Después de la intensa batalla contra la oscuridad, Liana decide quedarse un tiempo con los Bladebreakers, tanto para seguir entrenando como para aprender de ellos. Los chicos y el abuelo la reciben con los brazos abiertos, admirando su habilidad como Beyblader y el poder de Torogálida. Sin embargo, mientras más tiempo pasan juntos, empiezan a conocer una faceta de Liana que va más allá de su destreza en la batalla: su amabilidad, sentido del humor, y su habilidad para ver lo mejor en los demás.
Tyson, siempre el alma de la fiesta, invita a Liana a acompañarlos en sus entrenamientos diarios. Aunque al principio todo gira en torno a los beyblades, pronto las sesiones se convierten en momentos de camaradería. Liana muestra su habilidad para escuchar a los demás y brindar apoyo, lo que hace que los Bladebreakers empiecen a verla no solo como una aliada en el campo de batalla, sino como una verdadera amiga.
Mientras Liana se va integrando más en el grupo, Hillary, la única chica del equipo hasta entonces, empieza a notar la conexión que los chicos están desarrollando con Liana. Aunque intenta mantenerse al margen, no puede evitar sentirse un poco desplazada. A pesar de que nunca ha sido una Beyblader como ellos, siempre ha sido la voz de la razón y el apoyo moral del equipo. Ver cómo Liana encaja tan fácilmente en su grupo de amigos comienza a despertar en Hillary una sensación de celos.
Un día, después de un largo entrenamiento, el grupo decide tomar un descanso en una cafetería cercana. Tyson y Max no paran de bromear con Liana, mientras Ray y Kai, aunque más reservados, también disfrutan de su compañía y Kenny y Daichi degustaban su comida. Hillary se sienta en silencio, sintiéndose cada vez más aislada.
Liana, notando la distancia en el comportamiento de Hillary, intenta incluirla en la conversación. Pero Hillary, insegura de cómo expresar sus sentimientos, responde de manera cortante, lo que deja a Liana desconcertada.
Esa noche, Liana no puede dejar de pensar en Hillary y en lo distante que ha estado. Decide que, en lugar de ignorarlo, es mejor enfrentarlo. Sabe que la amistad es algo que debe cuidarse, y siente que hay algo más detrás del comportamiento de Hillary.
Al día siguiente, Liana encuentra a Hillary sola en un parque, mirando al horizonte. Con suavidad, se acerca y se sienta a su lado. Por un momento, ninguna de las dos dice nada, hasta que Liana rompe el silencio.
"Hillary, he notado que algo te está molestando. Si hay algo que hice, me gustaría saberlo."
Hillary suspira y baja la mirada. -"No es que hayas hecho algo mal, Liana. Es solo que… siempre he sido la única chica en el equipo. No soy una Beyblader como ustedes, pero siempre me sentí parte del grupo. Ahora que estás aquí, veo lo bien que encajas con los chicos, y no puedo evitar sentir que ya no soy tan importante"-.
Liana escucha atentamente, comprendiendo la situación. "Entiendo cómo te sientes. Pero quiero que sepas algo: no estoy aquí para reemplazarte. He visto cómo te valoran los chicos, y sé que eres una parte esencial del equipo. De hecho, me gustaría que también fuéramos amigas."
Hillary la mira, sorprendida. -"¿De verdad?"
-"Claro que sí. Tú eres una persona increíble, Hillary. Y creo que podemos aprender mucho la una de la otra. No tienes que competir conmigo; en lugar de eso, podemos apoyarnos mutuamente."
Las palabras de Liana llegan al corazón de Hillary, disipando sus inseguridades. Poco a poco, empiezan a hablar más, compartiendo sus historias y risas. Liana le cuenta sobre su conexión con Torogálida y las aventuras que ha vivido, mientras Hillary le habla de las travesuras de Tyson y las veces que ha tenido que intervenir para mantener a los chicos enfocados.
Con el tiempo, Hillary empieza a ver a Liana como una amiga y compañera, no como una rival. Los celos desaparecen, dando paso a una amistad sincera.
Un día, mientras están en medio de otro entrenamiento, Hillary, por primera vez, se une activamente en los ejercicios, ofreciendo ideas y estrategias. Los chicos se sorprenden al verla tan involucrada, y Liana, con una sonrisa, le da un guiño de apoyo.
Tyson, siempre el primero en notar los cambios, bromea: -"¡Cuidado, chicos! ¡Parece que ahora tenemos a dos chicas listas para patearnos el trasero si no nos concentramos!"
El grupo estalla en risas, y Hillary, por primera vez en mucho tiempo, se siente completamente en casa. Ha encontrado una amiga en Liana, y juntas, ahora son una fuerza imparable dentro y fuera del campo de batalla.
He aquí, un capítulo más chicos. Cuando se suele integrar a una nueva persona a un círculo de amigos se debe tener cuidado, ya que de manera indirecta se puede desplazar a alguien más y generar situaciones de celos, aunque tampoco los celos son una cosa saludable, se debe buscar un equilibrio y afortunadamente en esta historia se solucionó este conflicto rápido y efectivo, pero recordemos que no todas las situaciones son iguales.
En fin, espero que hayan disfrutado este capítulo, se despide de ustedes, su amiga
¡Shiori_beyblader!
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Beyblade: Lazos Inquebrantables, Una Nueva Leyenda
FanfictionDescargo de Responsabilidad: Beyblade no me pertenece, pero la idea de esta historia sí. Esta historia nos cuenta sobre una nueva beyluchadora y su misterioso espíritu sagrado. Nos relata un poco acerca de la vida de Liana y su bestia bit, Torogálid...