Naruto - El Arco del Tiempo

Capítulo 2 Viejos amigos.

Naruto se removió incómodo en su asiento de la mesa de comedor de estilo tradicional de la residencia privada de Yasaka. El zorro Youkai estaba sentado frente a él, sorbiendo una taza de té en silencio.

"¿Podría preguntarme la hora estimada de su llegada?". preguntó finalmente Naruto, removiendo el té en su taza.

Yasaka canturreó y dejó el té a un lado, pero mantuvo las manos sobre la taza caliente. "Debería llegar de forma inminente. Dados los hábitos habituales de Kurama, supongo que estaba fuera entrenando".

Naruto sonrió al pensar en ello. Kurama siempre había sido fuerte, así que era lógico que luchara para recuperar sus fuerzas. Sin embargo, le hizo preguntarse quién de los dos sería más fuerte esta vez.

Asintió con la cabeza y preguntó: -¿Resides aquí solo? Es una propiedad espaciosa, digna del líder de la facción youkai".

Ella respondió con una sonrisa cortés: "Resido aquí con mi hija. ¿Te gustaría conocerla?"

Los ojos de Naruto se abrieron de par en par, sorprendido, y asintió con la cabeza. "Me encantaría conocerla, pero me pregunto si es del todo apropiado".

Yasaka ladeó la cabeza, pensativa, y respondió: "No sé si lo entiendo. ¿Por qué no iba a serlo?".

El demonio se rascó la nuca y replicó: "Dadas las circunstancias, tenía mis reservas sobre si querrías que un demonio, entre todos, estuviera cerca de tu hija".

El Youkai sonrió y replicó: "No necesito el uso del senjutsu para averiguar tu carácter, si eres un demonio o no. No percibo ninguna intención malévola asociada al encuentro con mi hija".

Agitó las manos delante de él y replicó: "Realmente no tengo ninguna intención malévola. Sólo me sorprendió. No todo el mundo en las puertas parecía tan acogedor". Añadió con una risita nerviosa.

Exhaló en silencio y dejó la taza de té a un lado, cruzando las manos sobre el regazo. "Espero que no les eches en cara sus acciones. Ha sido un periodo difícil y, a pesar de los esfuerzos de tu hermana mayor por cooperar y formar una alianza basada en la amistad, muchos se resisten a dejar atrás el pasado."

"No les guardo rencor. Es natural, pero espero que podamos ser amigos en el futuro", respondió Naruto con sinceridad.

La mujer rubia asintió con la cabeza. "Yo también estoy de acuerdo. Iré a buscar a mi hija, pero siéntete como en casa. Kurama llegará en cualquier momento".

"Hay otro asunto que discutir. ¿Cuál sería tu opinión si Kurama pasara a formar parte de mi nobleza en teoría?" preguntó Naruto.

Yasaka le miró durante un momento y luego dijo: "En última instancia, le correspondería a Kurama tomar esa decisión, pero siento curiosidad por saber por qué lo preguntas".

Se rascó la nuca y contestó: "Es que mi hermana me ha estado sugiriendo candidatos para el parentesco, pero sólo consideraría a personas en las que pudiera confiar plenamente."

"¿Y crees que ese alguien podría ser Kurama?".

Naruto indicó rápidamente su asentimiento. "Sí, lo creo."

Ella sonrió y replicó: "Como ya he dicho, la decisión correspondería en última instancia a Kurama. No impediré vuestro progreso si llegáis a un acuerdo. Ahora debo excusarme".

Asintió y observó cómo la mujer zorro se levantaba de su asiento y abandonaba la sala. Luego procedió a acercarse a las ventanas, que ofrecían una vista del bosque que rodeaba aquella extensa finca.

Para ser franco, se sentía algo aprensivo. Habían pasado diecinueve años desde su fallecimiento y diecinueve años desde la última vez que había conversado con Kurama.