𝐑𝐞𝐝 𝐃𝐚𝐠𝐠𝐞𝐫 - 𝐇𝐲𝐮𝐧𝐥𝐢𝐱

Capitulo 2

Al inicio de la semana, con la llegada de la omega de Vólkov, Irina Ferrer a la mansión, Felix pudo por fin respirar en paz. Vólkov paso su celo con su bellísima omega y después se fue con ella a resolver unos asuntos fuera del país dejando al omega de ojos azules dos semanas tranquilas en las que pudo disfrutar de dormir mas de 8 horas seguidas y salir durante una noche fuera de la mansión, burlando con facilidad la seguridad que rodeaba el lugar aprovechando de unas cuantas horas de completa libertad, la cual había perdido hace muchos años.

Después de la muerte de su madre, su padrastro lo vendió a una organización rusa llamada Krasnaya Korobka o mejor conocida como la Caja Roja en donde compran bellos omegas de diferentes partes del mundo y los convertían en las famosas Dagas Rojas de la mafia. Se encargan de entrenarlos bajo un régimen estricto de conducta y control hasta volverlos armas expertas para matar y cumplir cualquier orden de sus superiores. Al completar su ultima fase de entrenamiento son vendidos a sus aliados de la mafia o en la mayoría de los casos a la mafia rusa, dándose el caso de Felix,

La belleza y delicadeza del pequeño omega de 15 años llamo la atención de la mayoría de los miembros de la corporación, enfocándose en convertirlo en una de las mejores Dagas Rojas de la organización. Al finalizar su entrenamiento Felix fue presentado y entregado a Dimitry Vólkov, por una deuda que Antón Belov, (director de la Caja Roja) tenia con el líder de la mafia rusa, quien quedo maravillado con el hermoso físico del omega y sus habilidades innatas en la tecnología. Tiempo después la Caja Roja fue destruida por ordenes de Vólkov, por conflictos que surgieron años después.

La mafia rusa liderada por Dimitry Vólkov era constituida en su mayoría por los mejores alfas en combate y defensa, y las Dagas Rojas, quienes constaban de grandes habilidades y capacidades en misiones, eran sus armas y eran de su propiedad manteniendo a la mafia en una de las mas poderosas del mundo.

Volkov siempre se encargaba de mantener un ojo bajo cada uno de sus miembros para estar al tanto de cada uno de su movimiento y actuar ante algún tipo de traición. Por esta razón se le ha hecho imposible a Felix huir, al ser una de sus "armas más valiosas" era obvio que siempre lo tenia vigilado. Esto no quería decir que el no encontrase la forma de escabullirse por las noches de vez en cuando en ausencia de su líder y regresara antes de que alguien lo notara.

–Uff por fin llegas– dijo su amiga en cuanto lo ve entrar por la puerta de su habitación –me estaba empezando a preocupar.

–No tienes porque, ya sabes que siempre regreso a tiempo– respondió Felix encogiéndose de hombros, mientras se quitaba la chaqueta negra y la arrojaba sobre la cama, para caminar hacia el baño.

–Lo sé, pero esta vez tardaste un poco más de lo normal, ¿qué estabas haciendo eh?– inquirió la omega curiosa, desde su propia cama.

–Me entretuve con algunas cosas esta vez, solo eso.

–¿Qué? ¿Qué cosas? Felix si sabes lo que te puede pasar si se dan cuenta, ellos...–le recordó angustiada.

–Lo sé. Sé lo que hago Nayeon, fui cuidadoso lo prometo– le hizo saber relajado, dejándose caer en su cama –y a todo esto ¿a qué se debe tanta preocupación?

–Nos acaban de notificar que Volkov estará aquí por la mañana. No se sabe a qué hora, temía que no regresaras para entonces– manifiesto Nayeon, jugando con sus manos. Realmente Felix solía preocuparle mucho tenía poco menos de dos años y medio conociéndolo pero le importaba. Veía con sus propios ojos lo mucho que sufría y lo odiaba, un alma como la de Felix no merecía vivir en ese mundo tan cruel.

–Ya no hay de qué preocuparse, ya estoy aquí –le aseguro con una sonrisa de boca cerrada.

–Bueno me voy, no tarda en amanecer y tengo que ir a encargarme de algunas cosas– notificó saliendo de la habitación, dejando al chico rubio dormir unos minutos. Felix la vio irse con curiosidad pues aprecia qué quería decirle algo.