya estás bien, mi niña -dijo Gina.

- Me alegro de verlas -sonreí y las abracé a las 3.

- Te hice esto, mientras estabas en el hospital -dijo Emily. Me entregó una hoja con un dibujo en su contenido.

- Muchas gracias, hermanita -agradecí. Las amaba mucho, eran las únicas que estaban para mí.

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Me encontraba sola, en mi habitación, cuando un mensaje de Rebecca me llegó.

Desbloquee mi celular y lo abrí.

"Alexis; necesito hablar contigo" decía.

Seguía sin entender porque está chica no me dejaba en paz. Me había lastimado mucho, lo normal es dejar ir el problema.

"Deja de molestarme, por favor. No tenemos porque hablar" respondí y apagué el celular.

Ya era noche y tenía mucho sueño.

Me puse la pijama, apagué la luz y cerré mis ojos. El final de otro día.

"Me encontraba en medio de una calle sin transitar. Tal vez era porque era la media noche.

Caminé un rato para ver si conocía el lugar pero no, no lo conocía.

Por fin llegue a un lugar con gente. Era un bar. Tal vez sería una mala idea entrar, pero tenía que saber en dónde estaba.

Entré y una señorita en ropa poco apropiada se me acercó.

- ¿Qué quieres tomar? -preguntó inmediatamente.

- No vengo a tomar, quiero preguntarte algo... ¿En dónde estoy? -pregunté y frunció el ceño extrañada.

- ¿Estás drogada? -rió-. Si no compras nada, no resolveré tu duda.

Revise mis bolsillos y no traía dinero. La chica me fulminó con la mirada y fue a atender a otros señores.

Salí del lugar y unos chicos, seguramente borrachos, se encontraban peleando. Me gustaría separarlos pero no sería lo apropiado en la circunstancia en la que me encontraba.

Caminé un poco y un señor, ya tomado, me ofreció $650 (dólares). ¿Para qué?, ¿A qué rayos se refería?

El señor se acercó a mí a darme un beso y me alejé. Caminé a la otra dirección en donde, por cierto, estaban los chicos peleando.

No había otro lado a donde ir. Me estaba arriesgando mucho, pero bueno. Tenía que salir de ahí.

Caminé y me acerque a ellos.

- ¡Dejen de pelear, por el amor de Dios! -grité y dejaron de pelear.

Comenzaron a reír muy fuerte. ¿Por qué lo hacían?

- ¡Oh, no peleen! Eso está en contra de la paz -imitó uno.

- Dios no los ama por pelearse. Deberían de quererse -imito otro.

Ya entendía. Estaban peleando de mentira... Que pena.

Cuando pararon de reír hubieron 10 segundos en silencio.

- ¿Saben en dónde estoy? -pregunté y los dos rieron más que antes.

- ¿No sabes en dónde estás? -dijo uno riendo y yo negué con la cabeza.

- No te lo creo -dijo el otro.

- Creo que está drogada -comentó otro al salir del bar. Al parecer eran amigos.

Salieron otros chicos con otras chicas y preguntaron de que estábamos hablando. Al saber se echaron a reír.

Me sentía MUY humillada.

- Ven, te invitamos unos tragos -dijo amablemente uno.

Una extraña fuerza me obligo a decir que sí. No estaba habiendo lo correcto pero, no podía decir que no; algo me obligaba a decir que sí.

Entramos con todos y nos sentamos en una mesa y todos pidieron bebidas que yo desconocía. No era muy fan del alcohol.

- ¿Y usted que toma? -preguntó la mesera que anteriormente había visto.

- Nada, muchas gracias -le sonreí y volvió a verme feo.

- Cuéntame, niña fresa, se ve que no eres de estos rumbos... ¿De dónde eres? -preguntó un chico rubio y de ojos azules.

- De California -dije tímida.

Todos rieron.

- ¿Aquí en dónde es? -pregunté.

- Es California, cariño -respondió un chico de cabello de cabello negro y ojos cafés.

- ¿En serio? -pregunté emocionada-. ¿Alguien podría llevarme a mi casa? -pregunté sin pensar. Me estaba arriesgando mucho, otra vez.

- Yo -dijo un chico castaño y de ojos mieles. Era guapo, muuy guapo.

- Gracias -contesté tímida y confundida. Su miraba no me brindaba confianza...

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- Muchas gracias por ofrecerte a llevarme a mi casa, pero me gustaría más que me dejaras en el sitio de taxis más cercano -le dije. Mierda. No traigo dinero.

- Claro -abrió la puerta de su elegante coche.

- Olvídalo, no traigo dinero -dije apenada. Esperaba que se ofreciera a darme pero no lo hizo.

- Entonces te llevaré a tu casa -contestó y entró al carro.

Le dije la dirección y él arrancó.

- ¿Qué hacías aquí, sola y sin dinero? -preguntó curioso.

- No lo sé -dije mientras voltee a ver el espejo. Él me miraba desde ahí.

- ¿Cómo que no sabes? -preguntó con un tono sarcástico-. No son tus rumbos.

- En serio, no sé. Aparecí aquí de la nada -reí.

- No es algo muy normal -dijo y se quedo callado-. ¿Cual es tu nombre? -preguntó.

- Alexis -contesté y me volteó a ver directamente, sus ojos eran hermosos.

- Bonito nombre -se le dibujó una sonrisa en los labios.

- Gracias, así se llamaba mi abuela paterna... -dije recordando la ida de mi padre. Recuerdos bombardearon mi mente:

Cuando fuimos de picnic y jugamos toda la tarde, cuando fue el nacimiento de Diana y él me compró muchas cosas para que no me pusiera celosa, cuando fuimos por primera vez a la playa todos juntos, cuando me llevó a mi restaurante favorito por primera vez en mi cumpleaños... Muchas cosas más. Me hacía mucha falta.

- Tienes los ojos llorosos -dijo tenso e interrumpiendo mis sentimientos.

Sacudí mi cabeza y contesté con un simple '¿Qué?'

- ¿Estás triste? -preguntó con el ceño fruncido.

- Sí, un poco -respondí e inmediatamente preguntó el porqué-. Mi padre nos ha abandonado.

- Mis padres se separaron cuando yo era un un niño. Te acostumbrarás a verlos en tiempos diferentes, tranquila -contestó y nos quedamos callados.

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DISFRÚTENLO :)
SEGUNDO CAPÍTULO
ESPERO LES GUSTE, EN SERIO
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Wake Up ➳jbDonde viven las historias. Descúbrelo ahora