Capítulo 25

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Tomas

Silencio . Vacío . Dolor .
Tres palabras que describen lo que siento , aunque realmente no se lo que siento.

Creo no soy consiente del tiempo que llevo sentado en la misma posición hasta que Kimberly junta nuestras manos y me arrastra por el pasillo que lleva a mi habitación , una vez dentro nos dirige al cuarto de baño .

Todos sus movimientos son rápidos y sigilosos , como si supiera que todo lo que me apetece es el silencio , el cual compartimos de forma natural , sin necesidad de ningún argumento .

Abre el grifo de agua que rápidamente comienza a llenar la bañera para luego volver a mi , cuando alarga la mano y me toca juraría que mi corazón deja de latir , con parsimonia ,  me ayuda a deshacerme de mi ropa de deporte , sus ojos están sobre los míos y se siente tan cálido , sin nada sexual como si el momento y los gestos compartidos sean una tarea diaria .

Me permito deslizarme en el agua tibia y dejo que mi cuerpo se adapte hasta que comienza a desaparecer poco a poco la tensión en mis músculos .

Con un gesto le hago saber que la necesito aquí conmigo , no hay motivos carnales en todo lo que deseo ahora , solo la intensa necesidad de saber que está  .

Una vez dentro de la bañera se abre paso en mi cuerpo y pega su espalda a mi pecho . Pasado un momento como si estuviera muriendo por hablar desde que llegó rompe el silencio :

- Por qué no contestas mis llamadas ? - siento de pronto como tiembla su voz , como si se le hiciera difícil preguntar - Hice algo mal .

La preocupación es sus palabras me arrancó un ronco suspiro que estaba guardado bien en el fondo .

- No joder , no .... , No has hecho nada malo , yo solo - hice una pausa - lo siento.

- Sabes yo , necesitaba verte , no se si tú querías lo mismo pero lo sentí correcto .

- Gracias por venir a buscarme .

La rodeo con los brazos y me permito respirar el delicioso aroma de su cabello que está ahora recogido en un moño alto para no mojarse .

Por un momento recuerdo que una vez leí en un libro de historia que en algunas religiones africanas existían espíritus que comían vidrios y de repente sentí como si un montón de astillas de vidrio se encontraran alojadas en varias partes en el interior de mi boca , mi lengua o mi garganta . Tengo muy clavada en el pecho la absurda necesidad de sacar esto que llevo por dentro y que me está consumiendo .

De pronto digo :

- Nunca me he considerado una persona fácil .

- No tenemos que hablar si no quieres .

- Por favor , escúchame , lo necesito .

Su agarre se reafirma en mis brazos.

- Te escucho .

El roce de sus dedos en mi piel me  transmite seguridad , sin pensarlo dos veces retomo la historia.

- No se si el hecho de perder a mi madre a tan temprana edad fue uno de los factores que por así decirlo me llevaron a un vacío . Crecí con mucho amor eso sí , Lala siempre estubo para mí y mi padre de alguna manera hacia lo que podía para estar a mi lado entre tanto viaje . Siempre fui un niño tímido y de adolescente tampoco era muy sociable que digamos , prefería estar metido en buen libro o viendo documentales , incluso estudiando como un empollón , creo que lo más entusiasmante que hice fue jugar con una consola que le pedí a mi padre  a los  dieciseis .

- La verdad es que no te imagino como friki de las matemáticas o un ratón de biblioteca , tienes más el  aire de chico duro y matón de instituto o incluso jugador de fútbol .

Irresistible deseo   +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora