La esclava

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Después de lo sucedido en el día, justo antes de ir descansa Albedo le dio todo todas las respuestas aunque...
Omitiendo algunos detalles como es la existencia de Diós y lo de la linea de tiempo, pero bueno.

Después de aver descansado tanto el portador del ultimatrix y el héroe del escudo se prepararon para irse de la posada, aunque nada más salieron y empezaron a caminar ambos notaron las miradas de las personas lo cual solo le dio algo de molestia al escudo, mientras el peliblanco solo los ignoraba.

Albedo: (se a esparcido más rápido que el fuego está cosa.. aunque me pregunto que dirán de mi.. bueno da igual, lo bueno es que tengo al héroe de la espada dudando así que podrá ser buen aliado) -este está por sacar algún tema de conversación para distraerte a Naofumi hasta que el herrero que conocieron ambas se les puso delante- oh hola jefe

Erhard: quiero hablar con el chico del escudo, pero el siguiente serás tú

El herrero se llevó a Naofumi a un callejón donde lo levantó sin mucho esfuerzo mientras el peliblanco miraba bastante tranquilo.

El herrero se llevó a Naofumi a un callejón donde lo levantó sin mucho esfuerzo mientras el peliblanco miraba bastante tranquilo

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Erhard: me enteré de lo que le hiciste a la chica, así que deja que te dé un puñetazo

Naofumi: ¿Tu también... ? -el herrero solo miro fijamente a los ojos del héroe y luego relajar su mirada y suspirar para terminar solotarlo- no me ibas a pegar?

Albedo: déjale, ya se le pasó la rabieta al bebe grande jeje -bromeo para relajar la tensión aunque recibió una colleja por parte del herrero- oye jefe solo era una broma

Erhard: si muy gracias no chaval jaja, pero déjame preguntar algo lo que dices falso? -pregunto para asegurar el cual el peliblanco le confirmo- entiendo, pueden esperar aquí un momento

Cuando el herrero se fue el peliblanco y el portador del escudo hablaron de algunas cosas, después de cinco minutos el herrero volvió con algo de ropa mejor y una capa para Naofumi y Albedo.

Naofumi: ¿cuanto cuesta?

Erhard: solo déjalo como una consideración de la casa, pero si quieres el presiciso serían 15 monedas de bronce -antes de que se diera cuenta Albedo ya le dejo de regreso lo que le trajo para el junto a las 15 monedas- pero no me as escuchado?

Albedo: yo si, pero creme que insistimos en pagar y yo con lo que tengo estoy bien pero gracias, ya nos veremos jefe

Erhard: suerte, la van a necesitar chicos

Ambos héroes se despidieron del herrero mietras se dirigían a fuera de la capital a practicar otra vez, pero está vez Albedo estaba obligado a practicar con la estado para saber usarla y no confiarse con sus transformaciónes.

Albedo: uffff.. esto cuesta lo suyo -dijo mietras golpeaba a un globo verde para apartarlo- ya pensaré en algo más cómodo para mí estilo, eso me recuerda que tengo que revisar mi lista de alienígenas

UN RELOJ JUNTO AL ESCUDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora