El Encuentro

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La noche era cálida y húmeda en la ciudad de Nueva York, y la luz de las estrellas brillaba sobre los rascacielos. En el piso superior del hotel Four Seasons, un evento empresarial privado estaba en pleno apogeo. Los invitados vestidos de negro y blanco se movían entre las mesas repletas de delicatessen y vinos finos.

Alessandro, con su porte elegante y atractivo, se encontraba en medio del bullicio, rodeado por admiradores que querían conocer al hombre más poderoso de la ciudad. Con un traje negro impecable y una camisa blanca desabrochada, Alessandro parecía el rey de la noche.

En ese momento, Sofia ingresó al salón con su hermoso vestido blanco que realzaba sus curvas seductoras. Su cabello rubio oscuro brillaba bajo las luces y sus ojos verde claro eran como esmeraldas. Con una sonrisa en el rostro, avanzó hacia la mesa donde Alessandro estaba hablando con un grupo de hombres de negocios.

Al verla llegar, Alessandro se detuvo en seco, dejando que su mirada se posara en ella. Sofia notó cómo Alessandro la observaba y sintió una descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo. Su corazón comenzó a latir más rápido y su mente quedó en blanco.

Alessandro se acercó a ella, con un aire confiado y seguro de sí mismo. "Sofia, encantado de conocerte", dijo, ofreciéndole su mano. Ella la tomó y sonrió, sintiendo cómo sus dedos se entrelazaban con los suyos.

Mientras hablaban, Alessandro notó cómo su mente quedaba distraída por la belleza de Sofia. Era como si algo dentro de él le hiciera sentir una fuerza desconocida. Pero justo cuando pensaba que podía dejar fluir sus sentimientos, un hombre apareció a su lado y lo llamó aparte.

"Disculpa, Alessandro", dijo el hombre, "necesito hablar contigo sobre algo importante". Alessandro asintió y le hizo una señal a Sofia para que lo esperara. Mientras él se alejaba con el desconocido, Sofia notó cómo su corazón se llenaba de una sensación de incertidumbre.

En ese momento, la música comenzó a sonar más fuerte y los invitados empezaron a bailar. Sofia sintió que alguien se acercaba por detrás y sintió un aliento cálido en su oreja. "Permíteme acompañarte a la barra", dijo una voz ronca y seductora.

Sofia se volvió y vio a Marco, el hombre apuesto que había aparecido junto a Alessandro momentos antes. Su sonrisa sugerente hizo que Sofia se sintiera cautivada, pero también le daba un sentimiento de inquietud. ¿Quién era ese hombre y qué quería?

Sofia aceptó la proposición de Marco y se dirigió con él hacia la barra. Mientras caminaban, ella no pudo evitar fijarse en la forma en que Marco la observaba. Su mirada era intensa y seductora, como si quisiera desgarrar su mente.

Cuando llegaron a la barra, Marco pidió dos copas de vino y las entregó con una sonrisa. "Te vi entrar al salón", dijo, "y tuve que conocerte". Sofia lo miró con recelo pero también sintió una pequeña chispa de interés.

"Y yo te vi a ti", respondió ella, "y pensé: 'Quién es este hombre tan interesante'". Marco rió y se acercó aún más a ella. "Sí, me pareces una persona muy interesante", dijo con un tono seductor.

Justo en ese momento, Alessandro regresó junto a ellos. Su expresión era seria y preocupada, como si algo estuviera pasando en su mente. Sofia notó cómo Marco se retiraba ligeramente, dejándola sola frente a Alessandro.

"Lo siento", dijo Alessandro, "tuve que atender un asunto importante". Pero antes de que ella pudiera responder, él cambió de tema y comenzó a hablar sobre su negocio. Sofia notó cómo su voz era amable pero también tensa, como si estuviera tratando de mantener una fachada.

Mientras ellos hablaban, Marco se retiró lentamente hacia el fondo del salón, observándolos con una mirada pensativa. Sofia no podía evitar sentirse incómoda, como si algo estuviera a punto de suceder.

Entre sombras y lagrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora