Ya había pasado una semana desde que todos comenzaron sus vacaciones. Algunos se graduaron, mientras que otros aún tenían varios años por delante en su trayectoria académica.—Jeongwoo, ¿has visto mi camiseta verde con rayas? —preguntó Jihoon al entrar en la habitación de su hermano, con una expresión de ligera frustración.
El menor, que estaba organizando algunas cosas en su maleta, miró a su hermano mayor y negó con la cabeza.
—No, ¿ya le has preguntado a mamá? —respondió con un tono despreocupado.
—Sí, pero dice que no la ha visto. —Suspiro con frustración y se acercó a la cama del menor —¿Ya terminaste de empacar?
—No, aún me faltan algunas cosas. —Dijo observando el desorden que había en su habitación.
—De acuerdo, te dejaré seguir con eso, yo iré a hacer lo mismo y seguiré buscando mi camiseta. —Jihoon sonrió y salió de la habitación de su hermano.
Por otro lado, Jeongwoo no estaba muy emocionado por el viaje. La idea de convivir con muchas personas al mismo tiempo lo abrumaba un poco; sentía que sería demasiado. Sin embargo, había algo que lo mantenía optimista: la certeza de que sus amigos estarían allí.
—¿Tan emocionado estás por ese viaje? —preguntó su padre mientras él asentía muy emocionado —Esa casa está bastante lejos, Junkyu.—Papá, ya estoy bastante grande y sabes que puedo cuidarme solo —respondió el menor, mirando a su padre.
—Lo sé, pero Doyoung... Él solo tiene 19 años, Junkyu —En su voz se notaba la preocupación que sentía por su hijo menor, un sentimiento que siempre lo acompañaba cuando se trataba de sus dos hijos.
—Voy a cuidar muy bien de él, papá. Además, fue él quien insistió en que quería ir. Déjalo, sus amigos estarán allí también -le sonrió al mayor con confianza. —Prometo que lo cuidaré con mi vida.
—Eso espero, Junkyu, también ten cuidado tu —Contestó el padre, aunque aún con un dejo de inquietud en su voz.
Junkyu simplemente asintió y de repente, un grito resonó desde la sala:
—¡Mamá!
Su madre, quien estaba en la cocina, respondió con un tono cariñoso:
—¿Qué ocurre, cariño?
Doyoung salió rápidamente de la sala y se dirigió hacia la cocina donde se encontraba su madre.
—¿Has visto mis audífonos? Los había dejado en el estante junto a la televisión ayer —Preguntó frunciendo el ceño mientras intentaba recordar si era ahí o en otro lugar.
—Ayer estuve limpiando, así que los dejé en tu habitación. Están guardados en uno de los cajones de tu mesita de luz —Le respondió ella sin dejar de realizar sus tareas diarias. Su voz era tranquila, como siempre.
ESTÁS LEYENDO
Holidays | TREASURE
HorrorLos siete chicos reunidos esa noche en aquella comisaría compartían un aire de inquietud palpable. Cada uno de ellos se planteaba las mismas preguntas que flotaban en el ambiente: ¿Por qué ellos? ¿Por qué únicamente ellos lograron sobrevivir?