Capítulo 6: Familia

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Gemelos

Capítulo seis

Familia

La molestia de Rin y Sakura con la mujer rubia solo había crecido cuando Luvia descubrió que Shirou era una excelente cocinera.

Ambos estaban francamente contentos cuando ella se fue a su hotel después de la cena, y tuvieron tiempo para reflexionar sobre los eventos de la visita del Magus.

Por supuesto, fuera del alcance del oído de Shirou. Ya había puesto el pie en el asunto, e incluso acostarse con él no era propenso a mejorar sus posturas si trataban de traer ese tema pesado de nuevo donde pudiera escucharlos.

Se preocupaba sorprendentemente cuando contaba. Lamentablemente, también funcionó contra ellos cuando estaba siendo sensible, como en este momento. Incluso Rin sabía que deberían dejar morir el tema hasta que todos pudieran discutirlo con la cabeza más clara, pero...

Sentada afuera en la pasarela, Rin volteó su mirada hacia Sakura, la chica de cabello púrpura giraba distraídamente una caja forrada de terciopelo en sus manos una y otra vez. Normalmente, fue el hombre quien propuso, pero... bueno...

Su relación con Shirou nunca había sido la más normal. Francamente, a Rin le gustó la idea: Shirou necesitaba a alguien en su vida (además de ella) que fuera del tipo más agresivo.

El hecho de que fuera su hermana solía inclinarse un poco hacia el lado extraño. Ugh, y me acosté con él y ahora las dos estamos embarazadas. No importa, esto es casi normal.

"Sé que ella quiere uno mío, pero no lo haré si crees que es una mala idea, Sakura". Finalmente habló, rompiendo el silencio que se había establecido sobre ellos después de que se habían escondido de Shirou. Rin supuso que Rider se había quedado en su habitación o, más probablemente, se coló en la cocina para robarle un poco de atención a la pelirroja mientras estaban ocupados teniendo esta conversación.

Estaba empezando a pensar que el pobre hombre era lamentable y no envidiable. Ella no tenía nada más que planes para tratarlo bien, sabía que Sakura iría más allá por él, y Rider, por todas sus rarezas, ciertamente parecía quererlo.

Pero, Dios, a veces necesitaba algo de testosterona en su vida. Había hablado mal de Issei por un lado y por el otro, pero incluso estaba segura de que eventualmente Shirou necesitaría a alguien a quien ir además de los tres.

"Es. . . entre tú, Shirou y Edelfelt-san, hermana. Sakura notó, su mirada un poco distante. El ceño de Rin se frunció, y ella extendió una mano sobre los dedos preocupantes de su hermana.

"Si esta va a ser la gran familia jodida, parece que sí, Sakura, tú también importas. Quiero decir, no me malinterpretes, solo saber que es Luvia me da ganas de golpear algo, pero. . . No puedo dar el escudo de Tohsaka a dos niños. La única razón por la que es un buen negocio es porque es una gran muestra de confianza en la sociedad de los Magos".

Rin sabía que había dicho demasiado cuando la cabeza de Sakura cayó. Con una mueca de dolor, Rin se dio cuenta de que había empezado a abogar por aquello por lo que había querido ponerse del lado de Sakura tan desesperadamente.

Luvia no era una mala mujer, ni mucho menos. Era una molestia en el trasero, y puso nerviosa a Rin como una campeona, pero si tuviera que elegir a alguien en la Torre del Reloj en la que confiara además de Waver Velvet, sería Luvia.

Zelretch ni siquiera entró en la ecuación. Él era su maestro, pero, en resumen, nunca confíes en un hombre que vea "Estoy aburrido" como una excusa para ir a dar un paseo por las otras líneas de tiempo ilimitadas.

Especialmente si ese hombre es un vampiro potencialmente mayor que el propio Japón.

"Realmente la respetas". Sakura reflexionó, levantando nuevamente la cabeza y mirando a los ojos de su hermana. Rin quería refutarlo, ceder ante un poco de esa irritación adolescente que había intentado deshacerse hace un tiempo, pero se dio por vencida a favor de ser un adulto objetivo.

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