–¡Felix!Irrumpe agitada la omega con aroma a fresa a la habitación, acercándose a la cama en donde se encontraba el rubio para sacarlo de ahí.
–Vamos Lix, levántate. Necesito sacarte de aquí antes de que regrese– le susurró moviéndolo un poco para hacerlo reaccionar.
-Mhmm voy- logro decir soltando un leve gemido. Con mucha dificultad consigue sentarse en la cama con una visible mueca de dolor, Nayeon tomo unos pants y la camisa que llevaba consigo y se acercó con ellos en mano para ayudar a vestirlo.
–Listo, salgamos de aquí– dijo pasando el brazo izquierdo de Felix alrededor de sus hombros para ayudarlo a sostenerse con su cuerpo.
Salen de la habitación pasando el largo pasillo lo mas rápido que pueden.
–Mierda– gimió Felix cuando bajan con un poco de brusquedad las escaleras.
–Shh aguanta, ya vamos a llegar– susurró apresurada, intentando hacer el menor ruido para no despertar o llamar la atención de nadie, apenas eran las 5 de la mañana y tenían que aprovechar que se podían mover con mayor libertad.
Entraron a la pequeña habitación del rubio de ojos azul al final del pasillo del ultimo piso e inmediatamente Nayeon dejo al omega cuidadosamente en la cama quien se encontraba extremadamente agotado.
–Hey Lix– llamó la omega evitando que se quedara dormido.
–¿Qué pasa?– preguntó adormilado.
–Se que estás cansado pero necesitas darte una ducha y comer un poco ¿okey? Prometo dejarte descansar después de eso– comunicó con prisa, haciendo una mueca de disculpa.
–Bien– dijo moviéndose lentamente para salir de la cama y con ayuda de la chica se dirigieron al baño.
–Iré por tu comida mientras te bañas, no tardo– avisó mirando al omega en la tina con el agua hasta los hombros y la mirada perdida al frente. Como cada vez que pasaba la noche en esa habitación.
–Nay – habló Felix antes de que la omega saliera.
–¿Si?
–Gracias– musitó enfocando su mirada en la castaña, quien al oír eso le regala una sonrisa.
–No hay de qué Lix, ahorita regreso– dijo con cariño para después salir del lugar, dejando al rubio solo.
En cuanto escucho la puerta cerrarse dejo caer su cabeza hacia atrás soltando un suspiro agotado. Lo odiaba tanto, estaba tan cansado de su vida que apenas recordaba como era antes de todo, veía en lo que se había convertido y solo podía sentir asco, sus errores lo habían llevado a eso, en la mierda en la que vivía ahora. Todavía podía sentir sus ásperas manos encima de él, su asqueroso olor, su risa, de tan solo recordar le daban unas inmensas ganas de vomitar.
Tallaba su cuerpo con fuerza hasta dejar su delicada piel irritada y rojiza con intención de borrar sus huellas, su olor, todo lo que le recuerde a él. Pequeñas lágrimas caían de sus ojos sin percatarse de ello mientras estas se perdían en el agua.
Después de media hora de estar en el agua se secó y vistió para que por fin pudiera acostarse e intentar relajarse un poco hasta que llegara Nayeon, su mejor y única amiga en ese lugar, desde que la omega llegó a la mansión, ella siempre ha estado para el desde que regresó de esa misión fallida y perdió todo su honor y respeto, siempre ayudándolo en los momentos más difíciles y nunca sabría como agradecerle.
Escuchó el movimiento de la manija de la puerta e instintivamente volteo viendo a la omega entrar.
–Aquí esta, te traje algo de sopa con verduras para que te repongas, esta muy bueno eh– expresó alegre en cuanto cruzo la entrada cerrando la puerta a sus espaldas con la bandeja en mano.
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𝐑𝐞𝐝 𝐃𝐚𝐠𝐠𝐞𝐫 - 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐥𝐢𝐱
Fanfiction. . . . La Krasnaya Korobka, mejor conocida como la "Caja Roja" es una agencia de inteligencia rusa que entrena a los omegas entre 14 y 16 años a matar y a usar sus atributos como armas de combate. Convirtiendo a la casta más débil en una de las may...