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Mina estaba tocando la puerta del departamento de Chaeyoung. Había salido recién de su grabación en la serie en la que trabajaba, y aunque estaba cansada, deseaba ver a su novia. No habían podido verse en toda la semana, además de que se enteró que Chaeyoung tendría que irse a Monterrey por unos días por un asunto personal, lo cual entristeció a Mina, ya que no podría acompañarla... o tal vez sí. Nadie lo sabía
con certeza.
- Mi termotanque de gas -dijo Chaeyoung al abrir la puerta y abrazar a Mina—. Te extrañé un chingo.

- Yo también te extrañé, mi cepillina —respondió Mina, separándose ligeramente para recoger los elotes que había dejado en el suelo—. Te traje un elote en vaso, aunque la doña de los elotes se burló de mí porque lo pedí así, pero aquí están.

Chaeyoung tomó uno de los elotes y dejó entrar a Mina. Ambas se sentaron en el sillón de la sala, colocando los elotes sobre la mesita. Chaeyoung se recostó sobre
Mina, rodeando su abdomen con los brazos.

- ¿Entonces no podrás ir a Monterrey conmigo? Hasta las chicas van a ir, y eso que ni las invité a las weyes —preguntó Chaeyoung.

- No, mi burbujita de baba. Me encantaría ir, pero ese día estaré grabando - respondió Mina, viendo cómo Chaeyoung asentía, algo triste.

- Oye, tranquila. Te haré videollamada y te mandaré mensajes todos los días, mi flor de cerezo —dijo Mina, dándole un beso en la mejilla, lo cual hizo sonreír a
- Chaeyoung—. Anda, come el elote; no recibí burlas por mi lenguaje regiomontano de a gratis.

- Está bien, pero solo porque eres bonita. Eso sí, cuando regrese, me dejas quedarme en tu depa porque voy a andar como chicle —comentó Chaeyoung antes de comer de su elote.

- Yo más que feliz de... —Mina iba a responder, pero un grito la interrumpió.

- ¡No mames, Mina! ¡Esta mamada pica un chingo, hija de tu madre! — exclamó
- Chaeyoung, enchilada, mientras le daba suaves golpes a Mina.

- Ora, porque salí insultada yo —rió Mina.

- ¿Ya lo sabías? —preguntó Chaeyoung, aún enchilada, mientras tomaba agua.

- Sí, quería ver tu reacción —Mina se echó a reír.

- ¡Na, vete a la chingada! —respondió Chaeyoung, ofendida.

- Ya, perdóname -suplicó Mina, pero no obtuvo respuesta—. Anda, fue solo una bromita.

- ¡Tu cola! -Chaeyoung se volteó hacia el frente.

- Andale... —Mina la abrazó por detrás mientras Chaeyoung intentaba zafarse.

- ¡Chinga tu madre! -dijo Chaeyoung.

- El mío no pica, ¿lo quieres? — ofreció Mina.

- Mejor dame un puto beso -contestó Chaeyoung, a pesar de su molestia.

- ¿Tan rápido se te pasó el enojo? —Mina arqueó una ceja burlonamente.

- ¡Chinga tu madre, pero primero bésame! —exigió Chaeyoung.

- Okay..

Mina se inclinó suavemente hacia Chaeyoung, sus labios se encontraron en un beso algo picante ya que chaeyoung todavía tenia el sabor de la salsa.

-Estas ardiendo nena- dijo Mina, riendo.
-Estás bien pendeja, pero alch me gustas así.

-Estás bien pendeja, pero alch me gustas así

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⏰ Última actualización: Aug 14 ⏰

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