Capítulo I

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─Una nueva vida..

EL AUTO AVANZADA LENTAMENTE POR LA CARRETERA SINUOSA que conducía a Beacon Hills. Los árboles altos formaban un túnel verde sobre la carretera, creando una atmósfera acogedora pero ligeramente ominosa. Darcie miraba por la ventana, perdida en sus pensamientos, mientras su madre, al volante, permanecía en silencio.

Las últimas semanas habían sido un torbellino. Después de salir de la rehabilitación, Darcie esperaba que su vida tomara un rumbo diferente, algo más normal. Sin embargo, mientras más se acercaban al pueblo, más se daba cuenta de que la tranquilidad que había imaginado podría no ser tan fácil de alcanzar. La llegada a Beacon Hills fue como sumergirse en un sueño.

El aire estaba impregnado de un aroma fresco y ligeramente terroso, y el sol de la tarde se filtraba a través de las hojas, lanzando sombras danzantes sobre las calles. El pueblo tenía un encanto rústico; las casas, la mayoría de estilo victoriano, se alineaban a lo largo de las calles tranquilas, y en el centro, un pequeño parque con una fuente ofrecía un lugar de descanso para los habitantes.

Pero debajo de esa apariencia pacífica, Darcie podía sentir algo más, algo que la hacía sentir incómoda, como si el mismo aire estuviera cargado de secretos.

Darcie salió del auto y se quedó parada frente a la casa, con su bolso colgando del hombro y sus dedos jugueteando nerviosamente con la correa.

"Este es el lugar."

pensó. Aquí es donde empezaría de nuevo, donde intentaría dejar atrás el pasado y, con suerte, encontrar algo de paz. Beacon Hills se extendía frente a ella, un pequeño pueblo envuelto en la tranquilidad de las montañas y cubierto por la neblina matutina. Su madre había insistido en que este era el lugar perfecto para empezar de nuevo, un sitio alejado del caos de la ciudad, donde las cosas podían ser simples y normales.

"Simple y normal.."

pensó Darcie mientras tomaba su maleta y observaba la casa que sería su nuevo hogar. Era un pensamiento que había repetido en su mente una y otra vez desde que dejó la clínica de rehabilitación. Pero, mientras recorría el pequeño jardín hacia la entrada principal, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. ¿Y si nada cambiaba? ¿Y si su mente la traicionaba de nuevo?


─¿Estás lista?─. Preguntó su madre con una sonrisa cálida, aunque cansada. Darcie asintió. No estaba segura de estar lista, pero no tenía muchas opciones.

La puerta de la casa se abrió con un leve chirrido, y Darcie se detuvo en el umbral, observando el interior. Su madre ya habían desempacado algunas cajas, y el aroma a pintura fresca invadía el aire. Era un nuevo comienzo, literalmente. Las paredes aún estaban desnudas, y los muebles distribuidos en el salón parecían esperar a que alguien les diera vida con pequeños detalles: fotos familiares, libros y otros objetos que le darían un toque personal.

─Darcie, cariño, ¿qué tal si exploramos un poco el pueblo después de que termines de desempacar?─. La voz de su madre sonaba demasiado entusiasta, casi desesperada por mantener un tono positivo. Su madre siempre había sido así, intentando proyectar una fortaleza que muchas veces era solo una máscara para ocultar su preocupación.

Darcie torció la boca, no muy convencida apenas podía sentirse tranquila, era algo nuevo, y eso la aterraba, todavía le constaba ver la cara de su madre y no vomitar.

─Claro, mamá.─. Respondió Darcie con una sonrisa forzada antes de dirigirse a su nueva habitación. Era más pequeña que su antiguo cuarto, pero acogedora.

𝙁𝙤𝙤𝙡'𝙨 𝙇𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨¦ Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora