⁺‧₊˚ ཐི⋆♱⋆ཋྀ ˚₊‧⁺ 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒘𝒂𝒊𝒕 𝒐𝒏 𝒊𝒕
𝑻𝒐𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕, 𝒊 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒈𝒆𝒕 𝑵𝒂𝒔𝒕𝒚. ⁺‧₊˚ ཐི⋆♱⋆ཋྀ˚₊‧⁺
𝐖𝐄𝐋𝐂𝐎𝐌𝐄
⋆.˚ Traducciones de historias de Tumblr de los personajes de La casa del Dragón.
𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒘�...
Resumen - Cómo afrontar las consecuencias de poner celoso a Aegon
Advertencias - relación abusiva/tóxica, masoquismo definido, estrangulamiento, breves menciones de sangre, breves menciones de espadas, targcest
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Las estrellas nublan tu visión cuando te empuja contra la pared, tu sien se estrella contra la piedra áspera.
Siseas por el dolor que te atraviesa el cráneo, palpita tanto que apenas reconoces el dolor que lo acompaña en el hombro, tu brazo se retuerce torpemente mientras sus dedos se envuelven firmemente alrededor de tu muñeca, sujetándola entre tus omóplatos.
Se inclina hacia ti, presionando su peso contra tu columna vertebral y sacándote el aire de los pulmones. Su otra mano se levanta para enredarse en tu cabello, manteniendo tu mejilla presionada firmemente contra la piedra.
Intentas usar tu mano libre para empujar contra la pared, desesperada por darle a tu pecho suficiente espacio para expandirse, para permitir que el oxígeno llene tus necesitados pulmones.
Una risa seca sacude su pecho ante la vista, divertido mientras te ve empujar sin poder hacer nada. Entonces, después de escuchar tus patéticos jadeos durante unos segundos, su agarre se afloja lo suficiente para permitirte respirar profundamente, pero no lo suficiente para darte la oportunidad de escapar de su agarre.
Sin embargo, incluso si pudieras liberarte, no habrías tenido la intención de hacerlo.
"Apuesto a que crees que eres una chica inteligente", sus labios casi rozan el lóbulo de tu oreja mientras habla, el calor de su aliento se extiende por tu cuello. "¿No es así?"
El tono de Aegon es empalagosamente dulce, y la burla empalagosa ofrece un contraste distintivo con el violento agarre que todavía tiene sobre ti. Todavía puedes sentir el agudo ardor de sus uñas arañando tu muñeca, clavándose en la carne tan profundamente que te preguntas si te sacará sangre.
No sería la primera vez que Aegon te hace sangrar, y esperabas que no fuera la última.
Jadeando, todavía tratando de recuperar el aliento, dices: "No tengo la menor idea de lo que estás hablando, hermano".
Hermano, el título le provoca un sonido gutural, un sonido bajo y celestial que hace que tu cuerpo actúe por voluntad propia, tus muslos se aprietan en busca de fricción.
Aegon sabía que, en este caso particular, tu elección de palabras había sido un movimiento deliberado. Un recordatorio de lo que eras para él; su hermana más joven y dulce, una chica a la que se suponía que quería proteger de hombres malvados como él, del tipo que deseaba arruinarte de maneras que los Siete nunca perdonarían.
Pero disfrutas alimentando su deseo pecaminoso e insaciable de profanar a su dulce hermana. Y, a pesar del dolor (de tu cabeza, de tu hombro, de tu muñeca), hay una sonrisa maliciosa tirando de la comisura de tu boca. Una repentina sensación de poder recorre tus venas, mitigando el dolor que sientes y reemplazándolo con una satisfacción inconmensurable.
