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| Narra Damara |

Dos semanas sin saber nada de Jordan, pero bueno... Hoy día me encontraba en oficina esperando a los lesionados para empezar con sus rehabilitaciones, entre ellos estaba Kevin obviamente.
No sé en que momento tenía las tres camillas de mi oficina ocupadas; una con Kevin, otra con Isra y otra con Zendejas.

— ¿Mucho trabajo?—Preguntó Ramón mientras entraba a mi oficina y dejaba un café en mi escritorio.

— No sé ni por dónde empezar... Y gracias por el café.—Agradecí con una sonrisa.

Deberías empezar con aceptarme una cita.—Me dijo sonriendo un poco e inmediatamente yo negué.

— Sabes que no, Ramón... Perdón.—Dije mientras me levantaba de mi silla y me dirigía a ponerme mi bata para atender a los lesionados.

— ¿Por qué eres tan difícil, Álvarez?—Preguntó e inmediatamente recordé la vez que Jordan me lo dijo.

— Supongo que así me obligaron a ser.—Respondí con dificultad y empecé a atender a Isra.

— Que onda, Isra ¿cómo seguimos de esa lesión?—Le pregunté mientras ponía gel en mi manos para después comenzar a hacer masajes en su pantorrilla, ahí tenía la lesión.

— Cada vez mejor, Dam y todo gracias a ti.—Respondió y yo reí un poco.

— Eso es todo.—Respondí ahora yo con una sonrisa, él me agradaba.

Terminé con Isra y seguí con Ale.

— Hola, hola, Ale.—Dije saludándolo amablemente y el sonrió de vuelta.

— Hola, Dam. Te tengo un recado.—Respondió mientras yo hacía lo mismo que con Isra.

— ¿Para mi? ¿Qué es?–Pregunté con curiosidad y el rió.

— Sabrina dice que la tienes olvidada, tienes que irla a visitar un día de estos.—Reclamó y yo reí.

— Ella no me ha invitado a su casa, no puedo llegar así porque si.

— ¿Really? Sabes que puedes llevar cuando quieras a casa.

— Gracias Ale, lo pensaré.

— Te noto triste o desanimada ¿qué pasa? ¿peleaste con Kevin nuevamente?

— Ajá, ya sabes cómo es Kevin y sus celos.

Terminé con Alejandro y finalmente seguí con el que menos quería ver en estos momentos... Con Kevin.

A él no lo saludé ni nada, simplemente comencé a hacer mi trabajo.

— O sea que ni un perro "hola" va.

— Ni empieces, Nahin.

— ¿Qué te hice, Dam?—Preguntó mirándome fijamente.

— Hiciste que Jordan me bloqueara, cabrón.—Dije molesta y el sonrió un poco.

— Mmmm... Ahí tal vez si fue mi culpa pero no de la manera que piensas.

— ¿Entonces cómo?

— Luego te cuento...—Dijo con nervios.

Terminé mi trabajo y comencé a guardar todas mis cosas en mi bolso y a guardar todos los documentos de hoy de los lesionados en sus lugares correspondientes.

Seguí guardando todo hasta que alguien que entró interrumpió mi paz y silencio en mi oficina, su perra madre.

— Damaraaaa.—Susurró Igor acercándose a mi.

— Dime, Lichnovsky.—Respondí mirándolo mal.

— Es rápido wey... Jordan me contacto.—Dijo sonriendo ampliamente y yo reí.

¿Y qué quería o que?—Dije disimulando que no estaba muerta de la emoción.

— Ya wey, deja de fingir que te encanta, tu hermano no esta aquí ahorita... Dice que por qué le dejaste de hablar.—Respondió y yo lo miré sacada de onda.

— ¿Yo? El me dejo de hablar, su usuario ya no me salía ni su contacto en whatsapp.

— Está raro entonces wey, dice el que le pasa lo mismo...

| Narra Igor |

Ay Kevin todo wey... Ya lo van a cachar, con razón el otro día me mandó desde la cuenta de Damara lo de "acá ando wey" y yo ni le pregunté.
El hijo de perra bloqueó a Jordan... MADRESSSS.
¿Ya la cagué verdad? Pobre Kevin, Damara se lo va a putear.

— Creo que tengo una idea de lo que pudo haber pasado...—Le admití y ella me miró sorprendida.

— Habla, wey.—Dijo mirándome fijamente.

— No, primero tengo que confirmarlo a mi manera, mañana te tengo las noticias bien.—Le respondí y salí corriendo de su oficina.

| Narra Damara |

- 10:00 PM

Y sigo en la oficina guardando los documentos de hoy en la carpeta correspondiente de cada jugador, solamente me faltaba guardar el de Malagón y Zendejas.

Al terminar tomé mi bolso y salí al estacionamiento, subí a mi auto y conducí a mi casa, al llegar al departamento dejé mis cosas en el pequeño sillón y me empecé a dirigir a mi habitación hasta que Kevin me interrumpió la poca paz que tenía en mi mente.

— Dami ¿podemos hablar?—Pidió y yo suspiré pesadamente.

— Mañana, Kev... Vengo bastante cansada.—Dije mientras abría la puerta de mi habitación y el volvió a hablar.

— Solo 5 minutos...

— No, Kevin.

– Dami... Por favor.

— Kevin tú saliste hoy a las 5 de tus entrenamientos y yo salí hasta las 10, aparte no es fácil estar atendiendo a puro jugador quejumbroso.

— Ya te he dicho que no es necesario que trabajes, Damara. Puedes estar tranquilamente como Óscar y mamá, descansando y sin preocuparse del dinero.—Me reclamó acercándose a mi y yo suspiré pesadamente, no era ni la primera ni la última vez que discutíamos sobre esto.

— Sabes que no me gusta depender de los demás económicamente, Kevin.—Le recordé y el negó.

— Yo lo sé, pero quizá ya es hora de que descanses del trabajo y te des tiempo para ti.

— ¿Qué? Tengo 21, y no solo por eso ¿mi carrera dónde queda? Mi trabajo que hice para llegar hasta donde estoy créeme que no fue en vano, Kevin.

— No es necesario que trabajes, es lo único que te estoy diciendo.

— Tal vez ya cuando tenga unos 60 años lo piense.

— Bueno ese no es punto... Quiero hablar contigo.

— Ya mañana, Kev.

El se quedó callado y yo entré a mi habitación e inmediatamente me tiré en mi cama y quedé bien dormida.

🤍🖇️

Hola bonitassss 💜

• Les dejo este capítulo por aquí.
• Déjenme en los comentarios su opinión del capítulo y lo que creen que Kevin quiera hablar con Damara, también no se olviden de votar! ❣️
• Mil gracias por todo el apoyo que le están dando a la historia, cuídense mucho y tomen agüita. 🫶🏻

Mi Buchón. || Jordan Carrillo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora