"Sanji lo sabe" [ZoSan]

Capitulo Tres

Al día siguiente, desde temprano, Sanji se encargo de esquivar al espadachín todo lo que podía, porque sus sueños raros estaban devuelta.

Esta mañana había despertado con el corazón en la boca, la frente perlada en sudor y los ojos desorbitados. No estaba demás, pues su sueño había sido lo suficientemente aterrador como para sentirse como una pesadilla. Solo le recordarlo le daban escalofríos.

No sabía por qué, pero todo era colorido en su sueño, también bastante tranquilo para desarrollarse en el barco, pero eso debió de haber pasado porque las únicas personas en el barco, y en el mar, eran el marimo y él. Fue tan extraño su forma de actuar, la sonrisa en su rostro y sus palabras, así que decir que fue una pesadilla estaba justificado.

No tenía cara para verlo a los ojos, incluso aunque este estuviera todo el rato en que estuvieron juntos durante el almuerzo provocándolo con sus desafíos, pero Sanji esta vez solo siguió con su trabajo, y fue consistente de que en el comedor se torno incomodó debido a su repentino silencio.

Pero no sabía como seguir actuando como si su cabeza no estuviera compitiendo cada vez más con lo que sea que sentía en su corazón, así que aunque fuera raro no podía seguir cerca del musgo ni un solo segundo más.

También fue consiste de la mirada intensa del otro cuando su vista se posaba en él, lo cual era demasiado, porque en toda la mañana no había dejado de verlo fijamente ni un solo segundo. Sanji lo sabía, porque incluso aunque no le devolvía la mirada podía sentir los ojos del espadachín clavarse en su espalda como dagas filosas, pero su seguridad no decayó ni siquiera por eso.

Pero hubo un momento, en que sus ojos azules se toparon con el único ojo bueno del hombre de cabello verde, fue un instante pero estuvo casi seguro que vio el dolor reflejarse en el rostro del espadachín. Eso lo hizo sentir mal, un latido de su corazón que dolió como si un cuchillo se le clavara en el costado, pero no podía tener la seguridad de porque el marimo tendría esa expresión. ¿Era por qué estaba consiente de que lo estaba ignorado?, Sanji realmente dudaba de eso, porque al musgo no le importaba en absoluto, y lo comprobo cuando volvió a dedicarle otra mirada, solo que esta vez Zoro tenía su habitual expresión desinteresada y ya ni siquiera lo miraba.

Eso era lo mejor, penso Sanji confundido, tal vez si dejaban de pelear el barco sería más tranquilo, y Zoro con su actitud demostraba que pensaba igual, pero aún así, Sanji no se sintió bien. Porque él quería seguir teniendo contacto con el idiota, hablarle o pelear con el, pero en realidad Zoro solo lo enfermaba más y más.

--Chopper lo que me recomendaste no ha servido de nada --solto Sanji en cuanto estuvo dentro de la enfermería--. Me he alejado por completo del musgo, pero el dolor en mi pecho sigue haciéndose cada vez más insoportable, así que creo de...

Sanji calló repentinamente cuando se fijo en la segunda persona a lado del doctor del barco. Robin estaba sentada junto a Chopper con un libro en su regazo, viendo al cocinero con una ligera sonrisa mientras bebía de su té.

--Oh, mi tigresa Robin-chan --alago Sanji nerviosamente, soltando una risita forzada--. No sabía que estabas aquí.

--Yo le pedi ayuda --respondió Chopper ante las palabras de Sanji, levantándose para acercase al rubio--. Ayer me pase la noche tratando de buscar una causa a tu problema, pero no lo encontré, así que le pedi ayuda a Robin, porque ella sabe mucho debido a todo lo que lee.

Sanji asintió un poco avergonzado de que la hermosa pelinegra tuviera que saber el revoltijo de emociones en su interior, pero la sonrisa intacta en el rostro de la mujer calmaba sus nervios.

--Ya revisé a Zoro también, e incluso al resto de chicos solo para asegurarme que todos esten bien, pero al parecer eres el único enfermo aquí --continúo Chopper, con el ceño fruncido en concentración--. Aunque ahora, Robin tiene una hipótesis sobre lo que te podría estar sucediendo.