se nos acaba el tiempo || HARRY HOOK I

II

Darcie Darling
"Te va a faltar vida para entender porque lo hice"
–Peter Pan

Nunca jamas, me aterraba ese nombre, existen dos leyendas, una en la que dice que debes elegir con que reinaras, sombra de la vida o sombra de la muerte. Otra leyenda dice que la sombra te elige, dentro de un circulo se rocas altas.

— Darcie, mamá pide que bajes, el principe benjamín está aquí. –deje las cosas en la cama y corrí escaleras abajo, al llegar a el lo abrace.

— También me alegra verte Darcie, pero tengo que hablar contigo de algo importante. – me alejo y lo veo confundida haciéndole un gesto de que continué — ¿Podemos ir a un lugar donde no nos escuchen?

— Ah, si claro, ven conmigo – lo guió hasta un lugar escondido del jardín. — Nadie nos escuchara, ¿Que sucede? Te noto preocupado.

— Le dire a mi padre mi primer decreto sera traer 5 hijos de villanos a auradon – abro los ojos sorprendida — no todos son como sus padres Darcie, tu más que nadie lo sabe. – Me remuevo incomoda sobre mi asiento sabiendo a que se refiere, a mi.

— Ellos son los nuevos estudiantes de los que me hablabas, ¿verdad? – asiente confirmando mi sospecha. — ¿Ya tienes a quienes serán?

— Si, la hija de la reina malvada, el hijo de cruella, el hijo de Jaffar – gira el rostro evitando mi mirada. — La hija de... maléfica y... – me toma de las manos y me mira con un gesto de disculpas, no entiendo el porque — El hijo de el Capitan Garfio.

Quito mis manos de la suya y niego, no por el hecho de que sea su hijo, me reconocerá, sabra que estuve en la isla, lo contara.

— Estuve averiguando y creo que merecen una segunda oportunidad.

— El me vio Ben, en la isla.

— No te preocupes Darcie, no te reconocerá, no lo habías notado, pero en la isla no hay magia, el hechizo que oculta lo evidente que te relaciona con tu padre, no sirve ahí. – suspiro un poco aliviada ante su confesión.

— ¿Crees que tu padre se moleste?

— Si, lo mas probable es que lo haga, ya te contare cuando le diga esta noche.

Estuvimos hablando un par de horas hasta que tuvo que irse, yo regrese a mi habitación.

Un fuerte dolor de cabeza hizo que me sostuviera de la puerta, mariandome, durante el mareo divague una sombra con ojos rojos, quise creer que solo fue mi imaginación, el miedo a ser como mi padre.

Me recuesto tratando de calmarme, tal vez si duermo esto se me pase, poco a poco voy cayendo un sueño profundo.